DE BASURERO A CUEVA DE LA ORQUÍDEA Y AHORA, UN LEGADO HISTORICO AL OLVIDO

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

DE BASURERO A CUEVA DE LA ORQUÍDEA Y AHORA, UN LEGADO HISTORICO AL OLVIDO

                Los vecinos de la calle Ruiz Cortines con calle 4 de la colonia federal, hacen un recuento de la que fuera una oquedad que va de las entrañas de la tierra a una enorme “boca” y que cuenta con una historia de grandes y pequeñas cuitas, pero que allí está, bajo el ayuntamiento local, en el total olvido y abandono.

                Originalmente, cuestión de hace poco más de cien años, la cueva formaba parte del camino antiguo a Naolinco de Victoria.

                Los amigos de la geografía estrictamente del Xalapa, al fin provincia neta, casas con techos de teja en dos aguas, pórticos de madera y calles empedradas y las que no, conformadas con pedruscos, que a nadie molestaban, sobre terracería, menos a los automovilistas, porque coches de motor, antes de los años 50 del pasado siglo XX eran unos cuantos, en la ciudad.

                Famosa era la unidad procedente de la fábrica de los automóviles Ford, de los años 30, propiedad de la química Lucila Sánchez y que aseguraba con una cadena rodeando el poste de madera que cargaba los cables de la energía eléctrica, sobre la calle de Juárez, mientras la maestra impartía sus clases de física y química en la escuela preparatoria “Salvador Díaz Mirón”. Y no precisamente para evitar su robo, sino que así evitaba que el vehículo pudiera irse en bajada o cayera fuera del arroyo de circulación y registrara un siniestro.

                Empero, volviendo a la oquedad que llamaba la atención de propios y ajenos, debido a lo amplio y profundo de sus interiores, alguna vez, siendo alcalde Jorge Uscanga Escobar, ordenaría que se convirtiera en depósito de las basuras que generaba la ciudad, habida cuenta de que no se contaba con un relleno sanitario o simplemente un botadero de porquerías público.

                Obviamente, sobrevino la queja de los vecinos, quienes a partir de que en dicho espacio se ventilaba un basurero, las consecuencias para la salud pública, iban a ser de pronóstico reservado. Así oyendo los dichos del pueblo, el alcalde de marras, ordenó la clausura definitiva con camionadas de escombro traído de las distintas obras públicas, que se llevaban a cabo en distintos puntos de la geografía capitalina.

                Otros alcaldes, ignoraron francamente la mencionada cueva, sin permitirse siquiera una visita de inspección al lugar, siendo que a mitad de la calle de Ruiz Cortines, obstruía el paso de peatones y de vehículos de motor.

                Fue la alcaldesa Elizabeth Morales García, la primera edil, que sacó la mejor raja de la cueva bautizándola con el sobrenombre de la orquídea, para lo cual, mandó limpiar sus interiores y convertir el espacio en un excelente sitio para la recreación de los pintores, los músicos y los adictos a las escenificaciones teatrales. No hay que olvidar que el Xalapa antiguo, motivó a músicos y artistas de todos los géneros para producir y divertir, entretener y cultivar a diversos sectores de la ciudad.

                Por supuesto, en un país de políticos con pequeñeces mentales, la comuna de relevo a la mencionada en el párrafo anterior, debía mandar al diablo la cueva de la Orquídea, así que la maleza pronto ganó la carrera a la difusión de la cultura y el escenario- como quiera- emblemático de la colonia federal, continúa entre el abandono, la basura y el olvido, así como la presencia de los adictos a las drogas enervantes y las bebidas espirituosas. Esperemos.

LA NIÑA ROSARIO CONOCIÓ A DON ADOLFO RUIZ CORTINES Y AL GENERAL JARA, EN PUERTO JAROCHO

                Rosario, es ahora una respetable señora dedicada a las actividades manuales y artesanales, personaje que a los once años de edad, dice textualmente, “yo conocí a don Adolfo Ruiz Cortines y al general Heriberto Jara, dos señorones”, a los cuales recuerda con tono festivo, mitad broma y mitad serio, porque su abuelo, le advertía a su nieta que se trataba de dos políticos sencillos, humildes y humanos a carta cabal, que merecían el respeto de todos.

                Con residencia en el puerto de Veracruz, muy pequeña, su casa quedaba muy cerca de la morada en que habitaba don Adolfo, con el cual mantenía una excelente relación de amistad y el resto de la gente.  Nos dice que el ex presidente, su vecino me pedía, “puedes darme una cubeta para mi casa, mangos y aguacates”, productos que se sembraban en la huerta de la casa de mis padres…. Y yo, presta de inmediato, le contesté, sí señor, “voy a pedirle a mi hermano que me ayude y se los entrego”.

                Un día, sin poder identificar quién era el personaje aquel, acudí al café de la Parroquia acompañada de mi abuelo, allí se encontraba también don Adolfo, saludó a mi abuelo y pidió permiso para sentarse con nosotros y pensé “ya se me cayó la viga”. Empero, no ocurrió y por un momento, el personaje se dirigió a mí y me preguntó si había leído el poema de Rosario y le contesté que sí, en efecto lo había leído en aras de llamarme Rosario precisamente.

