CAZARÍN VULNERA AL ORFIS

AL PIE DE LA LETRA

Raymundo Jiménez

CAZARÍN VULNERA AL ORFIS

El jueves 28 de enero pasado, la maestra Delia González Cobos, auditora general del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) del estado, ya tenía todo listo para cumplir puntual y legalmente con la entrega de los Informes Individuales y el Informe General Ejecutivo de la revisión de las Cuentas Públicas correspondientes al Ejercicio Fiscal 2019.

Sin embargo, de hora, habría recibido del Congreso local una petición supuestamente acordada entre las fuerzas partidistas representadas en la Junta de Coordinación Política que preside el diputado Juan Javier Gómez Cazarín, líder de la bancada de Morena en la LXV Legislatura local: que se aplazara la entrega de estas auditorías hasta después de las elecciones locales y federales de junio próximo.

Y es que se presume que los diputados querían evitar el golpeteo en las campañas electorales por las observaciones que el Orfis estaría por hacer a los entes fiscalizables, entre los que figuran obviamente dependencias del gobierno estatal de Morena y de ayuntamientos presididos principalmente por alcaldes del PAN , PRI y PRD.

Pero, para ello, no fueron los legisladores los que se atrevieron a dar la cara y apechugar el costo político de esta decisión, sino que fraguaron que fue la auditora general del Orfis la que solicitara formalmente a la Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado, mediante oficio, una segunda prórroga con el pretexto de la pandemia, tal como ya lo había hecho en octubre del año pasado.

Obviamente a la maestra González Cobos le llovieron críticas por este nuevo aplazamiento, exponiéndola ante la opinión pública como incapaz.

No conforme con este daño a la credibilidad y certeza del Órgano de Fiscalización Superior y su titular, casi mes y medio después, el pasado 18 de marzo, el diputado Gómez Cazarín volvió a dejar en entredicho al Orfis al cuestionar que, por “arte de magia”, en ocasiones a algunos Ayuntamientos se les hacen observaciones de 7 u 8 millones de pesos“ y después las obras aparecen y queda todo solventado ”.

Eso sí, declaró que no dudaba del trabajo de la auditora general del Orfis, pero lo cierto es que sembró la duda.

Sólo que en esta ocasión, ante la gravedad de la insinuación, la maestra González Cobos no dejó que crecieran las sospechas y respondió que el Orfis no está para solapar ningún ilícito en los procesos de revisión de las Cuentas Públicas y mucho menos si se cometen desde adentro del órgano fiscalizador.

Al rechazar que el Orfis vaya a desaparecer “por arte de magia” observaciones de presunto daño patrimonial, la auditora general descrita que la Ley de Fiscalización Superior y Rendición de Cuentas establece una primera fase de solventación con “resultados preliminares”, y que si existen observaciones de presuntas irregularidades entonces se emiten los pliegos de observaciones, las que en una segunda etapa los entes fiscalesizables tienen la oportunidad de presentar documentación para aclararlas y, en muchos de los casos, es ahí en donde se solventa el supuesto daño patrimonial.