EL CÍRCULO DE CULTURA “JUÁREZ MARTÍ”. LLAMABA A LOS JÓVENES REBELDES EN 68

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

EL CÍRCULO DE CULTURA “JUÁREZ MARTÍ”. LLAMABA A LOS JÓVENES REBELDES EN 68

                Ya hace casi 60 años los jóvenes estudiantes de la Universidad Veracruzana y particularmente los estudiosos de la facultad de Periodismo, festejaban que  predominaba en ese tiempo un caudal de ideas de izquierda, inspiradas sobre todo en héroes, líderes sociales y luchadores políticos contrarios a los gobiernos encabezados por dictadores y autoritarios, específicamente en países de esta América Latina.

                Los jóvenes universitarios leían poesía, historias de los pueblos que se sacudían de las cadenas del autoritarismo y los gorilas, gustaban de decir discursos y escuchar a conferenciantes que llegaban de la gran urbe del antiguo DF al puerto de Veracruz.

                Estaban latentes las ideologías de Mo Tse Tung, fundador de la  grandiosa nación china y de Ernesto Che Guevara, el médico cirujano  de origen argentino, quien instaló la guerra de guerrillas en diversas regiones de América Latina, siempre en contra de los regímenes de la gorilocracia, los golpes de estado llevados a cabo por militares y los gobiernos que se eternizaban en uso del poder, al cual, algunos de ellos llegaban por vía democrática, con el voto popular.

                En aquel círculo de difusión de cultura e intercambio de diversas lecturas de los autores de textos histórico-políticos de la época, del “Juárez Martí”, a invitación del maestro Armando Correa Gana, académico en la antigua facultad de Periodismo, concurría un selecto puñado de muchachos, ávidos de leer a los autores mexicanos entre otros a Carlos Fuentes, Octavio Paz, Carlos Monsiváis, destacando entre otros, del vecino puerto de Veracruz, las lecturas del doctor Diódoro Cobo.

                A la nueva izquierda mexicana de aquellos días, se sumarian  las epopeyas de los  líderes  con una ideología socialista Genaro Vázquez, Lucio Cabañas y el dirigente del sindicato de ferrocarriles nacionales Demetrio Vallejo.

                No había joven universitario, por aquellas fechas, que no creyera en que el socialismo era la fuente de sabiduría para poder representar la cara aspiración de los pueblos, en la lucha por alcanzar las libertades, que ciertamente, padecían de haber sido castradas en una buena parte de los países latinoamericanos, por los regímenes de la dictadura.

                Nicaragua, Haití, Cuba y Bolivia, comenzaban a vivir la pesadilla de no poder elegir los ciudadanos a sus gobernantes, teniendo que soportar a mandatarios tiranos y  autoritarios, a los que únicamente importaba  alcanzar el poder y eternizarse en éste.

                México, de alguna manera experimentó igualmente los estragos que provoca una dictadura, como fue la representada por el general Porfirio Díaz, no obstante, que de su ejercicio, una buena parte de la población azteca, la que radicaba en las ciudades más urbanizadas del país, se veían gustosamente congratulados, con la mano dura, con que gobernó el general, por espacio de 34 años.

                Así que el círculo de lectura, que operó en el vecino puerto de Veracruz, atrajo la atención de otros estudiosos de las diversas ciencias del saber humano, amén de la gente sencilla del pueblo, que de esta forma hacía aflorar las ideas de izquierda, metida hasta los codos entonces como pueblo, en las fauces de los regímenes  disfrazados de demócratas, pero constituidos y en ejercicio, como dictaduras perfectas, vale recordarlo con la definición que hiciera del sistema político mexicano priista, el escritor Mario Vargas Llosa.

                Y es que el país azteca, vivió dentro de una república perfecta, de tres poderes estatales, una libre participación social y libertad  en el manejo de las ideas y la opinión pública, amén de constituir así el estado de derecho.

TATIANA CLOUTHIER Y “LA JAURÍA DE PERROS”, QUE RODEA AL PRESIDENTE

                La frase de aquí no pasa nada, pareciera confirmarse con lo dicho recientemente y aparecido en numerosos medios, como es la declaración cumbre elevada al aire por la economista Tatiana Clouthier, al puntualizar que “una jauría de perros rodea al presidente”, lo que ninguno de los presuntamente aludidos ha aclarado.

                Sin embargo, entre no pocos de los morenistas radicados en alguna parte del interior del país, se trata del “normal” golpeteo  en la carrera anticipada por  la sucesión presidencial. La ex coordinadora de la campaña presidencial  de AMLO puso su renuncia, con una carta que leyó en una conferencia de prensa mañanera, desde palacio federal.

                Más tarde, ya en su retiro como secretaria de Economía, la heredera de don Manuel Clouthier, uno de los pilares en la fundación del PAN en este país, acusaría que “una jauría de perros rodea al presidente”- Sin embargo, ninguno de los aludidos ha salido a defender su cercanía amistosa o política con el jefe de la Nación, todo lo contrario, los presuntos aludidos, guardan un silencio sepulcral.

