PAPÁ:
|Sergio Armín Vásquez
Lo que soy ahora te lo debo a ti.
A los ojos del mundo tal vez no sea nada.
Pero a los ojos tuyos lo soy todo.
Aunque no lo digas.
Tu corazón de niño fue doblegado a punta de palos.
Por eso tienes ese carácter de tan poco afecto.
Me veo en tus ojos.
No sé si soy yo o es el niño que por fin emerge.
Aunque ya se le hizo tarde.
Ahora ríes como no lo hacías antes.
Hasta me pides dulces.
Llego y te saludo.
Te levantas despacio.
Te tomas tu tiempo.
Me miras y sonríes.
Más tarde me despido de nuevo.
Me alejo y sigues diciendo adiós.
Eso mismo me pasaba a mí.
Terminas en donde yo empiezo.