LA IMAGEN LA DAN POLICÍAS, AGENTES DE TRÁNSITO Y EL GREMIO DE TAXISTAS

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

LA IMAGEN LA DAN POLICÍAS, AGENTES DE TRÁNSITO Y EL GREMIO DE TAXISTAS

                La imagen que se llevan visitantes y turistas, que arriban a la otrora ciudad de las flores, es la que suelen brindar los elementos de la SSP, los policías viales y el anchuroso gremio de los taxistas, mucho antes que los espacios, áreas de recreación y que pudieran atraer la atención de quienes por vez primera llegan a esta región dela entidad y el país.

                Los monumentos, teatros o museos son una parte importante, pero sin mayor trascendencia al hacer el recuento de cómo le fue a un viajero que llegó a la ciudad, recorrió sus principales calles, se hospedó en alguno de sus hoteles y comió en el restaurante que alguien le recomendó o porque se dejó llevar por los olores que despide su cocina.

                Las comunas municipales de Elizabeth Morales y Américo Zúñiga, así lo entendieron, pero fracasaron inevitablemente.

                Ambos ediles, en su momento, pretendieron instalar sendos programas, como aquel de “Yo si leo en taxi” y el conductor del automóvil dotaría al usuario de periódicos, revistas y libros de cultura general, en lo que durara el trayecto que cubriría dicho pasajero.

                Elizabeth Morales, inclusive habría anunciado un servicio, plus de taxistas bilingues, lo cual fracasó rotundamente, ya que una mayoría de los 18 mil taxistas que hay en la ciudad, apenas pueden hilar una plática con 30 palabras diferentes, y se les acabó el acervo de rigor. Otro yerro del gremio taxista, por ser probadamente improvisado, sin recibir ninguna capacitación ignora el tamaño de la ciudad, nombres de sus colonias, calles y recovecos que la conforman.

                En la hora actual, los usuarios del taxi, se dividen en dos grupos, los que medianamente confían en los servicios del taxi tolerado y los “libres”, siendo estos últimos los menos socorridos, porque un usuario que utiliza sus servicios, ignora, si realmente va a ser transportado a los sitios solicitados o pudiera ser objeto de un asalto o un secuestro.

                El radiotaxi, sigue siendo el sistema, que le brinda al pasajero alguna seguridad y es éste, el que salva el poco prestigio que pudiera contar la ciudad, de cara a los visitantes y turistas.

                Al inicio del régimen estatal, la propaganda que se hizo de la policía estatal, fue muy buena, con aquello de contar con una policía de proximidad a la sociedad, sin embargo, esta generosa intención la borraron muchos de sus elementos, cuando procedieron con exceso de autoridad y arbitrariamente, en contra de ciudadanos comunes, golpeándolos y confinándolos en las mazmorras del antiguo cuartel de San José, sin causas que realmente lo ameritaran legal y jurídicamente.

                La otra cara de la imagen trastocada, la dieron durante la anterior comuna municipal, los policías viales, arremetiendo brutalmente en contra de pacíficos automovilistas, chicos y grandes, los cuales en contubernio con los operativos que realizan las grúas, hicieron su año de Hidalgo, en las últimas semanas del pasado año 2021, atracando lo mismo a menores de edad de motocicleta,  a los automovilistas de paso, que arriban comúnmente de otras partes del territorio nacional. Como puede avistarse, servidores públicos de la policía, tránsito y el taxi, brindan la primera impresión mala o buena que reciben los visitantes en la que fuera Atenas veracruzana. Esperemos.

LAS CALLES Y AVENIDAS DE COATEPEC, UNA CONSTANTE TRAMPA PARA AUTOMOVILISTAS

                La tierra de la poetisa María Enriqueta se debate entre los baches, el arreglo eterno de algunas de sus calles y la visita de familias y automovilistas, que encuentran a la ciudad productora de café, metida en el olvido por parte de sus administradores públicos y el crecimiento demográfico anárquico y sin ningún control urbano.

                La tierra de Fernando Jácome Roldán y otros ilustres avecindados en sus colonias y fraccionamientos, se nutren de pobladores que allí duermen, pero trabajan en Xalapa y algunas otras localidades que conforman la región en cuestión.

                La población de Coatepec, rebasa ya los 150 mil habitantes. Nativos del municipio productor de café y papa, son una minoría, pues a sus fraccionamientos habitacionales, constantemente arriban ex funcionarios y docentes y pensionistas, cuyas sedes de trabajo las tuvieron en la región de Xalapa.

