Primero la L12, luego Pemex; ¿qué sigue?
|Primero la L12, luego Pemex; ¿qué sigue?
Reynaldo Escobar
Qué pasa en Pemex, hoy que ha dejado de ser el principal sostén de la economía nacional y que por más que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha apostado por el llamado oro negro para conseguir la autosuficiencia energética del país, por falta de eficacia en su manejo, sólo ha conseguido críticas de ambientalistas y mandatarios de todo el mundo.
De resultar cierta la filtración de que la deuda de Pemex asciende a 113 mil 900 millones de dólares, la paraestatal está quebrada, ya que sus pasivos son mayores que el valor de los activos fijos apreciables en dólares. Los montos a pagar de esa monstruosa deuda son tan grandes que no se alcanza a cubrir con los recursos obtenidos de su producción, operación y exportación, justificándose también la falta de mantenimiento de las instalaciones en Pemex.
Esa falta de mantenimiento, igual que en el sistema de transporte colectivo Metro de la Ciudad de México, ha ocasionado accidentes y desastres que atentan contra el medio ambiente, como está sucediendo desde el viernes pasado, cuando se detectó la fuga en el gasoducto cercano a la plataforma QU-C, localizada en la sonda de Campeche, donde además se registran importantes yacimientos de crudo.
Controlar el incendio que nos ocupa requirió del desplazamiento de tres buques que cuentan con el equipo especializado para apagar incendios y una vez apagado, se procedió, según boletín de Pemex, a cerrar válvulas y a declarar que no hubo pérdidas humanas. Los funcionarios de Pemex han declarado que se va a investigar el origen de la fuga y que se procederá contra quien resulte responsable, hasta sus últimas consecuencias.
Las imágenes del incendio han impactado a los ambientalistas y líderes climáticos, así como a los mandatarios de todo el mundo, que se han pronunciado en favor de las energías renovables y en contra de la política de gobiernos retrógrados como el del presidente de México, López Obrador, quien desde que se instaló en Palacio Nacional se ha manifestado como un convencido de utilizar al petróleo mexicano para lograr la autosuficiencia energética del país, de donde se deduce la defensa a ultranza de Pemex y CFE.
El poeta Ramón López Velarde, en su espléndido poema “Suave Patria”, escribió: el niño Dios te escrituró un establo y los veneros de petróleo, el diablo. Qué pena que López Obrador no comprenda los daños que la explotación petrolera deja delitos de lesa patria.