                Enseguida, mi abuelo terció diciendo a don Adolfo, que yo cursaba el quinto año de la primaria. En ese diálogo de café don Adolfo y mi abuelo hablaron sobre la unión de estibadores del puerto y de los escritores que más eran leídos en aquellos días, época en la que se escribía mucho y bien.

                Don Adolfo, tenía una biblioteca en su casa, no tan abundante, pero muy interesante. Ignoro si tenía hijos, nunca vi a ningún chico en su residencia y mi mamá me prohibió que lo cuestionara. Defecto de mi niñez era hablar y preguntar mucho.

                En la tienda de mi abuelo- observa doña Rosario-  le hacían sus pantalones a don Adolfo de dril, lino y casimir inglés y a veces yo lo atendía, pidiéndome que le escogiera los colores de sus cortes, lo que hizo que yo reflexionara que hombres como aquel no existen ahora.

                Recuerda la inteligente dama, que su casa sigue tres cuadras adelante de la que vivió don Adolfo y su esposa, la cual, por cierto, hoy exhibe muestras del paso del tiempo y su abandono. Cita que mucho se dijo que una asociación le daba mantenimiento, pero quién sabe….

                Destaca la dama “como recuerdo su figura austera pero amable”. La casa de don Adolfo está a tres casas de la mía y en la otra esquina vivía don Heriberto Jara.

                Orgullosa, la informante, recuerda que en su calle “vivía gente importante” Esto sucedía entre Bolívar y ferrocarrileros y Bolívar y Malibrán, ésta última, arteria en la que desde entonces vivo.

                Ambos personajes donaron sus casas, la de don Adolfo se convirtió en un museo de distinguidos veracruzanos en las diversas actividades de la cultura, el arte, la ciencia y la política. Y la vivienda del general Heriberto Jara, es una escuela.

VENEZUELA, CUBA Y NICARAGUA SIGUEN SIENDO GOBERNADAS POR SATRAPAS

Es la hora de hacer los recuentos, porque al México contemporáneo no conviene después de haber reafirmado en el año 2018 la era de la democracia en su vida pública, los vecinos de la región que siguen empecinados en mostrarse como demócratas, cuando no lo son, es preferible marcar la distancia frente a sus gobernantes, más de sus pueblos.

En Nicaragua, para poder eternizarse en el poder central de su país, el señor Daniel Ortega se ha reelecto cuatro periodos constitucionales, cuando la constitución de aquella sufrida nación, contempla solamente una sola reelección, y para ratificar su permanencia en la presidencia tuvo que ordenar el encarcelamiento de sus siete adversarios mucho más confiables, que el propio beneficiario con aquella toma de palacio nacional que llevó a cabo el comandante 0.

Si alguna vez, los venezolanos confiaron y creyeron en el discurso de su presidente Hugo Chávez, bien por aquellos, que supieron de un mandatario bravucón, en eterno pleito con el país campeón de la democracia, los Estados Unidos de Norteamérica, rezan en el discurso los políticos que militan en el partido demócrata, pero también en el partido republicano. Sin embargo, la caída del poderoso país primero en producir petróleo en el mundo, durante años, acabó cediendo dicho sitio de honor a otras entidades del resto del mundo, ahora en manos del dictador Nicolás Maduro.

En ambas naciones, la credibilidad de sus dictadores, se encuentra metida en una verdadera encrucijada. La metralla por delante, utilizando la violencia como método para torcer a sus gobernados, llega a los límites de lo soportable. La gente en Nicaragua y Venezuela, en las calles y en sus domicilios particulares, se concretan a señalar los yerros en que están incurriendo sus respectivos mandatarios. No son demócratas. Si verdugos de sus propios coterráneos.

Lo suyo acontece en la isla caribeña de Cuba, su pueblo, goza de la estima de los mexicanos de manera especial, más no concuerdan con las administraciones que en el lapso de cien años han tenido que experimentar, primero con el dictador Fulgencio Batista. Este fue destronado por la guerrilla, que se preparó para la conquista del pueblo y derrocamiento de su gobierno, en el puerto de Tuxpan de Rodríguez Cano.

Aquí con las banderas de Benito Juárez, en Cuba invocando la imagen de José Martí, los caribeños alcanzaron su libertad, pasando al régimen socialista impuesto por los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz. Sin embargo, el experimento lleva 60 años de estarse registrando en la isla, sin darse los relevos en los cuadros de mando político, lo que hoy día, mantiene en constante protesta pública a los cubanos radicados dentro y fuera de su país, y el resto del planeta, en donde se pudieron refugiar, conseguir los salvoconductos y la libertad de cara al régimen opresor del momento, en aquella nación.

Razones de peso, para que el México de nuestros días, con bastante tiempo se vaya alejando en lo que hace a sus relaciones diplomáticas y de amistad con los gobernantes de los tres países que simbolizan sin dejar lugar a dudas, los regímenes en manos de gorilas, lo que en la nación azteca con el voto aplastante de las mayorías en las urnas electorales, durante el proceso electoral de 2018 afirmaron su voluntad democrática, situación que no se da en la tercia de estados mencionada antes. Al tiempo.