“La esperanza es un gran recurso para la vida”

VIVIR CON ESPERANZA

“La esperanza es un gran recurso para la vida”

Por Jacinto Rojas Ramos

Conforme vamos viviendo, aprendemos que para vivir felizmente es necesario equiparnos de virtudes que nos hagan caminar con paso firme, especialmente cuando van apareciendo adversidades y obstáculos en la vida.

La virtud de la esperanza es un gran y extraordinario recurso para luchar en la vida. En ocasiones la vida es ir contra corriente, o es caer y levantarse.

Hay situaciones que nos hacen sentir desesperanzados, como la muerte de un ser querido, una separación permanente, la pérdida del trabajo, malos resultados en una prueba o un diagnóstico aterrador en la salud; en este tiempo, la pandemia del coronavirus que no le vemos fin.

Todo ello nos hace sentir que no tenemos control o que no contamos con los recursos necesarios para hacer frente a los retos, o que nuestra actitud es pesimista ante este tipo de acontecimientos.

Sin embargo, la moneda siempre tiene un lado positivo, y es aquí donde surge la esperanza, que como virtud nos anima a seguir luchando contra la adversidad y a no darnos por vencidos; la que nos permite mantenernos de pie emocionalmente, cuando las circunstancias podrían derrumbarnos.

La esperanza es la luz que ilumina nuestra vida cuando aparece la noche; es la fortaleza que nos asiste cuando nos experimentamos débiles o vulnerables; es la seguridad de que la tormenta que me está golpeando irá pasando; es, por tanto, un gran recurso para la vida.

Recordemos que la esperanza es como el sol, debemos creer en él en todo momento, solo así, podremos superar la noche más oscura.

En las ocasiones más difíciles, cuando todo parece ser color negro, es cuando podemos ver las estrellas más brillantes iluminando el firmamento.

No debemos perder nunca la esperanza por difícil que sea la situación. Las grandes tormentas nos hacen fuertes y jamás duran para siempre.

Nunca debemos confundir la esperanza con el optimismo. La esperanza no es creer que algo va a salir bien, sino tener la confianza de que todo lo que ocurre tiene un sentido, un para qué.

La esperanza es como una paradoja. Tener esperanza es estar listo para algo que aún no ocurre, pero sin desesperarnos por si dicho hecho no ocurre aun en el lapso que dura nuestra vida.

Si queremos seguir adelante en la vida superando retos, permitamos que la constancia y la perseverancia sean el motor de nuestros pasos y la esperanza el combustible que lo alimente.

Que no falte en nuestra vida cotidiana el maravilloso “recurso” de la virtud de la esperanza para perseguir y alcanzar nuestras metas.

rrjacinto_9@hotmail.com