EN MÉXICO NO EXISTE UN SISTEMA DE PARTIDOS POR IDEOLOGÍA

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

EN MÉXICO NO EXISTE UN SISTEMA DE PARTIDOS POR IDEOLOGÍA

                Si usted no dispone otra cosa, en este país el sistema de partidos por ideología ex inexistente.

                Es probable, que los ciudadanos jamás se han podido identificar con uno y otro candidato, obedeciendo a un régimen de ideas, conocimiento de una filosofía política ni que existe una izquierda o una derecha, como en algún momento se quiso  advertir a la sociedad azteca, sobre todo ante el impetuoso triunfo electoral del magnate Vicente Fox Quesada.

                A diferencia de los países europeos de occidente y de los Estados Unidos de Norteamérica, en los cuales es posible identificar a ciudadanos de izquierda o de derecha, o republicanos y demócratas, en México esa especie no se da.

                Esto encuentra diferentes explicaciones y la más  replicada se debe a que el país independiente, apenas rebasa los 200 años. Cualquiera de las naciones del llamado primer mundo, han cumplido poco más de dos mil 500 años, pasaron por todos los  periodos existentes del pensamiento político, así que culminarían diciéndose, como lo hacen ahora, que son países con  democracias sociales unos y democracias socialistas, otros más.

                Sin embargo, la herencia que impusieron los españoles de la Conquista al país, además de oprobiosa como fueron los tres siglos de sometimiento a la corona real española, han sido  muchos los episodios  que hubo que sortear la clase mexicana, para alcanzar la supuesta democracia con pluralidad, que los sesudos analistas, expertos, sociólogos y politólogos, según sus dichos, y que darían lugar a la forma de gobierno, si acaso, hubiera que buscar  su distingo.

                Lo cierto es que México carece de un verdadero sistema de partidos políticos, que pudiera obedecer a una forma del pensamiento político. Este  ha surgido como una necesidad cada que se va a celebrar un proceso de elecciones del orden que usted quiera, federal, estatal o municipal, para el caso es lo mismo.

                Conforme al genial escritor mexicano Daniel Cosío Villegas, los aztecas han tenido el régimen presidencialista que mejor se acomoda sexenalmente. Aquí no hay liberales auténticos, ni demócratas genuinos y menos revolucionarios, conforme a la potencial ideología que les heredó el binomio de líderes guerrilleros Pancho villa y Emiliano Zapata con la gesta revolucionaria de 1910. Mucho menos ciudadanos que se identifiquen o  hayan adoptado el modelo o modelos que dieron al total del mundo los filósofos griegos Sócrates, Platón y Aristóteles.

                Surgido el México de la posrevolución, de la necesidad de conformar un partido político, es que don Plutarco Elías Calles se adelantó dando vida al instituto  primogénito que posteriormente se transformaría en el partido revolucionario institucional. Su acierto estuvo en que aglutinó las tres principales fuerzas sociales de un país salido de la lucha revolucionaria, como fue el sector popular, el obrero y el campesino.

                Claro está, que semejante trabuco tendría que perdurar decenios, así que una vez que había que canalizar las inquietudes de enojo social, indignación y hartazgo entre los ciudadanos, sobrevino la generación en abierto de otros partidos, como el PPS, el PMT el partido comunista y el partido albiazul, que aunque bastante viejo, en realidad hizo acto de presencia apenas iniciado el siglo en curso, con la elección del empresario Fox Quesada. El resto, prácticamente habría  desaparecido, con la excepción del PAN.

                Así que el anuncio que comienza a cobrar fuerza en la ciudadanía, consistente en la creación de alianzas partidarias, debe interpretarse como parte del sentir del pueblo, como ocurre cada que viene un proceso electoral, no obstante, en esta ocasión que las simpatías mayoritarias por un líder, quedan fuera de toda duda. Y  al cual se propondrán vencer en urnas electorales.

 Sin  embargo, en la gran provincia azteca, los intereses de grupo, son radicalmente distintos y no deberá extrañar a nadie, que el régimen de vida público en el 2021, pueda derivar  de una innovación radical en cuanta a las formas que  tradicionalmente hayan ostentado los mexicanos en un pasado no muy remoto. Al tiempo.

COMO SE VE, EL BUEN FIN, SIGUE SIN ATRAER MULTITUDES

Hay que decirlo, pero en comparación a los años anteriores, el Buen Fin, sigue sin capturar  las compras masivas y desesperadas, como también se puede apreciar que las plazas comerciales registran una baja de  visitantes y menos clientelas, lo que enmudece sobremanera a  propietarios de locales comerciantes, porque sus inquilinos tampoco les pagan sus rentas puntualmente.

Este programa, que surgió a instancias del viejo régimen priista, se veía prácticamente agolpado por millones de consumidores, que buscaban afanosamente los artículos  eléctricos sobre todo, con alguna premura. Según los precios que exhiben en sus pantallas de televisión, hay rebajas del 30, 40 y 50 por ciento. Sin embargo, existen negocios como joyerías, relojerías y algunas zapaterías, que no reciben la visita de un solo potencial comprador en 8 horas.

