LA PERCEPCIÓN EN LA GENTE, ES DE DUDA EN TORNO A AUTORIDADES, POR VIOLENCIA

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

LA PERCEPCIÓN EN LA GENTE, ES DE DUDA EN TORNO A AUTORIDADES, POR VIOLENCIA

                Hay una constante de hechos delictuosos, los cuales incluyen matanzas, acosos y más violencia que se comete contra el común de ciudadanos, los cuales suelen ya no denunciar ante autoridades lo que están violentando a buena parte de la sociedad, porque la credibilidad en el aparato de procuración de justicia y sus derivados, está lejos de darle a la sociedad la confianza y credibilidad inexistentes en esta hora de crisis.

                No hay día que trascienda, sin saberse un hecho que enturbia el contenido  de paz, que refieren los hombres del poder, desde sus foros y la comodidad  a sabiendas de que a ellos no llegará ninguno deseos eventos, que enturbian la paz social, dejan una estela de muertos y la paz social se ve trastocada de manera terrible.

                Sexenalmente hay un recuento de hechos, que igual, en esta ocasión va a la alza, por más que las instancias encargadas de preservar la paz y tranquilidad sociales, diga lo contrario. La pluralidad de medios existente en el país, da cuenta de los asesinatos de mujeres que alcanza la cifra de once cotidianamente, amén de los secuestro de menores, la multiplicación de mujeres llevadas a la trata de personas, con mayor persistencia y el desorden generado por falta de una determinación concreta de las autoridades para abatir esta era de sangre y violencia.

                 En este espacio, se ha dicho que solamente determinado sector de la sociedad mexicana, escapa al vasallaje de la violencia. Ese grupo, al que pertenecen las familias completas de los poderosos del gobierno, la policía y alguno que otro de los sectores desprotegidos de todo, pero que militan en trincheras menos afectadas por las matanzas, se preguntan hasta cuándo va a continuar esta era criminal.

                Debe decirse que la sociedad en su conjunto poco o nada cree en las instancias de seguridad. El miedo-lo han dicho grupos sociales importantes- no es de ahora, pero sí se ha recrudecido terriblemente en los últimos tiempos. 6y sobre la sanción a los ilícitos y en contra de quienes los cometen, igual, se van espaciando a grado tal, que la gente no da crédito alguno a las instancias del poder, y por añadidura, pierde la confianza y credibilidad de las siglas que prometieron velar por la tranquilidad y seguridad de los ciudadanos.

                Como todo lo dicho anteriormente, está lejos de materializarse en la realidad, al común ciudadano no queda más que  manifestarse y soltar los enojos, rencores y odios que trae consigo, frente a la casi diaria realización de manifestaciones públicas, tomando carreteras, bloqueando caminos y puentes, ya que la ola de la inseguridad y la matanza de seres humanos lamentablemente se repliega y se niega a llegar a su fin.

                Estábamos concluyendo este espacio, cuando se informa sobre la ejecución a tiros de dos periodistas en la zona sur del estado propiciando en amplia región la protesta pública, el estupor y las condenas surgidas de la impotencia de cientos de miles, preguntándose mirando al cielo, porque esta clase de sucesos no termina, sino hasta pareciera con datos duros, todo lo contrario, lo que atiza para ver más siniestrados los campos y la vida cotidiana de nuestro pueblo, que añoran los años idos de aquella paz franciscana. Esperemos.

EL PROBLEMA NO ES CON CUBA, SINO LA DICTADURA CRIMINAL DE 70 AÑOS

Al margen  de si se puede no congeniar con el régimen de dictadura que mantiene a Cuba bajo postración desde hace setenta años, el problema que tienen el tío Sam es con sus gobernantes, no el pueblo, para el cual, los puentes de comunicación están abiertos y mantiene un especial trato diplomático para cada ciudadano caribeño, que consigue librar las cadenas que lo mantienen sin voz ni condición humana, que haya que ponderar y elogiar.

El régimen tuvo sus momentos de  fortuna, de  gloria y plena satisfacción para quienes fueron sacados de las penumbras, con dotarles de escuela, salud, empleo, vivienda y que de esa forma, sus gobernantes (entiéndase los Castro Ruz) y los cien guerrilleros, que ingresaron a sierra maestra, para invadir su territorio y tomar por la fuerza el país y derrocar al entonces dictador Fulgencio Batista.

Sin la ayuda del gobierno mexicano, quien dio cabida y protección a cien rebeldes que incursionaron en territorio azteca, para  fortalecer su grupo y prepararse con la guerrilla, en los campos de Tuxpan de Rodríguez Cano, meses antes de aquel diciembre de 1959, cuando Fidel y Raúl, Camilo Cienfuegos y un centenar de rebeldes se pertrecharon con armamento y la construcción de la barcaza, a la que bautizarían con el nombre de Granma su lucha no habría alcanzado el gran final.

