Novela del colombiano Santiago Gamboa, en formato popular

  • El escritor habla de la vigencia de esta historia, que evoca a los autores que hacen trampa.

CIUDAD DE MÉXICO.

La imagen “un poco humorística y contradictoria” de ese escritor que se quiere construir una fama a partir de la trampa. Ésta es una de las ideas que el colombiano Santiago Gamboa (1965) tenía en la cabeza cuando dio vida a su novela Los impostores, que el Fondo de Cultura Económica lanza en su colección Popular.

Siempre me han llamado la atención esas personas que quieren ser escritores, pero sin escribir un libro. Es decir, sólo anhelan la celebridad del narrador, estar frente a las cámaras y tener el interés y el seguimiento de la gente. Así es el personaje de la novela”, comentó en entrevista virtual en el programa Desde el Fondo.

Publicada hace ocho años, Los impostores llegará ahora a un sector distinto de la población, al ser incorporada a esta serie de menor costo, explicó la editora Rocío Martínez, quien charló con el también filólogo y diplomático.

Cuando vivía en París, me encontré con muchos escritores que no habían logrado publicar. Uno siempre conoce al autor que publica, pero detrás de cada uno de éstos hay centenares que tienen sus cajones llenos de manuscritos, que participan en concursos literarios, pero nunca logran que se edite su obra, que se lea.

 Incluso, veía cómo se reunían, se leían entre ellos, revisaban sus textos, pero nunca los publicaban. Era como una sociedad de novelistas heridos, de alguna manera fracasados, porque en el fondo querían ser leídos. Entonces, el personaje peruano de Los impostores era un poco la suma de todo esto”, indicó el autor.

Gamboa contó que, en Colombia, había un escritor, “hablo del cuerpo y no del alma, que era un narrador extraordinario, pero era muy conocido por su habilidad para hacer intercambios: si me escribes un artículo sobre mi novela, entonces te invito a un coloquio.

Lo conocí de cerca y veía sus triquiñuelas y me parecía muy divertido. Me di cuenta que en el mundo de la literatura, como en el del empresariado y la política, hay también gente que hace trampa”, detalló.

Añadió que de esta realidad nació la parodia de Los impostores. “Aquí se muestra también mi gusto por esos personajes viajeros, espías, solitarios, que dictaminan que a las 11 de la mañana es buena hora para tomarse un trago. Todo ese mundo que nos mostró Graham Greene me fascinó y pensé hacer algo con personajes latinoamericanos. A esta novela le metí todo lo que me gustaba leer”, concluyó.

En Los impostores, un periodista afincado en París, un filólogo viajero en busca de experiencias y un profesor de literatura en Austin se ven envueltos en una trama detectivesca en China.