“Con la esperanza se sobrevive en la adversidad”

VIVIR CON ESPERANZA

Por Jacinto Rojas Ramos

“Con la esperanza se sobrevive en la adversidad”

En los momentos difíciles, a veces, es complicado mantener la fe y la esperanza de que todo va a mejorar. Más bien, todo parece oscuro. Sin embargo, es normal que veamos las cosas así, pues no somos de hierro y, en ocasiones, está bien que sintamos algo de pesimismo y tristeza.

Es la esperanza la que al final nos mantiene vivos, sobre todo en los momentos más críticos de nuestras vidas. Por eso, cada vez que sientas que no puedes más o que estás pasando por un momento complicado, suplica a Dios te fortalezca y llene de esperanza.

Es oportuno recordar que la vida no es color de rosa, y más de una vez nos ha tocado enfrentarnos a problemas que han puesto a prueba nuestra resistencia y nuestra fe. Sin embargo, si logras salir airoso de los momentos difíciles, ten la seguridad que esta no será la excepción.

Si sobreviviste cuando todo estaba perdido, ten por seguro que lo harás de nuevo… Recuerda que los seres humanos somos resilientes por naturaleza, por lo tanto, de una u otra forma, podemos adaptarnos al cambio y a las situaciones más extremas.

Si mantienes viva la esperanza, superarás todo lo malo que te esté ocurriendo. Cada vez que el mundo te dice que te rindas, la esperanza te susurrará que lo intentes una vez más. La esperanza vive en tus sueños, en tu imaginación y en la valentía de aquellas personas que luchan para hacer sus sueños realidad.

Para el año de 1950, la universidad de Harvard se encontraba realizando varios experimentos con roedores para poder entender la conducta humana. Uno de los científicos a cargo de dichas investigaciones era el doctor Curt Richter.

Cierto día, el doctor llenó hasta la mitad un recipiente con agua, y acto seguido, tomó a una rata y la arrojó dentro de él. Como era de esperarse la rata luchó por sobrevivir. Esto ocurrió durante los primeros minutos. Al verse en peligro, el animal nadó con todas sus fuerzas intentando sostenerse y mantenerse a flote.

Pese a que la rata trató de escapar, sus patitas resbalaban por el recipiente. Durante por lo menos 15 minutos la rata resistió, aunque luego de ver que sus intentos no daban resultados y sentir que ya no podía más, se hundió.

En ese momento, cuando todavía estaba viva, el doctor Richter la sacó del vaso, la colocó en una toalla y la secó con cuidado. Después, esperó con paciencia por varios minutos hasta que la rata recuperó de nuevo su energía y continuó con el experimento…

Así que, volvió a tomar al animal y lo lanzó en el recipiente. Nada más que esta vez los resultados variaron. Para empezar, la rata no se cansó tan rápido. Al contrario, después de 60 minutos de nadar e intentar salir a flote, se dio por vencida.

Alguien le pregunto: doctor, ¿Cuál es el sentido de ahogar a una pobre rata? El doctor Richter contestó: Este experimento, nos deja una importante lección… Verás, la segunda vez que metí a la rata dentro del agua, ella resistió más, y esto se debe a que ya ella sabía lo que es sufrir hasta el límite. Estuvo a punto de colapsar y morir la primera vez, pero al ver que pese a todo se salvó, la segunda vez logró aguantar más tiempo. Todo gracias a la esperanza que tenía de salir viva de ahí. En esto, nosotros los seres humanos, nos parecemos mucho.

rrjacinto_9@hotmail.com