¿Qué pasa si dejo de comer grasas y carbohidratos?
|- Si has contemplado eliminar de tu dieta los carbohidratos y las grasas, este artículo puede ser de tu interés.
Muchas veces nos dejamos llevar por los efectos negativos que tienen las grasas y los carbohidratos en nuestro cuerpo. Deseando eliminar por completo los alimentos que contengan estos dos componentes.
Sin embargo, las grasas y los carbohidratos son necesarios para que el organismo tenga un buen funcionamiento y se pueda desarrollar un buen rendimiento mental y físico.
Generalmente, lo que se recomienda es seguir dietas bajas en carbohidratos lo que hace que disminuyamos el riesgo de desarrollar enfermedades como síndrome metabólico o diabetes tipo 2. Pues eliminarlos por completo tendría efectos secundarios en tu cuerpo y en La Verdad Noticias te los contamos.
Nuestro cuerpo se beneficia del consumo de carbohidratos complejos.
Los hidratos de carbono son moléculas de azúcar, que junto con las proteínas y las grasas forman parte de los tres grupos de nutrientes que podemos encontrar en bebidas y alimentos.
Los carbohidratos son los encargados de aportar energía a nuestro cuerpo para que funcione de la manera correcta, sin embargo si se consumen en exceso pueden ser perjudiciales para la salud. ¿Sabías que existen tres tipos de carbohidratos?
Almidones: Son conocidos como carbohidratos complejos y los puedes encontrar en cereales como pastas y pan punto así como en vegetales como maíz, papa o guisantes.
Azúcar: se conocen como carbohidratos simples, puedes consumirlos en frutas, lácteos y verduras. Así como en refrescos, alimentos procesados, dulces y postres.
Fibra: también es un carbohidrato complejo que podemos encontrar en alimentos como las frutas como las verduras, las plantas; algunas legumbres como los frijoles, nueces, semillas y granos integrales.
A su vez, se clasifican en carbohidratos de absorción lenta y de absorción rápida. Los primeros, también llamados carbohidratos complejos tienen este nombre ya que el cuerpo realiza un procedimiento para descomponerlos y transformarlos en carbohidratos simples, que más adelante se convertirán en energía.
En cuanto a los carbohidratos simples o de absorción rápida, el cuerpo los absorbe mucho más rápido, pues no requerirá de ningún esfuerzo para convertirlo en energía.
Dejar de consumir carbohidratos podría presentar afecciones como estreñimiento en nuestro organismo.
De acuerdo con el portal de Instituto Dyn, el cuerpo necesita un 60% de la ingesta de calorías diaria provengan de los hidratos de carbono. Y al eliminar su consumo de manera abrupta podemos provocar fatiga, mareos o incluso complicaciones en los riñones.
Expertos en Mayo Clinic sugieren que la reducción repentina de carbohidratos puede provocar dolores de cabeza con estreñimiento, calambres musculares, mal aliento y debilidad.
Aunque al reducir la ingesta de carbohidratos en un tipo de régimen alimenticio seguro y sugerido por un profesional, garantizaría la pérdida de peso, la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares, reduciría la presión arterial y beneficiaría a los pacientes con diabetes tipo 2.
Se sugiere reducir el consumo de grasas saturadas para obtener beneficios a nuestra salud.
Debes saber que existen dos tipos de grasa, las saludables y las que no. En este caso vamos a hablar de las grasas insaturadas o poliinsaturadas con Omega 3 y Omega 6.
Las grasas poliinsaturadas o saludables cuentan con propiedades antioxidantes como antiinflamatorias y cardioprotectoras. Podemos consumirlas en aceites de oliva, algunos frutos secos como almendras nueces, el pescado azul como el salmón, semillas de chía, lino o sésamo y aguacate.
Por otra parte, las grasas malas son las trans y las saturadas, pues el exceso en su consumo eleva el nivel de colesterol LDL, que aumenta los riesgos de sufrir diversos padecimientos como accidentes cerebrovasculares o ataque cardíaco.
La eliminación del consumo de grasas puede provocar fatiga, entre otras consecuencias.
Los expertos de la salud afirman que el consumo de grasas saludables es importante para nuestro organismo pues su al dejarlas de consumir se pueden provocar algunos efectos negativos en nuestro organismo como problemas digestivos, deficiencia de vitaminas, alteraciones en el estado de ánimo y deficiencia en el sistema inmunológico.
Sin embargo, reducir el consumo de alimentos que tengan un contenido alto de grasas malas o saturadas puede reducir los riesgos de sufrir enfermedades cardíacas, diabetes u otras afecciones.