SE ACABÓ LA IDOLATRÍA POR LOS CASTRO RUZ, PARA CUBANOS

* ”Si quieres entender a una persona, no escuches sus palabras, observa su comportamiento”: Albert Einstein

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

SE ACABÓ LA IDOLATRÍA POR LOS CASTRO RUZ, PARA CUBANOS

Como todo lo que comienza, tiene también su final, así que para el grueso de los ciudadanos cubanos la era de los Castro Ruz, casi endiosamiento, concluyó después de seis décadas, no obstante, aquellos siguen sin poder salir de su pobreza, bajo un régimen socialista agotado, de donde 8 de cada 10 ciudadanos quisieran salir huyendo hacia los Estados Unidos de Norteamérica, porque les entusiasma la idea de vivir en el país más poderoso, democrático y de las oportunidades en el mundo.

                Por cierto, el ansiado sueño americano, igual comienza a decaer. Ya no es la panacea que lo fue para los braceros  latinoamericanos, incluidos los mexicanos, que fueron a trabajar a la tierra del tío Sam, consiguieron  excelentes dietas ,salarios y al término de su jornada laboral por años, algunos todavía siguen recibiendo sus pensiones de fábula, en un país de salarios mínimos de hambre, como es México.

                Estos  braceros, forjaron su  fortuna personal en quehaceres que realizaron en territorio yanqui. Excepto los cubanos, que tuvieron siempre una atención mucho muy superior a la de otros inmigrantes, habida cuenta de que una mayoría ostentaba uno, dos o hasta tres títulos universitarios, pues no hay que perder de vista, que el comandante en jefe de las fuerzas armadas Fidel Castro Ruz, abrió tantas aulas escolares como fueran necesarias, para abatir el monstruo del analfabetismo, que había heredado del dictador Fulgencio Batista.

                Todavía durante los primeros años del siglo XXI, el pueblo cubano veía en la imagen de Fidel Castro Ruz a una deidad, a la cual, al que con solo retarlo con la vista, podía representar la muerte del osado mortal, que se había atrevido a semejante  forma de ofenderlo.

                Empero, fue con el desgaste natural de la administración de Fidel y luego el ascenso de su hermano Raúl al poder, que los cubanos abrieron los ojos y comenzaron la batalla que no termina, con el objetivo de finiquitar el sistema  bajo el cual, los caribeños padecen hambre, sed de justicia y ganas permanentemente de salir huyendo de la isla, considerando que sobre territorio de Estados Unidos, van a encontrar la salvación, amén de alcanzar el milagro de vivir en donde se reconozca su condición humana y poner en práctica su elevada preparación académica, intelectual y de profesionales capacitados para desarrollar grandes proyectos.

                En la visita que  este reportero hizo a la isla, en un mes de julio, al iniciar el nuevo siglo XXI, pudo presenciar el imán que representaba en la conciencia popular el presidente Castro Ruz al transitar por las calles y avenidas de la Habana nueva. En ese entonces, nueve de los diez millones de habitantes, habían cursado hasta dos y tres carreras universitarias, pero sus percepciones salariales, seguían siendo muy raquíticas.

 Así que con la muerte de Fidel y la salida de Raúl del poder central, el cataplum se dio igualmente entre la gente sencilla del pueblo, que no da mayor crédito para que el régimen les vaya a ofrecerles las más elementales libertades y una sobrevivencia con decoro y dentro de la pluralidad. El unipartidismo, en el curso de sus vidas, lo encontraron nefasto y lacayuno, distante del sentir de las mayorías.

En aquellos ayeres, los cubanos en la calle se ufanaban de no tener aseadores de  calzado  y justificaban dicha ausencia, porque el pueblo tenía dignidad y por otro lado. En otro sentido la memoria de Cuba preserva dos nombres de políticos mexicanos, que les merecen respeto y consideración, el del presidente Benito Juárez y el de don Fernando Gutiérrez Barrios, ex gobernador de Veracruz, entre otros cargos que ostentó y lo conoció la guerrilla que se integró en territorio de Tuxpan de Rodríguez Cano, de donde saldría el comando Castrista en el baro al que impusieron el nombre de Granma.

JOE BIDEN, ASEMEJA UN PRESIDENTE DEMÓCRATA, JUSTO Y AJENO A LA GUERRA

Para la celebración de la próxima Cumbre de las Américas, se cuenta extraoficialmente que el tío Sam no quiere saber de la asistencia a la misma, de las representaciones  de los gobiernos de Nicaragua, Venezuela, Nicaragua y muy probablemente ni de Cuba, no obstante que las corrientes migratorias de la isla hacia la unión americana, gozan de un permiso especial y una  visa que les permite desarrollarse a los cubanos, según su preparación y habilidades.

Caso concreto, se puede apreciar con la legión de peloteros que sirven a los equipos de las ligas mayores, verdaderos trabucos del rey de los deportes, quienes aprenden a cobrar carretadas de dólares como salarios y la expectativa de conseguir la residencia definitiva  para radicarse en forma definitiva, en alguna de las ciudades estadounidenses.

La nación más poderosa del mundo, de siempre ha mostrado su rechazo al régimen de dictadura, representado primeramente por los hermanos Castro Ruz y ahora de los dictadores  de Venezuela y Nicaragua y de Bolivia, sin embargo, ha abierto sus fronteras para que sean los propios migrantes procedentes de aquellas latitudes, elijan en su oportunidad porque vía o cruce de frontera pretenden llegar a territorio estadounidense.

