¿Los gatos atraen la mala suerte y pueden tomar leche? Estos son los mitos que rodean a los michis

  • Aunque los gatos son animalitos que en los últimos años han ganado gran popularidad, aún existen varios mitos sobre ellos.

Los gatos con su comportamiento misterioso y carismático, a menudo son el centro de una serie de mitos que han perdurado a lo largo de los años. Y, por si fuera poco, la atención está aún más sobre ellos debido a que en Internet se han convertido en una de las mascotas favoritas.

Los michis son seres que desde hace muchos años intrigan a las personas y hasta se han creado mitos sobre ellos. A continuación, te contaremos sobre algunas de las creencias que se tienen sobre los gatos, ¿todas son reales?

Los gatos negros traen mala suerte
Uno de los mitos más arraigados es la creencia de que los gatos negros son portadores de mala suerte. Esta superstición se ha perpetuado durante siglos, pero carece de fundamento. En muchas culturas, los gatos negros se asocian con la buena suerte y la prosperidad. La realidad es que el color de su pelaje no tiene ningún impacto en la suerte que puedan traer.

Las mujeres embarazadas no deben convivir con gatos

Otro mito común es que las mujeres embarazadas deben evitar la convivencia con gatos debido a la posibilidad de contraer toxoplasmosis. Si bien es cierto que el parásito Toxoplasma gondii puede estar presente en las heces de los gatos, el riesgo de infección es mínimo si se siguen prácticas de higiene adecuadas, como evitar manipular la arena del gato y lavarse las manos después de hacerlo.

No es necesario deshacerse de tu gato durante el embarazo, pero se deben tomar precauciones para reducir cualquier riesgo potencial.

Los gatos no se llevan bien con los perros
A menudo se asume que los gatos y los perros son enemigos naturales y que no pueden convivir pacíficamente. Sin embargo, este mito es incorrecto. La convivencia armoniosa entre gatos y perros es completamente posible y depende en gran medida de la socialización y la personalidad de los animales involucrados. Muchos gatos y perros se convierten en amigos cercanos y disfrutan de la compañía mutua.

Tienen siete vidas
El mito de que los gatos tienen siete vidas es una creencia común que ha perdurado a lo largo del tiempo. Sin embargo, es importante aclarar que este mito es completamente falso.

Los gatos, al igual que cualquier otro ser vivo, solo tienen una vida. La razón detrás de este mito podría ser la habilidad de los gatos para escapar de situaciones peligrosas y aterrizar con gracia, lo que puede dar la impresión de que tienen múltiples vidas. En realidad, los gatos son seres vulnerables y pueden sufrir lesiones graves en situaciones de riesgo.

¿Siempre caen de pie?
Es cierto que los gatos tienen una notable habilidad para girarse en el aire y aterrizar de pie, pero esto no significa que nunca se lastimen al caer desde alturas significativas. Los gatos pueden sufrir lesiones graves si caen desde varios metros.

Son animales solitarios y no necesitan compañía
A menudo se asume que los gatos son animales solitarios que no necesitan compañía. Aunque los gatos pueden ser más independientes en comparación con los perros, muchos disfrutan de la compañía humana y de otros gatos. La interacción social es importante para su bienestar emocional, y proporcionarles estímulos y compañía puede enriquecer sus vidas.

¿Los gatos deben tomar leche?
La imagen del gato disfrutando de un tazón de leche de vaca es icónica, pero en realidad, la mayoría de los gatos adultos son intolerantes a la lactosa. La leche de vaca puede causar problemas gastrointestinales, como diarrea, tal y como sucede con los humanos.

Es importante proporcionar agua fresca en lugar de leche, ya que los gatos no necesitan leche una vez que son destetados.

Los gatos eran venerados por los egipcios
Un mito que es una realidad es que en el antiguo Egipto los gatos eran venerados y considerados animales sagrados. Eran asociados con la diosa Bastet, la diosa egipcia de la casa, la fertilidad y la protección.

Los egipcios creían que los gatos tenían cualidades protectoras y eran capaces de ahuyentar a los espíritus malignos. Debido a esta creencia, los gatos eran criados en los hogares y a menudo se les proporcionaba un trato real, incluyendo joyas y amuletos que representaban gatos.