Maestros exigen al Gobierno de Veracruz esclarecer crimen de Lucero y Antonio

  • Acribillados a balazos por supuestos oficiales de la Policía Ministerial Acreditable cuando circulaban sobre la carretera Naranjal- Coetzala.

«¡El magisterio está de duelo!, nos mataron a un buen maestro»; «Justicia para el profesor Toño y Lucero, Gobernador, no que no pasa nada».

Gráfico de Xalapa

Córdoba

Maestros de diferentes municipios de la región de las altas montañas marcharon por las principales calles de Córdoba para exigir justicia para Lucero y Antonio, docentes asesinados por presuntos policías ministeriales la noche del viernes en la localidad Tequecholapa, de Naranjal.

Al mediodía de este domingo, los integrantes del magisterio veracruzano de la zona centro se concentraron en la Calle 25 y Avenida 2, para salir en marcha hacia el centro de la ciudad de los treinta caballeros.

Con pancartas en mano que decían: «¡El magisterio está de duelo!, nos mataron a un buen maestro»; «Justicia para el profesor Toño y Lucero, Gobernador, no que no pasa nada»; «Justicia para Lucero»; «Los maestros era profesionales no eran criminales, que caigan los Ministeriales».

Además: «No más impunidad, cárcel a los Judiciales que paguen por su asesinato»; «Justicia, Justicia»; «Docente, director, abogado, luchador social, líder y un gran ser humano. Justicia, Justicia», más de 200 docentes marcharon sobre la Avenida hasta llegar al Parque 21 de Mayo, asentado frente al Palacio Municipal de Córdoba.

Vestidos de blanco y con globos blancos, los docentes y maestros del magisterio exigieron al Gobierno de Veracruz se esclarezca el doble asesinato y sean encarcelados los oficiales de la Policía Ministerial Acreditable responsables.

“Estos arteros asesinatos están llenos de injusticia, nuestros amigos han sido inculpados, incriminados como si fueran maleantes y delincuentes cuando no lo eran, por esta razón pedimos, exigimos al Gobierno de Veracruz se esclarezcan los hechos y se haga justicia para Antonio y Lucero».

Subrayaron que estos no son casos aislados, son muchas las historias de víctimas inocentes a manos de quienes supuestamente cuidan de los ciudadanos de la región centro del Estado: «Esto es producto de un podrido sistema policial y judicial”.

Los docentes llevaron a cabo un mitin en el Parque asentado en pleno corazón del municipio cordobés y posteriormente se retiraron.

El director de la escuela primaria de El Otate, en el municipio de Amatlán de Los Reyes, Antonio González Rodríguez, de 32 años, y la joven Lucero, de 22 años y estudiante de la carretera de Pedagogía, fueron acribillados a balazos por supuestos oficiales de la Policía Ministerial Acreditable cuando circulaban sobre la carretera Naranjal- Coetzala, a la altura de la Localidad Tequecholapa.

Hasta el momento la Fiscalía General del Estado a cargo de la Fiscal Verónica Hernández Giadáns no ha dado un posicionamiento sobre lo ocurrido y si los Ministeriales que ejecutaron a estos dos catedráticos serán encarcelados.

Lo que al principio se manejó como que elementos de la Marina había dado muerte a dos delincuentes que perseguían en el municipio de Naranjal, papás de los fallecidos señalan a elementos de la Policía Ministerial que presuntamente asesinaron a su hijo, un profesor de 33 años, y a una estudiante de Pedagogía, quienes recibieron por lo menos 40 impactos de bala.

Sin embargo, padres de los hoy occisos explicaron que su hijo, Antonio González Rodríguez, de 33 años, era profesor y preparaba en sus estudios a la joven Lucero Porras Hernández, de aproximadamente 22 años, estudiante de la carrera de Pedagogía, por lo que en un descanso salieron a comprar unas galletas y salieron en su moto, pero al andar en una de las calles de esta localidad fueron alcanzados por dos camionetas blancas sin logotipo y les pidieron que se detuvieran.

Comentaron que como en esta localidad se han dado varios «levantones», seguramente su hijo pensó que se los querían llevar, aceleraron y enfilaron hacia la comunidad de Tequecholapa, por lo que los empezaron a perseguir disparándoles, por lo que seguramente fueron alcanzados por las balas y terminaron impactándose contra un árbol.