Dentro del grupo de estos  héroes anónimos, como suelen calificarlos algunos de nuestros políticos hasta se solazan con que connacionales suyos viajen con rumbo a la unión americana, ante lo irremediable de no tener una fuente de empleo que les permita satisfacer su hambre y la de sus demás familiares.

Se  cuenta que son más de 20 millones de mexicanos, los que han tenido que huir de su país, al no contar aquí con condiciones para poder trabajar y que sus hijos estudien  y asistan a recibir clases en las escuelas de las universidades que ellos puedan elegir, igual, entonces,  la fuga de cerebros hacia los Estados Unidos es una constante que no cesa.

En consecuencia, la Cumbre de las Américas, atrae la atención del resto del mundo, porque mientras la tierra del tío Sam asumió una  posición determinante en contra de Rusia, tocante al vasallaje del imperio ex soviético  para someter a la república de Ucrania, el grueso de naciones, y más las latinoamericanas, poco interés muestran sobre la matanza de ucranianos, la cual se sigue registrando, ya suma a la fecha miles de vidas inútilmente sacrificadas por los ejércitos que comanda el señor Putin.

En apariencia, las tantas sanciones que ha impuesto el tío Sam a Rusia, pareciera que le vienen holgadas, como lo registra el hecho de que al señor Putin, ni le benefician ni afectan. Lo que propicia por otro lado, que el consejo de seguridad y la propia ONU, esté adelantando su potencial desaparición, al fallar irremediablemente como el árbitro que ordene la pacificación en una zona, que bien, puede propiciar la tercera guerra mundial.

Cuando el mundo se dividió en los bloques de un capitalismo y un socialismos y los latinoamericanos, con todas sus riqueza naturales, optaron por asumir la segunda forma de convivencia entre sus habitantes, igual, estaría, imponiendo el sello de la pobreza, el abandono, la desigualdad que lacera y el analfabetismo que aporrea lastimosamente a las naciones de este lado del planeta tierra, una mayoría con gobiernos populistas y  de dictadura.

AL PAÍS LA LIBERTAD DE EXPRESION, LE HA COSTADO MUERTES, ODIOS Y RENCORES

En las aulas de la ex facultad de periodismo de nuestra Universidad Veracruzana, aquellos legendarios maestros de los años 60 del pasado siglo XX, imprimieron una huella en cada uno de sus ex alumnos suficiente para entender desde aquella época que abrazaban un oficio peligroso, consistente en que cada profesional de la pluma debía escribir diferente al texto que  muchos de los actores de la vida pública de este país, hubieran querido hicieran  como los políticos lo habrían imaginado.

La verdad y nada más que la verdad, en una entrada de 33 palabras, con que la nota va a exponer la verdad sobre los hechos. El periodista está obligado a decir las cosas como son, no como lo quisiera el actor  principal de una declaración. Un periodista libre, lo podrá hacer. El que no lo sea, se está colocando asimismo la soga al cuello.

Un Francisco Gutiérrez y González, advertía que el periodismo  se refiere a la película diaria de los hechos que se suceden en la sociedad, que pueden  beneficiar a unos y  no a otros, pero también debe ser muy cuidadoso el periodista al ejercer bajo la presunta imparcialidad, con un juicio crítico y pensando en los demás. Este es un historiador de los acontecimientos que se suceden cotidianamente y que a la gente le interesa conocer.

El gobernador López Arias, severamente cuestionado por la prensa de su tiempo, siendo mandatario de Veracruz y duramente acusado de comisiones de carácter delictuoso, cuando operó como procurador de la república, en memorable ocasión, al hacer la entrega de cartas de pasante de periodismo, junto con el padrino de la generación, José Pagés Llergo, diría textualmente:

“Un auténtico periodista, es aquel tras de caminar y regresar a la redacción de su periódico, con las suelas de sus zapatos desgastadas, se sienta ante su mesa de trabajo y desarrolla con su máquina, las impresiones que recibió al atestiguar un hecho, que daña a terceros, lastima a una familia o violenta los derechos humanos de la sociedad”. Ante lo inocultable, el periodista debe  ser fiel a la palabra escrita, bajo su pluma, sin temor alguno a ninguna reprimenda, porque ésta, no se debe dar. Su dignidad, debe ser primero. Observaba.

Los estudiantes de la vieja casona que ocupaba la escuela de periodismo sobre la calle de Zaragoza y que posteriormente pasó a estrenar su edificio en la calle de Arista, de los años 60 cuestionaban el por qué las pagas de salarios infames, cuando  los académicos insistían en que el periodismo era una profesión, igual, que el resto contemplada en la ley de profesiones, además de carecer de las elementales prestaciones, que todos en el gremio saben, pero que se cuidan de no señalar, por temor a ser corridos en no pocas veces por sus patrones.

Por toda respuesta, algunos académicos de aquella interesante época, coincidían en señalar que más que una profesión, escribir era una de las bellas artes, a la cual o al dedicarse como tales, los reporteros, estarían  obedeciendo con una profunda vocación, el querer transformarse y dar voz a quienes no la tienen, específicamente los mexicanos a quienes han dicho sus autoridades que viven en un país democrático y con pluralidad. Es todo.