RODRÍGUEZ CLARA, ZONA CALIENTE

AL PIE DE LA LETRA

Raymundo Jiménez

RODRÍGUEZ CLARA, ZONA CALIENTE

Desde el sexenio del ex gobernador Agustín Acosta Lagunes (1980-1986), cuando el extinto cacique de Acayucan, Cirilo Vázquez Lagunes, extendía su control político hasta el municipio de Juan Rodríguez Clara, esa zona siempre ha estado marcada por la violencia.

Sin embargo, en la administración del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán (2004.2010), en el que Los Zetas –el brazo armado recién escindido del Cártel del Golfo– se arraigó en la entidad, los crímenes políticos menudearon en esa región, mismos que continuaron el sexenio siguiente, en el de su sucesor Javier Duarte de Ochoa.

A mediados de junio de 2010, por ejemplo, en plena zona de restaurantes de la cabecera municipal de Rodríguez Clara fue ejecutado el exportador de piña Jaime Gasperín Crivelli, padre de la alcaldesa priista en funciones Amanda Gasperín Bulbarela. El empresario piñero era amigo de Herrera Beltrán y uno de los principales operadores políticos del PRI en esa zona del sur del estado.

Luego, en noviembre de 2010, fue acribillado el ex diputado federal y alcalde electo del PAN, Gregorio Barradas Miravete, esposo de Xóchitl Tress Rodríguez, la cual protagonizó dos años después tremendo escándalo al difundirse en redes sociales fotografías en las que aparecía semidesnuda y en otras acompañada del entonces legislador federal del PRI, Rafael Rodríguez, marido de la ex alcaldesa de Rodríguez Clara, Amanda Gasperín.

La viuda de Barradas Miravete terminaría siendo cooptada por Duarte de Ochoa, quien en 2014 la nombró directora de Espacios Educativos de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), cargo en el que solo duró unos cuantos meses ya que presuntamente Karime Macías, esposa del entonces mandatario priista, le habría exigido su destitución a finales de ese mismo año. Ahora, separada legalmente Macías Tubilla del exgobernador, Tress Rodríguez estaría por formalizar su relación sentimental con el ex mandatario veracruzano actualmente preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.

Después de la ejecución de Goyo Barradas, fue asesinada a principios de octubre de 2011  la ex regidora Guadalupe Navarrete Pucheta, (a) “La Mechaca”, quien formó parte del ayuntamiento presidido por Gasperín Bulbarela, ambas enemigas políticas de Barradas Miravete.

La noche de este sábado 12, el municipio volvió a teñirse de sangre con la ejecución de Moisés Gasperín Crivelli, tío de la ex alcaldesa de Juan Rodríguez Clara. El productor piñero fue baleado en la comunidad Los Tigres. De los tres hermanos Gasperín Crivelli, sólo sobrevive Rodrigo, el menor.

Hace más de dos años, cuando el 27 de abril de 2018 fue asesinado durante una pelea de gallos Leonardo Hernández, (a) “El Brujo” –considerado el principal generador de violencia en esa zona limítrofe de Veracruz y Oaxaca–, se suponía que los índices de secuestros y ejecuciones disminuirían. Pero no. Tras la muerte de este criminal –a quien los gobernantes municipales y del estado le daban millonarios contratos de obra pública–, Itiel Palacios García, (a) El Playa o Compa Playa, asumió el dominio de los municipios veracruzanos de Playa Vicente, su terruño natal, José Azueta, Santiago Sochiapan, Isla y Juan Rodríguez Clara, así como los de Tuxtepec, Matías Romero, María Lombardo y Loma Bonita, del lado oaxaqueño.

Itiel fue detenido el pasado 3 de septiembre en León, Guanajuato, donde actualmente radicaba, y fue entregado a la Fiscalía General de Veracruz que le imputa el crimen del diputado local Juan Carlos Molina Palacios, ejecutado en noviembre de 2019 en su rancho del municipio de Medellín de Bravo.

Sin embargo, en Juan Rodríguez Clara y demás municipios de esa región istmeña las ejecuciones continúan. ¿Acaso tendrán que ver con los próximos comicios de 2021, en los que serán electos diputados federales, legisladores locales y presidentes municipales?