En Veracruz, siguen los matrimonios y venta de niñas
|- Este problema se tiene por el pretexto de usos y costumbres o acuerdos familiares y son vendidas a hombres mayores; aunque desde la perspectiva legal es violación de derechos humanos y esconde otros rostros: la trata de personas y esclavitud infantil.
- Los problemas más acentuados en materia de género y casamientos de niñas en comunidades indígenas, están en todas las sierras del estado de Veracruz; reconoció la directora general del Instituto Veracruzano de Asuntos Indígenas del Gobierno Cuitláhuista, María Luisa Santés.
#Xalapa
En el año 2019, se aprobó la reforma que prohíbe el matrimonio infantil. En el Código Civil Federal quedó establecido como requisito para casarse que los contrayentes tengan cumplida la mayoría de edad, 18 años.
Sin embargo, en el estado de Veracruz persiste el matrimonio infantil forzado, principalmente en comunidades indígenas bajo el pretexto de los “usos y costumbres”, aunque desde la perspectiva legal es violación de derechos humanos.
No cesa la venta de niñas a cambio de dinero o mercancías, o animales como una vaca, guajolotes o cartones de cerveza. Las niñas son entregadas, en la mayoría de los casos, a hombres mayores.
El matrimonio infantil forzado esconde otros rostros: la trata de personas y esclavitud infantil. Las niñas-esposas se convierten en niñas-esclavas, porque son explotadas, de sol a sol, por la familia política que las compró. Son mercancía adquirida.
El Código Civil Federal, en sus artículos 208 y 209, establece que al que promueva, encubra, concierte o permita el comercio carnal de un menor de dieciocho años se le aplicará pena de ocho a doce años de prisión y de cien a mil Unidades de Medida y Actualización (UMA) de multa; así mismo, el matrimonio forzado de menores se sancionará con pena privativa de libertad de dos a cinco años de prisión y multa de doscientos a quinientos UMA´s y se le impondrá la misma pena privativa de libertad y multa a toda persona que auxilie e incite o sea testigo en la comisión del delito.
La directora general del Instituto Veracruzano de Asuntos Indígenas del Gobierno Cuitláhuista, María Luisa Santés, aseguró que, pese a que se han logrado algunos avances en materia de género en las comunidades indígenas, aún hay mucho trabajo por realizar, pero sobre todo erradicar, como es el caso del matrimonio de mujeres menores con adultos.
En entrevista, la también próxima titular de la Secretaría de Cultura en la administración de Rocío Nahle García, explicó que este problema se ha reducido en un 50%, pero aún persiste en las comunidades originales, por lo que aún hay mucho trabajo por hacer.
“Se ha logrado avanzar, por ejemplo, en que sean menos las niñas que se casan, pero tiene que seguirse haciendo trabajo en los pueblos indígenas, para erradicar la violencia de género”, añadió.
Expresó que la reducción de niñas que son casadas por usos y costumbres, por acuerdos familiares o vendidas a hombres mayores, ha sido en promedio en un cincuenta por ciento.
«Desde hace muchos años eso hacían los padres, usos y costumbres, que tampoco es fácil de erradicarlo, pero ya ahorita con las pláticas ahí vamos trabajando (…) Ha disminuido como un cincuenta por ciento, hemos avanzado, pero falta mucho por hacer», aclaró.
Los problemas más acentuados en materia de género y casamientos de niñas en comunidades indígenas, están en todas las sierras del estado de Veracruz, destacó la funcionaria estatal.
El machismo, expuso, no es fácil que se termine, pero “habemos mujeres que levantamos las voces. Erradicar (la violencia de género) no ha sido fácil, pero poco a poco vamos en un proceso de desarrollo”, subrayó.
Sin embargo, reiteró por último, que el trabajo sigue en las comunidades, dando pláticas de concientización en las distintas lenguas indígenas, lo que ha acercado más población para entender sobre respeto y derechos de las mujeres.