                Se ignora si Coatepec, continúa siendo pueblo mágico, porque si ya hubiera sido descartado, se podría entender por qué la constante de baches y abandono de sus calles, inclusive ahora su población truena contra la medida sumida por su ayuntamiento, en el sentido de haber abierto su “relleno sanitario” en un predio urbano, cercano a varios miles de colonos, que jamás habrían consentido con semejante faena en ese rumbo.

                No hay que olvidar que la ciudad de Coatepec, linda con una amplia región de municipios cuya imagen atrae visitantes debido a sus lugares con algún atractivo histórico y arqueológico, como lo rico y vasto de sus comidas regionales y otras delicias, para la constante de quienes gustan hacer recorridos por sus calles y montañas. El paseo por la cascada de Texolo, entraña un viaje a las profundidades de la que fuera una de las plantas hidroeléctricas, inauguradas por el presidente Porfirio Díaz.

                Las panificadoras del municipio de Xico, es otro de los escenarios que más roban las miradas de los visitantes. Sus sabores, olores y colores, no encuentran paralelo y el paisaje verde en lo alto de sus montañas y caídas de una vegetación abundante y diversa, en la cual suelen inspirarse intelectuales, escritores y poetas que arriban a la región, no concluye en ninguno de los inviernos que año con año transcurren, sino todo lo contrario.

                Sin embargo, hay una queja que van dejando sus visitantes, y que consiste en la numerosa cantidad de arterias públicas repletas de baches y el hundimiento de sus pavimentos y calles adoquinadas, y que al no haber vías alternas, imprimen en propios y ajenos el amargo sabor en el deterioro que necesariamente confrontan sus unidades automotrices, al tener que circular por todas aquellas.

                Cuentan numerosos de los viajeros, que entre los baches de Xalapa y Coatepec, suman por si solos los que diez entidades del interior del país, padecen hoy día con singulares notas de rechazo y abandono en que incurren o incurrieron sus autoridades actuales, o las que fueron, como sucede en la otrora Atenas de Veracruz. Al tiempo.

INDIGENTES Y PORDIOSEROS, SE MULTIPLICAN               EN EL CORAZÓN DE LA ATENAS VERACRUZANA

                Por supuesto que no puede asegurarse si hoy día Xalapa sigue siendo la Atenas de la cultura veracruzana, si sus principales calles son tomadas prácticamente las 24 horas por indigentes, pordioseros, payasitos y otros, que están al asalto del ciudadano o grupo familiar que se deje.

                El suceso no debe causar mayor alarma, pero en el Xalapa que se fue no ocurría semejante fenómeno con la constante de estos días.

                Ciertamente, parte de la imagen que debe rendir la ciudad a propios y ajenos, es que sus calles luzcan limpias y sin la constante de los pedigüeños, indigentes y supuestos vendedores de baratijas, pero listos para el ataque de la persona, que se deje.

                Los atracos cometidos en contra de empresarios, ciudadanos comunes, maestros y gente del resto de la sociedad citadina, lo cuentan ya como una película que se repite y no existe poder humano ni oficial, que contenga dicho fenómeno.

                Los pórticos de las instituciones bancarias, de los pasajes Enríquez y Pasaje Tanos, ahora son utilizados por indigentes, los cuales apenas cubiertos con unos cuantos montones de papel periódico, hacen sus sitios de descanso y sueño. En estos espacios, a la luz del día, son convertidos en WC sin ningún rubor ni pena por parte de sus autores, empero, no existe la autoridad e institución que coadyuve a la erradicación de estos potenciales focos de contaminación del ambiente necesariamente.

                Sin duda, esta es parte de la crisis económica, pero también de falta de solidaridad humana, que tanto invocaban clubes de servicio y grupos de poder económico, al dejar en la deriva la ayuda que supuestamente prestaban a los más necesitados en un pasado. La cifra de indigentes va en ascenso y los pedigüeños, no se diga.

                En dónde están los clubes de Leones y Rotario, que en un pasado propalaban la ayuda a los más urgidos de esta, como suele ocurrir con los pedigüeños y quienes visten harapos y se arremolinan en torno a las mesas de los cafetines, tan solo en espera de que alguno de sus comensales se deshaga de un mendrugo de pan, un vaso de agua, o un poco de café.

 El circulo lo completan no pocos de jóvenes, visiblemente hundidos en el consumo de las drogas estupefacientes y que conforman parte de los grupos sin ninguna esperanza en el porvenir, como se puede apreciar con esta fotografía en blanco y negro, y que se difunde cotidianamente en el principal cuadro de la capital del estado rico de Veracruz, pero repleto de pobres.

En dónde está la Cruz Roja y su auxilio, que en el pasado la distinguían como institución salvaguarda de los pobres y miserables. Y los tantos centros y grupos de poder social y económico, de ayuda al desvalido, por qué guardan silencio, nadie dice algo. Es todo.