Este episodio ocurrió durante los primeros días de enero del 59, cuyo arribo se dio en sierra maestra y de allí en adelante comenzaría la incursión por varios meses, hasta culminarla en su ingreso a la Habana, la cual, una vez tomada por los rebeldes, de inmediato, Fidel Castro ordenaría la apertura de miles de aulas, para brindar las primeras enseñanzas y romper con el analfabetismo, que alcanzaba fácilmente al casi total de habitantes de la isla.

Esta  actividad, culminaría con un régimen de igualdad, los cubanos cursarían estudios en todos sus niveles educativos y obtendrían un título profesional, cuando menos, a la par que se arreglaría la crisis alimentaria y los servicios médicos de primer orden, orgullo de la isla caribeña ante el resto del mundo.

 Sin embargo, las libertades de opinar, escribir y participar, les fueron canceladas al pueblo, que educado, bien alimentado, quiso estar siempre a la vanguardia en la región latinoamericana, pero no lo permitió el binomio, integrado por los hermanos Castro, quienes se mantuvieron en uso del poder, la friolera de casi 60 años, con la ampliación obvia representada actualmente por el régimen de dictadura, instalado en la isla desde hace 70 años.

A cambio de todo ello, el pueblo cubano, es o forma parte de una sociedad castrada en la práctica de sus derechos y libertades civiles, humanos, de opinión y participación lo que ha propiciado que la fuga de caribeños de la isla, vaya en aumento, al grado de que en este momento,  conforman la clase de la región latina más compacta que arriba a suelo yanqui, pero los gobiernos  estadounidenses siguen a la espera del momento para democratizar la vida pública de los cubanos.

CUÁL SENSIBILIDAD, LA CFE CORTÓ LA LUZ ELÉCTRICA A USUARIO POR ADEUDO DE UN PESO

No lo va usted a creer, pero al usuario cuyo medidor es el número 827020208378 y pertenece a la CFE fue víctima de los poderosos trabajadores dl sector eléctrico, a quien no le perdonaron que en su último recibo de consumo de energía eléctrica, que nunca le llega con  puntualidad, pero en cambio, sí encontraron los verdugos, que el consumidor en cuestión enfrentaba el adeudo de un peso.

Así quien no va a estar de acuerdo con los más de 200 diputados que  cerraron el paso a la reforma eléctrica, porque ni en los peores tiempos que haya vivido el país, con el PRI o el PAN, había sucedido semejante atentado al bolsillo del usuario que no solo tuvo que ver suspendida la energía eléctrica y expuesto sus aparatos que trabajan a base  de aquella, a perderse por desperfectos consecuentes,  como es la comida metida en el refrigerador o que su vivienda, haya quedado por las noches en medio de  una verdadera cueva de lobo, sobre una arteria donde el alumbrado público se reduce a un foco y en donde la vigilancia policiaca es nula.

Por supuesto, la indignación del usuario o consumidor del servicio en cuestión, no se da por el peso adeudado, sino que además, explica  el usuario de los destinos supuestamente residenciales de las Animas, que los recibos por consumo de energía a su vivienda como al resto del barrio, llegan cada que dios se descuida. Un peso, que a los insensibles trabajadores sindicalizados de CFE, importa un bledo afectar a  una familia, quedó sin el mencionado servicio.

 Más aún, porque pudieron llegar a dicha propiedad, anunciarle a sus moradores que iban a cortarle la energía eléctrica, so pena  de que debía pagar un peso, que como adeudo, podía dejar en la pobreza a los poderosos políticos que tienen a su cargo la administración del sector eléctrico.

El otro argumento, que pudo haber invocado  el influyente grupo de servidores de la gerencia regional de la CFE para obligar al usuario a cubrir el fabuloso adeudo de un peso, sería que el suministro de la energía en cuestión, por  no haberse nacionalizado, como lo proponía la reforma eléctrica, dejó en despoblado a la caja recaudadora del organismo paraestatal y por ningún concepto podría solidarizarse con un usuario, porque es individual el faltante y el mensaje presidencial de solidaridad con el pueblo, en este caso, no pega.

En otro orden, pero siguiendo en la ruta de CFE, a diferencia de un pasado, ahora los consumidores o clientes que pretendan ingresar a las oficinas de CFE, sobre la calle de Allende, deben someterse al escrutinio de dos guardias, quienes interrogan a semejanza de cualquier fiscal a los solicitantes de audiencia, para poder canalizarlo a alguna de las ocho mesas, encargadas a los funcionarios que supuestamente atienden con  singular celo a todos aquellos. Es todo.

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