Diana Bracho, de la palabra hablada a la escrita; la actriz incursiona en la literatura
|- La actriz mexicana acaba de publicar su primer poemario Pronóstico reservado, que reúne cien textos dedicados a la vida y la muerte
Cuando se escribe poesía, entra uno a su propia alma, al corazón; a veces a los sentimientos más oscuros que ni siquiera reconoces, pero también a momentos de mucha pasión o sensualidad”, afirma la actriz Diana Bracho (1944).
A más de 50 años de su debut profesional como actriz de teatro, cine y televisión, decidió entrar a la literatura por la puerta grande y compleja, la de la poesía, y acaba de publicar su primer poemario, Pronóstico reservado (UANL), que se presentará este sábado en la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles de Coyoacán.
Al escribir poesía, poco a poco empecé a encontrarme a mí misma. Aunque no es un libro autobiográfico, sino que habla de emociones y experiencias profundas; pero no describe mi vida, tal vez mi vida interior”, comentó ayer en rueda de prensa.
Quien estudió Filosofía y Letras en Nueva York, y que ahora pasa de la palabra hablada a la escrita, sin dejar la primera, detalla que su primer título reúne cien poemas dedicados al misterio de la vida, a la muerte, al amor, la naturaleza, la belleza, la ausencia y el abandono.
Son temas universales que están cerca de la filosofía. Recuerdo que escribí mi primer poema a los siete años; fue sobre la muerte del poeta Xavier Villaurrutia, quien era amigo de mi papá. Desde entonces me preocupan los tópicos que tocan a todos”, agregó la hija del cineasta Julio Bracho.
Compartió que empezó a escribir un poco como la poeta estadunidense Emily Dickinson, “guardando toda proporción”, en servilletas, papelitos, con lápiz o con pluma, pero siempre a mano. “Yo a la computadora sólo le digo ‘¡Hola!’ y la cierro”.
La sobrina de las actrices Andrea Palma y Dolores del Río narra que, cuando Celso Garza, secretario de Extensión y Cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León, la animó a publicar sus poemas, se puso a revisar el material que tenía desde hace años “sin prisas ni ansias”.
Dividió los poemas en tres secciones para darles un cierto orden. “En la primera integré los textos cortos, en la segunda los más largos y en la tercera, Coda, puse los poemas basados en el haikú japonés, cuya estética me ha influido mucho.
El haikú es una forma muy estricta que tiene tres líneas de cinco, siete y cinco sílabas. Es una poesía concreta, discreta, humilde, rica, con muchas paradojas. En mis versos, no guardo la forma estricta del haiku, pero su espíritu está ahí”, destacó.
Quien debutó en el cine en la película El castillo de la pureza (1972), de Arturo Ripstein, reconoce que el encierro motivado por la pandemia de covid-19 le dio oportunidad de revisar sus poemas, corregirlos, renovarlos y hasta eliminar varios.
La pandemia fue un momento crucial para quienes pensamos que el encierro fue algo maravilloso y creativo. Trabajé y leí mucho en este lapso. No me descuidé, no me dejé caer, porque así soy yo, luchona. La pandemia fue terrible, pero el encierro no. No me da miedo estar sola. Enfrentamos una fragilidad humana tremenda.
Por esta razón, hay mucho de la muerte en este libro; pero no como algo terrible, que te asusta y da miedo, sino la muerte como un motivo de la vida. Morir bien es una aspiración humana. Por eso escribí mi propio epitafio”, añadió.
La actriz que ha participado en más de 40 películas y 26 telenovelas indicó que “tanto en mi trabajo actoral como en mi escritura, tengo la misma filosofía: menos es más. Si puedes decir algo con una palabra, para qué lo dices con cuatro. Hay que buscar la palabra exacta, ese es el secreto de la síntesis.
Este libro tiene esto”. Bracho explica que la portada de Pronóstico reservado es la obra Noche en Coyoacán (2015), del pintor Juan Manuel de la Rosa.
Es el primer cuadro que le compré a quien se convirtió en mi pareja, quien murió el año pasado.
Lo hizo cuando acabábamos de empezar a vivir juntos. Por eso lo escogí. Tiene el color rojo del corazón, por lo que espero que mis poemas le toquen el corazón a quien los lea”, concluyó.
El poemario será presentado el 18 de junio, a las 13:00 horas, por las poetas Coral Bracho y Carmen Villoro, informó Hilda Trujillo, directora de Cultura de Coyoacán, organizadora del evento.