DESATINOCRACIA

DESATINOCRACIA

Por Juan Baizabal

En la columna del martes pasado, hablamos de la gran importancia que ha cobrado el Derecho Internacional en nuestros días; como el encargado de regular las relaciones públicas y privadas entre los países, con la finalidad de preservar la paz, el respeto y la cooperación; a través de acuerdos, tratados y convenciones de carácter escrito.

¿Cómo surgió el Derecho Internacional? Este derecho, nace a partir de la idea de la Soberanía a favor de los Estados, teoría desarrollada por el pensador y jurista francés Jean Bodin en el siglo XVI.

Mientras Francia vivía entre las guerras civiles entre católicos y protestantes. Bodin cobijó un tercer partido, el de los Políticos. En el que proponía una tolerancia religiosa y el reforzamiento de la autoridad del Estado como árbitro que garantizara la paz entre las comunidades enfrentadas, a través de la Soberanía como el poder único, perpetuo, absoluto e indivisible que impone el orden en un Estado.

Pero fue a raíz de la “Guerra de los 30 años” (1618-1648) que la idea de la Soberanía tomó fuerza y propició la conformación de los Estados Europeos.

Lo que inició en 1618, como un conflicto interno del Sacro Imperio, acabó siendo una guerra internacional entre católicos y protestantes. Sin embargo, no fue únicamente una guerra religiosa, sino que también fue un conflicto de carácter político y económico.

A partir de la Guerra de los 30 años, los procesos de resolución de conflictos bélicos pasaron a resolverse mediante conferencias diplomáticas, las cuales se hicieron a través de reuniones para establecer los principios de paz, como la Paz de Westfalia.

La Paz de Westfalia es la resolución final de la Guerra de los 30 años, celebrado en 1648. Recoge los dos tratados de paz de Osnabrück y Münster. Actualmente es considerado como el antecedente más importante en materia de negociaciones internacionales.

Se estableció el principio de la integridad territorial, la cual se ha convertido en el fundamento de la existencia de los Estados, frente a la concepción feudal de los territorios y pueblos que constituían un patrimonio hereditario.

La Paz de Westfalia dio lugar al primer congreso diplomático moderno e inició un nuevo orden en Europa central basado en el concepto de Soberanía. Los acuerdos buscaban tres principios primordiales: la Soberanía, la Igualdad y el Equilibrio entre todas las potencias para asegurar una convivencia pacífica internacional.

Sin embargo, hoy en pleno 2022, vemos como estos acuerdos internacionales no son del todo perfectos, es decir, no son respetados y ni acatados en su totalidad. Independientemente de los “motivos” que tenga Rusia para invadir e inicia una guerra en Ucrania, no hay razón que justifique el nulo respeto a la soberanía de cada Estado-nación.