ANUNCIOS SOBRE RENTAS Y VENTAS Y BÚSQUEDA DE EMPLEADOS, IMAGEN DIARIA

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

ANUNCIOS SOBRE RENTAS Y VENTAS Y BÚSQUEDA DE EMPLEADOS, IMAGEN DIARIA

Los anuncios que ahora no aparecen en ninguno de los medios, pero si en los ventanales y pórticos de decenas de viviendas y edificios, consistentes en avisar de la renta o venta de éstas, como el aviso que solicita empleados en una diversidad bastante amplia de empleos conforma la constante de la imagen que propios y ajenos reciben de la Atenas veracruzana.

                No son pocas las casas habitación, los edificios y los locales comerciales que se ofertan en renta o venta, tanto sobre las calles angostas de los cuatro costados de la ciudad, sino también en las plazas comerciales, las tiendas departamentales, las viviendas particulares y las que se distribuyen en recámaras y otras áreas para el que las quiera comprar o alquilar.

                A esta vorágine que se entiende como la exigente necesidad de abatir las carencias económicas en que están incurriendo miles de hogares y trabajadores de todos los niveles económicos y profesionales, debe sumarse el que algunas casas comerciales, fondas y restaurantes exhiben el letrerito famoso de “se solicita cocinera” o “ayudante de cocinero”.

                La propietaria de un restaurante importante, por la afluencia diaria de comensales que atiende en sus mesas allá en una de las plazas comerciales, ponía énfasis en su dicho acerca de la ineficacia de  contratar  una cocinera recién salida de las aulas de la escuela precisamente que debió prepararla para la chamba de chef, mesero o lavaplatos en el peor de los casos, así que encarga a sus colaboradores que busquen afanosamente a una auténtica cocinera, porque no las hay, están escasas o se fueron a los Estados Unidos de Norteamérica, en pos del sueño americano.

                La imagen de la ciudad otrora de la cultura y las flores, es la de un pueblo mal organizado, pero que está urgiendo de vender viviendas, rentar otras más y preparar auténticos cocineros o cocineras, porque su existencia es muy escasa con todo y que se dice que hay jóvenes que estudian y se capacitan para el trabajo, con una beca que les brinda el gobierno federal.

                La otrora Atenas de Veracruz, hace tiempo que resiente la ausencia de lectores de libros y periódicos tanto en los escasos locales que siguen abiertos para su venta al público y las dos bibliotecas, que aunque abren gran parte del día y las semanas, la afluencia de compradores de textos y medios impresos, se fue por la borda.

                Xalapa, es una ciudad consumo, más no de producción, ya que ningún cultivo alcanza en estos momentos los porcentajes que en un pasado ya ido, como fue la cosecha del café, la papa, la naranja y en alguna de las seis congregaciones locales, inclusive se cultivaba el chile y otros productos comestibles, propios del medio rural.

 Ahora ya no. El relleno sanitario suplió en su momento al único bastión ocupado por campesinos que dedicaban su tiempo a sembrar, cultivar y vender productos agrícolas, lo que les permitía sobrevivir con decoro, a ellos y sus demás familiares. Esperemos.

PEDIGÜEÑOS, CANTANTES Y VENDEDORES AMBULANTES, PIERDEN LA ESPERANZA DEL CAMBIO

A la fría imagen, gris por la lluvia que cae estos días, acompañada de una densa neblina que todo lo oscurece debe sumarse la cauda diaria de pedigüeños, cantantes, payasitos, traga-fuegos, vendedores de cacahuates y otros productos, que diariamente toman por asalto el casco histórico de la ciudad, sin que ninguno de ellos, aviste un cambio en sus personales existencias, las cuales para propios y ajenos, suelen ignorarlas y no tratar de remediar en parte su tragedia.

Si el gobierno no lo hace, nadie más, el sentido altruista de los viejos empresarios se apagó y el grueso de la sociedad, humanista por excelencia en la hora de ventilarse el dolor ajeno en una tragedia, ahora, poco a poco se disipa, rehúye, ante el acoso de quienes requieren urgentemente la ayuda que les permita sobrevivir, pero, además, los ignoran, por temor a la represalia de la autoridad que todo pudiera confundirlo.

Ciertamente, la época que se vive, a la gran mayoría mantiene bajo un estatus de no saber qué hacer y los valores se tergiversan horrorosamente, al grado de confirmarse que el rico siempre será rico y el pobre será siempre pobre.

los regímenes constitucionales, cabe la presunción de que hacen lo que pueden para sanar las heridas sociales y materiales de un pueblo en extremo desconfiado, pero pendiente de lo que se hace supuestamente para disfrutar de un futuro mejor. Sin embargo, la espera se alarga en el tiempo y espacio y los mismos signos de la opulencia de unos y la miseria de los más, marca el principio y final de un país y una sociedad esperanzada en los cambios, que siguen sin hacerse presentes.

