PATIOS DE VECINDAD, SIN VIGILANCIA SANITARIA
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RAUL GONZALEZ RIVERA
PATIOS DE VECINDAD, SIN VIGILANCIA SANITARIA
Otrora Xalapa conformaba numerosas de sus colonias con los llamados patios de vecindad.
Eran espacios supuestamente destinados a casas-habitación de familias particularmente pobres, que solamente así se podían pagar una renta, compartiendo sanitarios, regaderas y áreas comunes y que dieron lugar a los archiconocidos conjuntos de vivienda populares, que aunque no más de cien metros cuadrados permitieron a miles la expectativa de aspirar a poder disfrutar de mejores condiciones de vida en familia.
Sin embargo, en nuestras ciudades quedan todavía numerosos “patios de vecindad”, como muestra de lo que no debiera ocurrir, porque se convierten en espacios de hacinamiento humano, proclives a contraer miles de enfermedades infecciosas, sobre todo.
Sobre estos, el sector salud se desentiende, así que en la reciente campaña de vacunación contra la influenza los riesgos aparecieron por doquier.
Un patio de vecindad, para nada emblemático, pero con más de 40 años de mantener abiertas sus puertas, se ubica en la calle Miguel Negrete, esquina con Emilio Carranza de la colonia Ma. Esther, en donde habitan 43 personas, con tres sanitarios para ser ocupados por todos ellos y dos regaderas. Así que usted podrá imaginar en la temporada de calores, dicho amontonamiento de familias, adultos y menores confundidos entre todos ellos, las amenazas con padecimientos de la piel y otros.
El dueño del inmueble, señala que nada puede hacer para mejorar las condiciones físicas de sus cuartos, baños y pasillos. La pestilencia que despiden los orines de niñas y niños regados en el pasillo principal, es prácticamente insoportable. Nunca nadie del sector salud le ha hecho una visita y menos que vaya a coordinar algún esfuerzo para que juntos con sus inquilinos, coadyuven a ver por un espacio más digno. La renta por cuarto fluctúa éntrelos 650 y 700 pesos.
Cuenta una ama de casa que este último año fue de doble pesadilla, primero porque la pandemia obligó a los inquilinos, 43 en total a encerrarse en sus cuartos y en segundo término, sin agua suficiente, es imposible que se mantengan cuartos aireados y limpios. El grueso de familias trabaja en el mercado San José, como mecapaleros y cargadores de productos agropecuarios, pero también sus actividades laborales se han venido abajo con motivo de la terrible crisis económica que todos ellos vienen enfrentando.
Por supuesto, que la calle de Negrete aledaña al mencionado patio de vecindad, ha sido convertido en el estacionamiento favorito de decenas de comerciantes de productos agrícolas, hasta donde arriban inclusive para realizar sus labores de carga y descarga de comestibles, que transportan desde las instalaciones de la central de abasto, que se ubica en linderos de terrenos de las Animas y el poblado más cerca de Emiliano Zapata.
Empero, los 43 habitantes del patio de vecindad jamás han recibido una orientación adecuada sobre elementales servicios de limpieza e higiene, como tampoco estudian ni trabajan una veintena de jóvenes, todos hijos de los jefes de familia, amén de no ser beneficiarios de ninguno de los programas de bienestar, que viene difundiendo el régimen federal de gobierno. Allí no reciben becas los jóvenes y no perciben pensión los adultos mayores. Esperemos.
HOSPITALES PÚBLICOS EN XALAPA, SOLAMENTE DOS
La antigua ciudad de las flores, es decir, cuando contaba con apenas 50 mil habitantes ostentaba el único hospital público, bajo el nombre de “Dr. Luis F. Nachón”, hasta que en los años del sexenio en que gobernó don Fernando Gutiérrez Barrios, los jerarcas de la salud avistaron la luz al final del túnel, cuando se construyó primero el llamado Centro de Especialidades Médicas.
Desde siempre, la salud pública tuvo el valor de un comino para los regímenes de gobierno priistas y panistas.
Dos nosocomios públicos, durante los primeros casi cien años del siglo XX y ni uno más. El nosocomio civil Dr. Luis F. Nachón, sin duda, fue y ha sido salvaguarda de miles de pacientes que al no tener otra posibilidad de ser atendidos clínicamente y ser sometidos a una intervención quirúrgica, que se lo permita, por carecer de los suficientes fondos económicos, ha podido conocer los pabellones, quirófanos y salas de recuperación de un hospital que ha sido señero en el ámbito de la salud para los veracruzanos de los cuatro costados de la entidad.
