“Amor+odio”, los relatos de Kureishi que revelan la intimidad de la escritura
|- El novelista, guionista, dramaturgo y director británico vuelve a la escena literaria con un libro de relatos, ensayos y textos autobiográficos en el que retoma temas como la paternidad, el deseo, la inmigración y la cultura popular.
IDENTIDADES. Un tema que obsesiona a Kureishi. / Foto: Prensa
Ana Clara Pérez Cotten
Entre evocaciones de la juventud, el análisis político y social sobre la realidad europea y reflexiones sobre el oficio del escritor, el novelista, guionista, dramaturgo y director británico Hanif Kureishi vuelve a la escena literaria con Amor+odio (Anagrama), un libro de relatos, ensayos y textos autobiográficos en el que retoma aquellos temas con los que edificó su obra de ficción como la paternidad, el deseo, la inmigración y la cultura popular británica para iluminarlos ahora desde más cerca.
Dedicado a uno de sus tres hijos, el cineasta Sachin Kureishi, y publicado en Reino Unido en 2015, los ensayos dan cuenta de su pasado y también de un futuro que se vislumbra, textos sin fecha de caducidad. Los de ficción, en cambio, son un muestrario de su obra: relatos sobre los desconcertante que puede ser viajar, lo disruptivo de un divorcio para la narrativa, un amor de juventud que aparece en el presente o una distopía que hace del sexo y la experiencia un dispositivo de poder.
Kureishi nació en Inglaterra en 1954. Estudió Filosofía en el King’s College de Londres, y allí empezó a escribir para teatro; por aquellos años ganó el George Devine Award con Outskirts.
Hijo de padre paquistaní y madre inglesa y creador de otro tipo de narrativa poscolonial que sumó historias de sexo y rock a la línea más transitada que denunciaba el sistema de clases, irrumpió en la literatura inglesa con poco más de 20 años cuando escribió el guion de Mi hermosa lavandería (1985). Cinco años después, publicó su primera novela, El buda de los suburbios y más tarde consolidó su trayectoria con títulos como Intimidad, Algo que contarte o Nada de nada, su última novela publicada en 2018.
A pesar de que en Amor+odio el escritor aborda la trastienda de la escritura, se muestra crítico respecto a aquello posible de transmitir mediante la enseñanza del oficio. «Los aspirantes a escritor no se equivocan al querer aprender sobre trama, estructura y narrativa, pero seguir las normas no convierte a nadie en artista. Las normas solo producen obediencia y mediocridad. El artista hace preguntas sobre la autoridad moral en sí. La `estructura’ para el artista es la imaginación», propone Kureishi en una defensa a la imaginación por sobre la técnica, en la que resuena el eco de aquella intervención que hizo el sociólogo Wright Mills en los sesenta y que inauguró toda una tradición intelectual.
Idea. «Los aspirantes a escritor no se equivocan al querer aprender sobre trama, estructura y narrativa, pero seguir las normas no convierte a nadie en artista. Las normas solo producen obediencia y mediocridad. El artista hace preguntas sobre la autoridad moral en sí», dice el escritor.
La imaginación es, entonces, «tan necesaria como el amor»: «Sin ella estamos atrapados en las desoladas polaridades de esto o lo otro, en una Corea del Norte de la mente, vacía y mortal, sin mucho por ver», sostiene.
Lejos del registro del consejo o del manual, Kureishi se permite algunas confesiones sobre su oficio de escritor y cuenta que necesita empezar sus proyectos escribiendo a mano, en un gesto que cree que lo inscribe en una tradición artística: «Quiero que mi arte o mi oficio -escribir- se parezca a una actividad física como el dibujo».
También asume sus caprichos analógicos con el papel y los anotadores: «Sé que estoy listo para algo fresco cuando quiero comprar libretas nuevas. Con docenas de páginas nuevas por llenar y hojear con anticipación, puedo empezar a creer que vuelvo a ser un escritor: el vacío de la página en blanco es una invitación y un límite para el desorden de mis ideas».