CAE LA LECTURA DE LOS DIARIOS Y LOS LIBROS EN LA ATENAS DE XALAPA

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

CAE LA LECTURA DE LOS DIARIOS Y LOS LIBROS EN LA ATENAS DE XALAPA

                Los expendios de periódicos, revistas y comics, así como las librerías se están yendo a pique, debido a que la presencia de compradores igual, disminuye con alguna celeridad ya desde hace poco menos de dos años.

                Responsables de estos establecimientos, dicho fenómeno lo atribuyen a la pandemia por un lado, y a las redes sociales, empero hay un reducido público, que conforman los adultos mayores y que siguen pidiendo su diario preferido, uno de los tres más influyentes que llegan de la ciudad de México y las revistas dedicadas a exaltar los sucesos de la farándula, la industria del cine con alguna arista de  erotismo y los textos  alusivos a los héroes de plásticos, que inspiran sobre todo a los adolescentes y algunos jóvenes.

                El grueso de los muchachos que asisten a la escuela secundaria y la preparatoria, si alguna vez tuvieron lecturas predilectas, ocurrió en los años anteriores a los 80, porque en la hora actual, suelen no leer ninguno de los títulos que se ofertan en los expendios que se localizan en el corazón de la ciudad, concretamente en tres cuando en el pasado había hasta siete u ocho.

                La encargada de estos expendios, que se localiza en la calle de Zamora, inclusive narra que los sábados y domingos, ya no se abren al público, porque las lecturas que se hacían en el pasado, ya no existen.

 El ausentismo, de lectores ha dado al traste con el interés de las firmas editoriales, que nos “envían menos títulos y cantidades de libros y periódicos”. Nos dice con un dejo de preocupación, pues esta, seguramente es la forma de ganarse la vida de una veintena de vendedores que hay en distintos puntos de la ciudad, otrora Atenas precisamente de Veracruz, por aquello de asemejarse con la culta ciudad ateniense de Grecia.

La caída en sus ventas, pareciera tener como fin, el que los medios impresos se vayan dejando de leer, como ocurre en los stands donde se exhibían únicamente periódicos y revistas, en donde los títulos de El País, ya no llegan, porque no encuentran colocación. Y lo otro, sí del puerto de Veracruz llegan dos ejemplares de una casa editorial, y no se venden, hay que pagarlos, como si hubiera ocurrido tal cosa, por cuenta del vendedor.

Así que la transformación alcanza no pocos de los expendios antes exclusivo de revistas y periódicos, que ahora se complementan con la venta de cigarrillos, muñequitos de peluche, discos y otros productos, porque esta empresa, la citada inicialmente, igual que ocurre en numerosas actividades comerciales y de orden cultural, también se está derrumbando, aunque mucho antes de la pandemia, ya se avizoraba esta caída, que en algunos vendedores, no les resulta sorpresiva.

En las calles, ya no se escucha a los voceadores anunciando los títulos periodísticos, como en otras épocas. Esperemos.

Tampoco se escucha el chirriar de los neumáticos de las motocicletas, cuyos conductores cargaban en su portabultos con cantidades objetivamente a la vista de los diarios, que distribuían entre los suscriptores. Bien, o nos transformamos, o morimos, diría la expendedora que más clientela contaba hasta hace poco más de dos años, en una de las calles céntricas de la otrora ciudad del libro y las lecturas más influyentes.

HAY MALES O PIFIAS CONSTITUCIONALES QUE DEBEN SER MODIFICADAS O REFORMADAS

Con Vistas al próximo proceso electoral federal, aunque aparentemente lejano, puede o tiene el tiempo suficiente el cuerpo de legisladores, que se suben al ring para  pelearse por que les tomaran la gráfica de rigor, al  lado del boxeador “El Canelo Alvarez”, quien  espantado con el proceder los señores padres de la patria, los miraba viendo el espectáculo escenificado por aquellos, en el más completo de los ridículos, es factible hacer algunas modificaciones a la ley para evitarse de alguna manera esta trama que se ha vuelto costumbre en los cuadriláteros del poder legislativo.

Miren ustedes, al canto, el artículo 34 de nuestra Carta Magna dice a la letra: Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, teniendo, la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: 1 Haber cumplido 18 años, y 11. Tener un modo honesto de vivir.

Con este contenido, citado antes, el común de mexicanos, en dicha edad, tienen el disfrute de votar, lo que en una democracia auténtica, ¡¡¡oh, es lo máximo. Un hombre o mujer, que ha llegado a la meta de los 18, como ha ocurrido en las últimas elecciones, honor a la verdad, concurrió toda glamorosa porque se permitió una de las libertades que a través los siglos los pueblos democráticos, han querido conquistar y llevar a su práctica cotidiana.

