Largo adiós a LEGOM; falleció el poeta, dramaturgo, narrador y ensayista Luis Enrique Gutiérrez
|- El dramaturgo, que abrió el cauce para el texto dramático del siglo XXI, murió en Xalapa
CIUDAD DE MÉXICO. Falleció ayer el Xalapa el poeta, dramaturgo, narrador y ensayista mexicano Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio (1968-2022), conocido como LEGOM, autor de obras como Diatriba rústica para faraones muertos (2000), De bestias, criaturas y perras (2003), Las chicas del 3.5”floppies (2003), Sensacional de maricones (2005) y Civilización (2007).
Originario de Guadalajara, el narrador y ensayista, nacido el 3 de diciembre de 1968, estudió para contador bancario, pero se convirtió en poeta, activista cultural y uno de los dramaturgos más contundentes de nuestro tiempo.
PRecibió el Premio Bellas Artes de Obra de Teatro para Niños 2016, el Premio de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón 2014, el Premio Nacional Manuel Herrera de Dramaturgia 2006, el Fringe First Award 2005 y el Premio Iberoamericano de Dramaturgia 2000, convocado por la Unesco y el Gobierno de Mérida y, de acuerdo con el también dramaturgo y crítico de teatro Fernando de Ita, es “el autor dramático del siglo XX que abrió cauce para el texto dramático del siglo XXI”.
En un artículo recién publicado por Fernando de Ita, en su Salida de emergencia, recordó algunos de los últimos momentos del dramaturgo mexicano. Por ejemplo, cuando se le perforó el intestino, a principios de abril.
Luis Enrique estaba metido de lleno en la reconstrucción de la casa del siglo XVIII que tiene Kay (Sánchez) —su mujer— en el centro de la ciudad de Coatepec, preparando sus clases con ahínco…
Pero, sobre todo, estaba resistiendo el deterioro de tantos años de diálisis…
Siempre me asombró la cantidad de medicinas que tomaba para contrarrestar los males que le torturaban el cuerpo, y la disciplina con la que asumía sus tres visitas semanales para el cambio de sangre”, dijo. Sin embargo, ayer falleció luego de una infección en el sistema digestivo y ante la debilidad de su sistema inmunológico, luego de 17 años de hemodiálisis.
A lo largo de la tarde, el legado y las aportaciones de Luis Enrique fueron recordadas por amigos e instituciones culturales. Por ejemplo, el escritor y director de escena Enrique Olmos de Ita, quien lo imaginó “sentado a la derecha de Esquilo”; o el escritor Alberto Chimal, que lo definió como “de los muy pocos autores de mi generación plenamente reconocidos. Nadie discutía, nadie podía discutir, el valor de su obra como dramaturgo. Descanse en paz”.
También se pronunciaron instituciones como la FIL de Guadalajara, el Foro Shakespeare, Paso de Gato, El INBAL, la Coordinación Nacional de Teatro, la Compañía de Teatro de la Universidad Veracruzana y la Compañía Nacional de Teatro.