Migración conlleva trato humanitario
|Migración conlleva trato humanitario
Reynaldo Escobar
Para el internacionalista Edmundo Hernández Vela Salgado, la pobreza y la incapacidad para ganar o producir lo suficiente para garantizar la subsistencia propia o de la familia, son las principales causas de la emigración. La búsqueda de un modo honesto de obtener un ingreso, tiene mucho que ver con la política económica establecida por el gobierno, donde las perspectivas de ocupación laboral estén abiertas para obtener lo necesario para una vida digna.
Un trabajador migrante es aquel que logra ejecutar una actividad por la que percibe una remuneración en un Estado del que no es originario. Por consiguiente, el relato que se publicita por quienes han vivido el fenómeno migratorio, cuenta mucho para la toma de decisiones de quienes estén dispuestos a llegar a un mundo desconocido, que le puede resultar benéfico o que le puede causar una gran decepción, como ocurre con el multicitado sueño americano.
El valor del migrante para tomar la gran decisión implica la desintegración de muchos hogares, por el abandono de la familia, cuya dependencia económica del migrante llega a convertirse en una carga, cuyo mayor peso se acrecienta cuando se vive en la ilegalidad.
Hoy se ufanan en el gobierno de que las remesas que envían los trabajadores mexicanos que radican en Estados Unidos, garantiza el sostenimiento del PIB y hasta festinan que año con año se van incrementando, siendo actualmente mayores a los ingresos por la explotación del petróleo.
Lamentablemente resulta utópica la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, pactada en la Convención Internacional sobre la materia, celebrada el 22 de mayo de 1991 en la Asamblea General de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York.
De entre los principales acuerdos de la convención aludida destaca la clasificación de los trabajadores migratorios en trabajadores fronterizos, de temporada, marinos e itinerantes; todos ellos autorizados para salir libremente de un Estado y ubicarse en otro, gozando del reconocimiento de su personalidad jurídica y del derecho a recibir la protección diplomática, cuando así lo requiera.
De los 20 países que suscribieron el pacto, México fue uno de sus principales promotores, al reclamar un mejor trato para los trabajadores méxicoamericanos y sus familias. El T-MEC incluye esa y otras protecciones que deberán conservarse mientras se mantenga una buena relación con el vecino país del norte.