Los auténticos chicos de la prensa, quisieran hacer un tanto más en favor de una sociedad hambrienta y sedienta de justicia, a través de la letra impresa o la que ahora se difunde de manera vasta en las llamadas redes sociales, empero, igual que el grueso de una sociedad sabe que se viven momentos de grandes retos y riesgos, tan solo por marcar las pautas de lo que a todo un pueblo incomoda y mantiene insatisfecho.

Por supuesto que hay temores y miedos, que se acentúan , cuando el  signo de la violencia y la muerte ronda a los cuatro costados del país, riesgosamente, no obstante que las mayorías aplastantes claman porque en su  país, ya no persistan los divisionismos, las matanzas y los extremos de una riqueza que insulta, frente a la miseria que hunde a los más débiles y los que no siéndolo, han hecho de sus propias existencias un legado, que no se  quiere apreciar de cordura, fraternidad, paz social y tranquilidad que los grandes núcleos de la población azteca, están clamando a los timoneles políticos.

Ya no más sucesos, que solo empañan la ruta a la que aspiran los mexicanos pobres y ricos, sobre todo, cuando hay de por medio un virus, que ataca por igual a toda la raza humana en el planeta tierra, donde se encuentre. Al tiempo.

GRUPO DE DAMAS PROFESIONALES Y AMAS DE CASA, YA NO PROTESTAN CONTRA LAGUNA VERDE

Vaya usted a saberlo, pero el grupo de damas profesionales, amas de casa o simplemente estudiosas de la ciencia que elevó su protesta cada sábado y por largo tiempo, en contra de las operaciones de la planta nuclear de Laguna Verde, ya jamás volvieron a ocupar la plancha de la plaza Lerdo, pero comerciantes del rumbo y otros estudiosos de las aulas universitarias las siguen recordando y teniendo en su memoria.

Su protesta era justa.

El régimen priista, sin decir agua va, total eran días del presidencialismo exacervable, representado primero por Luis Echeverría y posteriormente por José López Portillo, no necesitaron avisar a nadie ni pedir autorización de ninguna sigla oficial o institucional, para abrir las operaciones de Laguna Verde, en la generación de energía eléctrica, el 3 por ciento del consumo nacional, justificó en aquel entonces la división oriente de la CFE, con asiento en esta ciudad capital.

La apertura de la planta provocó un gran escándalo  entre grupos y comisiones de ambientalistas y especialistas en el tema de la energía nuclear, porque se bautizaría en aquellos ayeres a la planta en cuestión, como un traste viejo, que pronto  filtraría  radioactividad, con  tal gravedad, que en menos de una hora, una emanación o nube de radiación, podría causar una verdadera catástrofe a esta ciudad, pues los vientos apuntan generalmente en dirección directa de Laguna Verde, sobre Xalapa, cuyo desplazamiento alcanzaría en el lapso de una hora.

El éxodo frente a una fuga de radiación nuclear que generaría Laguna Verde, en semejantes condiciones –decían las profesionales- que acostumbraron por largo tiempo su protesta pública en la plaza Lerdo, destruiría decenas de pueblos aledaños a la planta en cuestión, sobre la zona costera del norte de Veracruz y además, segaría la vida de miles de personas inocentes.

Para fortuna de la planta en cuestión y de la CFE, instancia patrocinadora de su construcción, sobrevino  una constante de la protesta pública también del movimiento de 400 pueblos y entonces, las féminas antinucleares, ya no quisieron confundirse con las mujeres y hombres con el dorso desnudo de los militantes de aquel histórico movimiento, que asumió como suyo el caso histórico de la ciudad, en demanda de lo que aquellos consideraban sus justas demandas sociales y de reclamo y condena a los   funcionarios públicos de otros tiempos.

Empero, la plaza Lerdo y particularmente su explanada, sirvió de punto de reunión para las concentraciones que llevaban una protesta social, como fue la que suscribieron con singular fuerza y entusiasmo, un puñado de mujeres de diversas profesiones y quehaceres laborales, pero unidas, con el fin de que fuera clausurada la planta nuclear de Laguna Verde.

Tiempo más tarde sobrevino la explosión radioactiva de Chernobyl, en suelo de la antigua Rusia, lo que arreciaría aún más las condenas populares en contra de Laguna Verde, sin que los gobiernos de la república sexenalmente, dieran curso a esta demanda, de la cual se sigue pensando que ojalá se haya equivocado desde y para siempre. Es todo.