VERANO
|Musa Peregrina
El verano se recuesta sobre mis días,
deja sutiles huellas en la arena dorada,
observa dulcemente aquellos que se besan
y con sus labios crean sonidos de caracolas,
entre espuma ligera el viento enamora,
a pesar de la distancia
sonroja a los amantes cotidianos.
Mar espejo de vida,
misterio de siglos e
indescifrable poder,
ya danza ante ti la brisa,
el tiempo la rodea
por la cintura
con una pasión perenne
desencadena su furia,
ante un sol ardiente
palpita sueños,
embriaga con suspiros
el plata de la luna.
Se inunda el mundo
de un calor intermitente,
las playas desnudan
con su encanto mi puerto
ante la mirada amorosa
del verano presente,
majestuosos acantilados,
vigías del amor que riza la memoria,
en abismal océano
ya reposan sus entrañas,
esperanza, vida y gloria.
¿Mar y verano, dónde te viertes?
en la cresta de tus olas
en la luz del faro que advierte,
en el destello del universo,
que naufraga silente.
Verano que llegas hasta mi orilla
y me transformas en gaviota solitaria,
pescadora de latidos amorosos
y pretéritos atardeceres,
que yacen en el brillo
de una estrella marinera,
erguida en estelar horizonte,
observando la fogata que arde
a lo lejos en mi alma de sirena,
herida con la sal de una lágrima.