UV inauguró la FILU 2022, fiesta donde la lectura hace comunidad

  • Tras más de dos años de pandemia, se desarrolla del 2 al 11 de septiembre en modalidad presencial en Casa del Lago y 11 subsedes.
  • Está dedicada a “Tiempos de cambio: movimientos sociales, democracia y políticas públicas”, con República de Chile como país invitado.
  • El Dr. Martín Aguilar Sánchez, destacó a la lectura como una vía para despertar y afinar nuevas capacidades, sensibilidades y formas de inteligencia.

Xalapa

Autoridades de la Universidad Veracruzana (UV) e invitados especiales inauguraron la 27ª edición de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) este viernes 2 de septiembre, con la entrega del Premio Latinoamericano de Primera Novela “Sergio Galindo” 2022 al escritor Édgar Sánchez Hernández, de Cuba, y la República de Chile como país invitado.

“No puedo sino sumarme con entusiasmo y alegría a esta cita, entre y con los lectores, que se da bajo el signo de la fiesta, la cultura y las ideas”, enfatizó el rector Martín Aguilar Sánchez en la ceremonia inaugural desarrollada en el Foro “Miguel Vélez Arceo” de la Casa del Lago y bajo la lluvia habitual de septiembre.

El Rector de la UV celebró que la edición 2022 regrese a su modalidad habitual, que sea Chile el país invitado y que esté dedicada a reflexionar en torno a “Tiempos de cambio: movimientos sociales, democracia y políticas públicas”.

Por ello, compartió un apunte autobiográfico: la mayor parte de su vida profesional la ha dedicado a estudiar desde la perspectiva de las ciencias humanas y, en particular desde la sociología, precisamente los movimientos sociales.

Tras una vasta reflexión, llegó al punto de cruce entre éstos y el mundo literario: “Por añadidura, (quienes integran los movimientos sociales), leen, leen mucho, hacen revistas, publican libros, arman editoriales, convocan a la lectura y a la escritura, confabulan en bibliotecas y librerías, no se someten a un solo libro o canon. Las ciudadanías que resisten están llenas de lectoras y lectores”.

A la par, dijo, la UV ha concebido a la lectura como una práctica que organiza y articula comunidades muy específicas, y ha sido la casa de numerosos escritoras y escritores destacados: Sergio Galindo, Juan Vicente Melo, Sergio Pitol, Luis Arturo Ramos, José Luis Rivas, Luisa Josefina Hernández, Selma Ancira y Malva Flores, por mencionar algunos.

Refirió que mientras la FILU, con 27 años de tradición, ha buscado funcionar como una “tierra de nadie”, sin connotación política, cultural, académica ni editorial, pero sí un espacio de intercambio intelectual.

Para él, es importante volver a usar la lectura como una herramienta de interpelación y vía para despertar y afinar nuevas capacidades, sensibilidades y formas de inteligencia. “La FILU nos dará esa oportunidad de saber lo que todas y todos podemos, como lectores”.

En su intervención para dar la bienvenida, Judith Guadalupe Páez Paniagua, coordinadora general de la FILU 2022, habló de la enorme ilusión con que prepararon esta “fiesta de la palabra, el pensamiento, el arte y la cultura”, cuyo cimiento es el deseo de “volver a casa”, en referencia a la vocación comunitaria, el encuentro con lo que nos conforma como personas inteligentes, sensibles y ávidas de libros.

Además, esta feria inicia en el nonagésimo sexto aniversario del nacimiento del entrañable escritor Sergio Galindo, y concluye el 11 septiembre, cuando la Universidad celebra su 78 aniversario. “De tal manera que tenemos mucho que celebrar”.

En esta ceremonia también participó Jorge Alejandro Vidal Rodríguez, encargado de Negocios de la Embajada de la República de Chile en México. Notoriamente emocionado, expresó que son muchas las vinculaciones y es amplia la relación con la UV, y con Xalapa en general, y dio referencias históricas. “Han acogido a muchos de nuestros grandes”, dijo.

Enseguida, el escritor José Adiak Montoya, presidente del jurado del Premio Latinoamericano a Primera Novela “Sergio Galindo” 2022, dio lectura al acta y dijo que el fallo fue por unanimidad para Édgar Sánchez Hernández, de Cuba, por la obra Las lluvias de Estocolmo.

“Por su noble solvencia narrativa, que suscribe la obra a una tradición literaria mexicana que abreva lo mejor de la prosa rulfiana y el célebre clásico Pedro Páramo.”

En ese tenor, el Rector de la UV entregó el premio al escritor cubano, el cual consiste en un reconocimiento, un monto económico y la publicación de la obra por la Editorial de esta casa de estudios.

En su intervención, Édgar Sánchez se pronunció porque la literatura esté comprometida con la realidad. Si bien de esta manera se asumen ciertos riesgos, y citó la agresión a Salman Rushdie en Nueva York, “creo que es la manera en que podemos salvar este espacio”.

Es más, remarcó: “Vivo convencido de que hoy, la literatura debe ser menos complaciente; debe ser más valiente, sincera y comprometida”.

En el presídium estuvieron: Elena Rustrián Portilla, Lizbeth Margarita Viveros Cancino y Jaqueline Jongitud Zamora, titulares de las secretarías Académica, de Administración y Finanzas, y de Desarrollo Institucional, en ese orden; Agustín del Moral Tejeda, director de la Editorial UV; Leticia Mora Perdomo, presidenta en turno de la Junta de Gobierno UV.

También José Antonio Gutiérrez Bonilla, subdirector de Formación y Desarrollo Artístico del Instituto Veracruzano de la Cultura, en representación del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.

Así como vicerrectores y vicerrectoras, directores generales de áreas académicas, autoridades municipales y estatales, personalidades del ámbito literario y del editorial.

Al término de la ceremonia protocolaria fue inaugurado el mural De la educación a la manifestación, por una justicia social, por el Rector, el Encargado de Negocios de la Embajada de la República de Chile en México, las secretarias Académica y de Desarrollo Institucional, la Coordinadora General de la Feria, y los integrantes del Colectivo “Ded”.

El muralista Jorge Peralta, uno de los autores, explicó que la obra de arte relata una breve historia que inicia con una persona que sostiene un libro como símbolo del conocimiento que lleva a la construcción de un pueblo informado, y concluye con la flor nacional de Chile: copihue.

“Chile tiene una gran historia de manifestaciones sociales y estudiantiles, se plasmó una imagen de la toma del monumento a Manuel Baquedano. En la cuarta escena se plasma a un indígena mapuche que en mano lleva la bandera de Chile, que se entrelaza con la bandera mexicana, a manera de enaltecer a todos los indígenas de Latinoamérica.”

Además del recinto principal, Casa del Lago, la FILU contará con 11 subsedes, para conocer de ellas, el programa en extenso, autores y autoras que asisten y todas las actividades, consulte: https://www.uv.mx/filu/