En posterior momento, con el cual Veracruz y específicamente, el Xalapa contemporáneo tocó puertas a la sordera de los políticos sobre todo, fue cuando un accidente automovilístico arrojó una veintena de lesionados y muertos y todos ellos, por órdenes del gobernador Fernando Gutiérrez Barrios serían trasladados desde la carretera federal a México hasta los fríos, desolados y tristes pasillos del hospital civil, porque no había camas en posibilidades de ser destinadas al recogimiento de aquellos mexicanos expuestos a padecer graves lesiones, por las heridas recibidas en el camionazo histórico.
El espectáculo resultaba dantesco, así que el gobernante de turno, mandataría construir el segundo hospital público con que cuentan los xalapeños, pues no hay otro, no obstante que la ciudad es habitada ya no con 50 mil colonos, sino 800 o inclusive en este momento más de 900 mil seres humanos. En estas dos instituciones hospitalarias, recluyen pacientes y contagiados de covid y del resto de las mil enfermedades existentes hoy día.
Empero, con motivo de la letal enfermedad del momento, el velódromo ha sido transformado en un hospital covid, cerrando sus puertas a una de las prácticas deportivas que en algún tiempo contó a miles de aficionados y participantes, sobre todo adolescentes y grupos juveniles, todos deportistas.
Esto es, la vieja Atenas veracruzana, como parte del rezago tan espantoso que enfrenta, se encuentra también en buena medida la salud pública, al carecer de suficientes nosocomios y que puedan ver más allá de la epidemia del coronavirus, ya que diversos especialistas sostienen que el universo de padecimientos y enfermedades que afectan a la población veracruzana, rebasa cuando menos las mil nuevas calamidades que confrontan el universo de las enfermedades que cualquiera por su natural condición orgánica, está expuesto a padecer y enfermar de nuestras comunidades veracruzanas.
SE ACABÓ LA IMAGINACIÓN A LOS DUEÑOS Y SOCIOS DE PARTIDOS
La propaganda de que vienen haciendo gala los partidos políticos, honor a la verdad resulta muy pobre, poco sugerente y peor aún, si aquellos membretes consideran que así van a captar votantes, que vayan despidiéndose de la arena de los político-electoral, porque nadie les va a creer.
Vea usted a un PT (Partido del trabajo) con el menaje que queriendo ser subliminal asesta tremendo golpe a las aspiraciones juveniles, cuando después de contraer nupcias le dicen que el futuro que le espera es el de un pobre, igual, como vivieron en la pobreza sus padres.
Quizá el talento se les hizo chiquito a sus mercaderes propagandísticos, pero su lenguaje resulta demasiado corto, la mira bastante limitada y el alcance tan exiguo como resulta en general el manejo de un discurso que no enseña nada por dentro, pero tampoco por fuera.
Se les acabó el seso a los propagandistas partidarios, pero al momento, si por manejo de ideologías, ideas o mensajes se basan los pregoneros de partidos políticos y candidatos, júrelo usted que no conmoverán a nadie. La gente no les va a creer ni confiar, siendo que en juego estaría el mismo futuro del país, como lo dice quiérase que no, el senador Ricardo Monreal.
Algo tiene que ver en esos linderos, con lo que asegura María Guadalupe Tena Núñez, en Facebook sobre “el coeficiente y formular un pensamiento complejo intelectual medio de la población mundial, que desde la posguerra hasta finales de los años 90 siempre había aumentado, en los últimos veinte años está disminuyendo”.
Enseguida, dice textualmente: “En la vuelta del efecto Flynn parece que el nivel de inteligencia medida por las pruebas disminuye en los países más desarrollados. Muchas pueden ser las causas de este fenómeno. Una de ellas puede ser el empobrecimiento del lenguaje. En efecto, varios estudios demuestran la disminución del conocimiento léxico y el empobrecimiento de la lengua: no solo se trata de la reducción del vocabulario utilizado, sino también de las sutilezas lingüísticas que permiten elaborar un pensamiento complejo.”
En otra parte de su texto, sostiene, sin palabras para construir un razonamiento, el pensamiento complejo se hace imposible. Cuanto más pobre es el lenguaje, más desaparece el pensamiento. Si no existen pensamientos, no existen pensamientos críticos, y no hay pensamiento sin palabras.
Lamentablemente, en torno a los partidos políticos, una grave deficiencia que han ostentado prácticamente desde su fundación, que no acometan con una idea política que convenza al electorado en una primera instancia.
Esto es, bajo su papel de membretes aglutinadores de electores, a la hora buena, acudan a las ánforas electorales con la idea de sufragar en favor de una fórmula que les satisfaga, por haberles demostrado su vocación de servicio, la convicción que los mueve y de que sabrá dar respuesta sobre todo al catálogo de ideologías- todas a prueba de bomba- que debiera difundir un partido político, precisamente. Es todo.