Gobierno manda miles de despensas para Haití y Cuba, pero no a Veracruz

  • Evadiendo su responsabilidad, piden donar víveres a servidores públicos y a la población; llevan más de una semana sin apoyos.
  • Entre las autoridades estatales y federales, no se han puesto de acuerdo en hacer un cálculo preliminar de los daños por el paso del meteoro.

Xalapa

Mientras que los buques, Papaloapan y Libertador, de la Secretaría de Marina y Armada de México, partieron del Puerto de Veracruz este viernes 27 de agosto, con miles de toneladas en ayuda humanitaria para Haití y anteriormente a Cuba, dónde habían también llevado ayuda humanitaria ante la crisis social y la pandemia por coronavirus que se vive en aquella isla; a más de una semana de la llegada del huracán Grace a Veracruz, ni el gobierno federal, ni el estatal están apoyando a la población, ni siquiera con el mínimo indispensable, hay lugares en los que ni siquiera una despensa le han llevado a los afectados.

Entre las autoridades estatales y federales, no se han puesto de acuerdo en hacer un cálculo preliminar de los daños por el paso del meteoro; tan sólo en su conferencia mañanera que da el presidente Andrés Manuel López Obrador en Veracruz, el miércoles 25 de agosto, menciona que al menos existen 130 mil viviendas que resultaron afectadas, pero hasta ahora no se ha distribuido nada para remediar los daños.

La paciencia de la población afectada está llegando a los límites y puede provocar altercados, como el que ocurrió en Papantla el 27 de agosto, cuando empleados de la Secretaría de Bienestar que censaban casas dañadas por el paso del huracán Grace, fueron retenidos en la colonia Margarita Morán Veliz, cuando pretendían retirarse sin haber censado todas las viviendas; los trabajadores dijeron que nada más llevaban 50 sellos para colocar en las casas que hay hubieran censado, pero ese asentamiento humano tiene por lo menos el triple de viviendas.

Los trabajadores fueron rodeados por los habitantes de la colonia, sobre todo mujeres, quienes les pedían que fueran a sus casas a checar los daños sufridos. “Tiene que ver mí casa, mire cómo quedó”, insistían las mujeres y pedían a los empleados que todas las casas de la colonia fueran censadas, sin distingos, preferencias o simpatías partidistas.

Los empleados de la Secretaría de Bienestar, temerosos de que algo les pudiese ocurrir llamaron a la policía para que los fuera a rescatar y al lugar llegaron patrullas de la policía estatal, quienes mediaron entre los empleados federales y los vecinos reclamantes, los cuales dejaron ir a los censadores cuando estos se comprometieron a regresar a la colonia con más formatos para censar todas las casas; aun así, tuvieron que salir en una de las camionetas de la policía para evitar alguna agresión.

Tan sólo en Papantla se calcula que hay entre 18 mil y 20 mil viviendas dañadas por el impacto del huracán Grace, además de fuertes pérdidas en todos los cultivos de cítricos, plátano, maíz y otros, incluyendo la vainilla.

Mientras esto ocurre en Veracruz, López Obrador en su mañanera le pide a la población que no proteste, que no haga bloqueos, pero la desesperación ha llevado a que habitantes del norte del estado realicen varios bloqueos carreteros, el más importante sobre la carretera 180, para protestar porque a una semana del paso de Grace continúan sin energía eléctrica. En Poza Rica, la mayor ciudad del norte del estado, más de la mitad de sus colonias estaban todavía la tarde del 30 de agosto sin energía eléctrica y en muchas calles el paso seguía impedido por árboles caídos.

Dos de los bloqueos que se dieron fueron uno sobre la avenida Pozo 13, rumbo a la colonia Yanga, y otro en el acceso al fraccionamiento Heriberto Kehoe. Además, por deficiencias en el servicio de recolección de basura doméstica, la misma comienza a acumularse en las calles, junto con los desechos generados por el huracán Grace.

A más de una semana del paso del meteoro, muchos están desesperados por recibir ayuda, principalmente alimentos y materiales para poder reconstruir sus viviendas.

Otro caso, se da en Tihuatlán, donde poco después de las 17 horas del viernes 27 de agosto, un grupo de vecinos de la colonia Azteca en las afueras del municipio bloquea la carretera 180, porque seguían sin energía eléctrica; ese día, por la mañana, en las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad les dijeron que a las 15 horas estaría restablecido el flujo eléctrico, pero no fue así. Otro caso fue el de Chiconquiaco, quienes desesperados claman apoyo “¡Volteen a vernos!”; son más de medio centenar de personas tratando de reabrir un camino hacia el vecino municipio de Alto Lucero, jalando, empujando, apalancando, una gran roca, que finalmente entre todo logran echar al barranco. En la zona, cercana a la capital del estado, Xalapa, no hay transporte público, a excepción de unas camionetas de redilas que circulan con irregularidad.