Sabe usted que inclusive todos los cafetines que operan en las plazas comerciales, registran estos días una disminución altamente sensible de cafetómanos. Sus empleados  se cansan de esperar el arribo de comensales- y sus encargados-, confiesan que si las “cosas” siguen así, ya comienza a escucharse de entre sus propietarios que podrían cerrar los establecimientos más concurridos hasta poco antes de registrarse la pandemia por el coronavirus.

Las ventas en artículos de lujo, prácticamente se han desplomado, y los cuatro o cinco establecimientos-según puede observarse- quedan  helados sus dos o tres empleados, porque ni quien asome narices en estos-. Relojes finos, joyería  de muchos miles de pesos, aparatos para el ejercicio físico y la venta de mascotas, pantallas de tv igual continúa en caída, pese a que son fechas en que los trabajadores cobran sus pagas salariales y miles de ellos recibieron, un adelanto de sus aguinaldos.

Si a este oscuro panorama de las finanzas domésticas, añade usted el arbitrario  cobro por dejada del taxi libre que se aposta en las afueras de las plazas comerciales, el común se exime de tener que gastar y ser víctima del desplumadero que la economía familiar está padeciendo en estos días  de crisis económica, crisis por los contagios del coronavirus y la decadencia, debido a la escalada de violencia que está dejando sin alientos ni valores al grueso de la sociedad civil.

Se cuenta entre comerciantes que en este momento, solamente las firmas empresariales propiedad de Carlos Slim, algunas de la familia Chedraui y otras de los herederos del clan familiar Fernández Avila  y Fernández Chedraui, es como se está  sosteniendo una importante  cantidad de trabajadores, que aún conservan su ocupación laboral.

Porque de todos es sabido, que con el cierre de restaurantes y hoteles, así como otras firmas del comercio organizado, decenas de trabajadores están siendo despedidos, con la advertencia de que ni se atrevan a presentar sus demandas laborales en la junta local del trabajo, porque van a sufrir las represalias, que los patrones suelen llevar a cabo  cada que corren a alguno de sus subalternos.

Nadie en la ciudad, ha dicho a cuanto asume la pérdida del empleo, pero seguramente  es prácticamente imposible su recuperación al menos aquí en la aldea, debido al cierre constante de negocios. En la calle, el peligro para la  salud pública y la seguridad, van en objetivo aumento. Esperemos.

VUELVEN VENDEDORES INFORMALES, AL  CENTRO

A diferencia de los últimos años, el retorno de vendedores ambulantes o del comercio informal, vuelven por sus fueros a tomar las calles que conforman parte del casco histórico de la ciudad.

Abasolo y poeta Jesús Díaz, son escenario cotidiano de vendedoras de flores, frutas, quesos y otros productos, utilizando el arroyo de circulación y parte de sus banquetas. Hay horas del mediodía, en las cuales es  muy difícil, que la población pueda atravesar esas rúas, sin tener que hacerla de torero, ante el riesgo inminente de ser atropellados muchos caminantes por esa zona.

Si usted  pone atención, puede sacar en síntesis, que la otrora Atenas veracruzana es rehén de los ambulantes, los pedigüeños, los taxis y los autobuses de transporte público. Estos sectores o gremios  desde que surgieron a la vida  comercial y social de Xalapa, además de que nunca han sido metidos al redil de la norma que los rige, se convirtieron en una pesadilla para el grueso de la población.

La ciudad o principalmente, su casco histórico, sobrevive prácticamente secuestrado por la constante de vendedores ambulantes, que en franco reto a los automovilistas,  usan la vía pública para llevar a cabo sus operaciones de comercio. Caminar un peatón por  el corazón de la capital del estado, impone un verdadero reto, porque

Los peatones, que pululan en la zona, se cuentan por miles al día, pero a todas luces corren el riesgo de ser atropellados por un automovilista y  el común de los transeúntes, debe imprimir más velocidad a sus pasos, porque el congestionamiento que provocan los mismos, puede también  acelerar la transmisión del coronavirus. Es decir, que hay   un catálogo de incidencias que hacen peligrar continuamente, inclusive, la existencia de propios y ajenos a esa zona.

Nadie entiende, si ya administraciones municipales anteriores, mantuvieron el orden en un importante ramal de arterias públicas, muchos se preguntan, entonces  que puede decir el encargado del ramo, que se ha visto rebasado por un centenar de comerciantes, ajenos a las instancias oficiales, y que tampoco son bien vistos por el comercio organizado y que a la ciudad, por otro lado, dan la imagen de una ciudad desordenada y anárquica.

Y es que el ejemplo cunde, a menos que haya un acuerdo extraoficial que permite a ambulantes específicamente, reasumir puntos estratégicos de la ciudad, cuando el grueso de la población sabe perfectamente, que bajo estas condiciones  los urbanistas contratados en un pasado mintieron, cuando soplaron al oído de los ediles de ese pasado ominoso, que ni modo, calles angostas, construcciones sin seguir un orden arquitectónico, nada, y que si lo completaban el fenómeno del ambulantaje, no quedaría más que encomendarse al creador. ¿Qué le parece? Es todo.