Muchachos y muchachas, concurrieron a las ánforas, con un verdadero sentido de ciudadanos, no patriotas, pero estaban seguros de que con su aporte iban a otorgarle el triunfo al candidato de sus preferencias o gustos, o que le propinarían la derrota, más escandalosa, como sucedió en la ciudad de México, en donde había candidatos, cuyo carisma les aseguraba su triunfo, cosa que no llegó y quienes emitieron su sufragio, se vieron radicalmente felices, porque su voto contó y bien.

En concreto, al contenido jurídico del artículo 34 de la Constitución de la República, está adhoc con la obediencia de otorgar la ciudadanía al común de ciudadanos, empero, lo que suena, aberrante es que el mismo numeral consagre que ese ciudadano, tenga un modo honesto de vivir, porque así lo dice, que se convierte en carta de presentación para posteriormente los candidatos presentarse y registrarse como tales en los distintos procesos electorales.

Texto el anterior, muchas veces queda entredicho, debido a que ya cobrando como padres conscriptos o padres de la patria, a esos ciudadanos, que exhibieron inclusive públicamente su carta de buenos y ejemplares vecinos de usted y del resto del pueblo, hay los elementos de juicio que les acompañan, para que las fiscalías como suele ocurre, los ande correteando, porque enfrentan  antecedentes penales y algunos de ellos, están vigentes, como presuntos responsables de saqueos, robos, asesinatos y otros ilícitos punibles. Al tiempo.

EN XALAPA, HAY 18 MIL TAXIS, PERO DECENAS  NO OPERAN, PORQUE CARECEN DE CONDUCTORES

En Xalapa cierran 3 mil negocios, abren 300 nuevos, dice el ayuntamiento de la ciudad, además existen 18 mil taxis, desde que se dio la máxima entrega de concesiones en el régimen de Fidel herrera, pero que cree, los automóviles dedicados al transporte de personas, quedan varados por decenas, debido a la falta de conductores.

Así como en infinidad de establecimientos comerciales se anuncia que hay vacantes que van desde gerentes, hasta limpiabotas en restaurantes, los taxis, están ayunos de conductores, porque nuevos no los encuentra ninguno de los concesionarios y los que se alquilan, o son jóvenes sin ninguna experiencia o los viejos choferes, que prestan servicios mucho más actualizados y de atención a los usuarios.

Este fenómeno, se recrudece conforme trasciende el tiempo.

Las centrales de radio-taxis, son las más socorridas por las solicitudes que les elevan los usuarios y pasajeros, las 24 horas del día. Sin embargo, la prestación de este servicio se ha reducido hasta en un 50 por ciento, debido a que no hay choferes con la capacitación que requieren las firmas enroladas en este negocio, y por otro lado, entre estos hay marcadas diferencias, que en apariencia no son tales, pero de sobra son indispensables que se cumplan.

Un viejo conductor de taxi, asegura que gran parte de esos 18 mil taxis, que mantienen a la ciudad como su rehén, según lo dicho por el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero al iniciar sus gestiones administrativas, pero que en el trienio no hizo nada para contener el vasallaje con el alza indiscriminada de tarifas y que se depuraran los cuerpos de taxistas, en un mínimo que incluye que el chofer se bañe, deje atrás los pelos largos y los pantalones rotos, amén de conducir como si estuviera en las pistas del velódromo de los hermanos Rodríguez de la ciudad de México.

Como quiera la experiencia y los buenos modales, distinguen a una menor cantidad de choferes de taxi en la ciudad otrora de las flores y la cultura. Esto se confirma con lo dicho por muchos de los asiduos a solicitar servicios diversos a los radiotaxis, nunca a los taxistas libres, porque la gente siente que puede ser víctima de alguna acción de pillaje o ratería y en algunos casos de sufrir un atentado, robo, secuestro o asesinato.

Empero, el comercio, que representa el taxi para concesionarios, no cuenta con todas a su favor, ya que la cantidad de taxis que circulan en la capital del estado, provoca igualmente que numerosos conductores renuncien al volante o sencillamente, guarden su automóvil en un garaje, porque la competencia es tal, en este momento, que son muchos los que se ven obligados para elevar sus tarifas sin consultarlas a ninguna autoridad vial, de tránsito o el autotransporte público. Es todo.