                Empero, para el buen entendedor, pocas palabras, porque si de perros se trata, es seguro que se debe  en buena medida a quienes en tropel acuden hasta palacio nacional, en búsqueda del visto bueno presidencial, para la época que viene.

                En el antes, quienes ejercían como funcionarios públicos, legalmente eran forzados a tener que abandonar sus huesos y lanzarse a la aventura de buscar la nominación para ocupar encargos de elección popular, con sus propias uñas, pues se consideraba que quien  tiene a su disposición recursos públicos, bien puede desviarlos al pago de gastos de sus respectivas campañas, lo que les hace colocarse a la delantera en el hándicap por cualquiera de las carteras sujetas a la elección de los ciudadanos.

                En la hora actual, el carisma, popularidad y reconocimientos ciudadanos mexicanos, los sigue contando en torno suyo, el mandatario Andrés Manuel López Obrador, quedando muy lejos  todavía de conquistar por si solos alguna simpatía generalizada entre el grueso de la nación azteca, inclusive las llamadas “corcholatas”. Es decir, éstos, siguen sin levantar su imagen y mucho menos que desborde la ciudadanía por uno u otro, como fuera a lo largo de 18 años, por el fundador del partido Morena.

                Más aun cuando el pueblo mexicano, se encuentra  bastante dividido y una gran mayoría se ha metido en la ola de los odios, rencores y venganzas personales que justamente no benefician a nadie. Empero, la moneda está en el aire y los capitanes de la madre de todas las batallas electorales está por venir.

CALLES CORTAS Y ANGOSTAS, REPLETAS DE COCHES Y AHORA CAMBIO DE PLACAS, SIN RAZÓN

                Con el presidente Ernesto Zedillo se habría de anunciar el pago del Renave, un concepto, según sus auxiliares para garantizar que los automóviles no fueran robados tan fácilmente, ya que con aquel impuesto, traducido en una calcomanía pegada en el parabrisas de las unidades de motor, todo quedaría resuelto, es decir, quedarían bajo seguridad y buen resguardo y no se afectaría tan fácilmente el bolsillo de los automovilistas.

                Un rápido mapeo, podía dar cuenta  del destino que siguió a un automóvil robado  y vendido en alguno de los rincones más apartados de este país o  de Centroamérica hacia donde se dirigía la caravana de los vehículos de motor sustraídos  ilegalmente, pero ninguno de sus propietarios, lo iba a recuperar con todo y los mecanismos de la supuesta seguridad que anunciaban las autoridades de tránsito, ahora viales.

                Aquí en la aldea, los gobiernos del PRI siempre inventaron un cobro extra por dicho emplacamiento,  dizque para proteger las unidades vehiculares del vil atraco, aunque nunca explicaron cómo  iba a darse esa presunta seguridad al conductor o propietario de la unidad sustraída. Ahora tampoco, pero si precisa una declaración oficial  que quien no haga el cambio de sus placas, se expone a tener que pagar multas y hasta que le confinen su vehículo, pero sin sustentarlo en ordenamiento legal, conforme a la declaración en cuestión.

                En todos los sexenios  anteriores, se aplicó la medida mencionada, aunque también hubo los privilegiados, hombres del dinero y servidores públicos que no se sometieron a cumplir con dicho cambio. Además, que se sepa, sigue registrándose el robo de cientos de vehículos de motor y nunca la asignación de nuevas placas, ha podido contener  a los ladrones de automóviles.

                Lo preocupante es que en una economía tan devastada como es la que enfrenta una mayoría aplastante de mexicanos, tengan que pagar esta nueva tributación fiscal los propietarios de unidades vehiculares, cuando es bien sabido, que uno de los negocios más productivos para los amigos de lo ajeno, es  robar automóviles y llevarlos para su venta en diversos países  de Centroamérica.

                En este contexto loa gobiernos de la 4t vienen actuando igual que el viejo sistema priista, ya que no se transforma en beneficio de un sector importante del pueblo, y que entre otros rubros, los policías viales operan  con absoluta impunidad para atracar a los automovilistas que llegan y salen de la ciudad, nomás por quítame estas pajas. Imprimen gráficas ilegalmente a los conductores y demás pasajeros de los automóviles y le añaden a su actuación mensajes verbales soeces y amagos y amenazas, propias de los países autoritarios.

                Los operativos que realizan las grúas, jamás habían actuado con tanta prepotencia y arbitrariedad como ahora, encargados precisamente a ignorantes de los derechos, en que pueden ampararse los ciudadanos, debido a que  sus responsables suelen actuar sin identificarse,  profieren amenazas con invadir la privacidad de los automovilistas y violentan normas de derecho al tomar por asalto  y subir a las plataformas de las grúas los vehículos asaltados por los uniformados de tránsito y la policía vial.

Es  todo.