“Con gran esperanza iniciemos 2021”
|VIVIR CON ESPERANZA
“Con gran esperanza iniciemos 2021”
Por Jacinto Rojas Ramos
El año 2020 será recordado por las generaciones futuras como el año de la pandemia. Todavía no conocemos de qué manera va a cambiar nuestra vida y tenemos bastante claro que el coronavirus no se fue con las campanadas de Nochevieja. Sin embargo, no podemos perder la esperanza de que el Año Nuevo sea mejor.
Un nuevo año estamos iniciando. Es el momento de agradecer todo lo próspero y adverso que nos ha dado el año pasado, año muy difícil por la pandemia que seguimos enfrentando; aprendamos de los fracasos y errores, y hagamos un balance de todos nuestros logros. El Año Nuevo 2021 es un año para emprender, crecer, fortalecernos y una oportunidad más para luchar por todo lo que queremos desde hace tiempo.
Aquí está tu oportunidad de dar la vuelta a una nueva hoja en el libro de tu vida. Acércate al Año Nuevo con el propósito de encontrar las oportunidades ocultas en cada nuevo día. Un Año Nuevo no trae solo desafíos, también nos da la esperanza de cumplir nuestros sueños y nos ofrece la oportunidad de un nuevo comienzo en nuestra vida. Un Nuevo Año es muy especial para todos. Cualquier nuevo proyecto se forja a partir de los fragmentos del pasado, no del abandono del pasado. Que este Año Nuevo te dé el coraje para enfrentar un nuevo horizonte. “Aprende de ayer, vive para hoy, espera para mañana” (Albert Einstein).
Muy importante desde el inicio del año hacer un plan de vida en donde se incluya la virtud de la esperanza. Un plan de vida, por tonto que parezca, es el mástil que le da dirección a nuestra vida. Esto no significa que no podamos cambiar el plan de vida, porque a medida que crecemos cambiamos de opinión con respecto a muchas cosas. Mientras más áreas podamos definir mejor sabremos lo que queremos y evitaremos que las circunstancias se apoderen de nosotros.
La falta de un plan de vida es la principal causa de que las crisis existenciales de ciertas edades normativas en el desarrollo humano, se conviertan en un desastre porque la persona siente que han pasado tantos años y no han hecho nada. Despiertan una mañana y tienen la sensación de que se están poniendo viejos y no han avanzado nada en su vida.
Los nuevos comienzos siempre llegan con nuevas oportunidades y hay que acogerlos con ilusión y esperanza.
Sin embargo, hay quienes nada esperan, por pasividad y resignación, por desconfianza y desilusión, o porque se sienten fracasados y sin esperanza. Se hunden en la sensación de que están solos, de que todo les sale mal, de que no valen, de que no tiene sentido luchar, ni siquiera vivir. Les parece que todos los días son iguales y que son inútiles los buenos propósitos. Son hipercríticos de todo, nada les parece bien y se amargan la existencia. No confían en nada ni en nadie; ni en sí mismos. Viven sin esperanza, sin sentido, sin amor. Esta no es la mejor actitud; el momento que vivimos nos invita y exige a recibir e iniciar el Año Nuevo 2021 con gran esperanza.
Una esperanza, no fundada en nuestras capacidades y recursos sino en Jesús que desea le permitamos camine cada día con nosotros porque ha “venido para que tengamos vida y vida en abundancia” (Juan 10,10).
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