ALEXANDER VIVERO; EMERGE UN PRODIGIO DEL PIANO

  • El artista mexicano, de tan sólo 12 años de edad, participará en octubre en un concierto de gala en el Stern Auditorium del Carnegie Hall de Nueva York.

CIUDAD DE MÉXICO.

Alexander Vivero tiene 12 años y ya es una de las promesas del piano. No sólo obtuvo el primer lugar del concurso Grand Prize Virtuoso de Bonn, Alemania, y en la American Protégé International Music Talent Competition, sino que se presentará en octubre próximo en un concierto de gala en el Stern Auditorium del Carnegie Hall de Nueva York, una de las salas de concierto de mayor prestigio en el mundo.

En entrevista con Excélsior, este joven prodigio, quien también realiza sus composiciones para piano solo, aseguró que uno de sus sueños es presentarse como solista en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes y viajar a Europa para especializar sus conocimientos como pianista, compositor y director de orquesta.

Después me gustaría regresar a México y enseñar música. Aunque también estoy estudiando percusiones, batería, guitarra y violín en mis tiempos libres, porque me gustaría ser director de orquesta, pues es importante conocer cada instrumento y cómo se toca para poder hacer correctamente una dirección orquestal”, añadió el estudiante del Colegio Alemán de Guadalajara.

La invitación para tocar en el Carnegie Hall le llegó el pasado 19 de marzo vía electrónica. “Me dio mucha emoción la noticia porque significa que lo estamos haciendo bien mi maestro Joel Juan Qui (catedrático de la Universidad de Guadalajara) y yo. Así que estoy muy feliz, porque no me lo esperaba”.

Originario de Guadalajara, Alexander Vivero comenzó sus estudios musicales a los cuatro años de edad, ya ha compuesto varias obras para piano, orquesta y otros instrumentos. Debutó como compositor a los seis años con la pieza para piano La ardilla saltarina, que se estrenó en el Centro Cultural Roberto Cantoral de la CDMX y hace algunos meses estrenó El circo, en el Centro Cultural Constitución, con la Orquesta de Cámara de Zapopan, bajo la dirección de Vladimir Gómez.

¿Cuál es tu creación más reciente? “Se titula El circo. Es una pieza para orquesta de cámara que está basada en ese espectáculo artístico; intenté hacerlo muy juguetón y en una parte representé una cuerda floja que es delgada y muy fina; y en otra parte, más divertida, represento a los payasos. En el caso de La ardilla saltarina, que es para piano solo, es una pieza chiquita y juguetona que representa a una ardilla que corre por el jardín y por diferentes lugares”.

¿A qué compositores estás más ligado? “Siempre he admirado la música de Johann Sebastian Bach, por la perfección que tiene en su armonía y su contrapunto. También me gusta la música de Frédéric Chopin y W.A. Mozart –que fue de los primeros compositores que escuché de chiquito– y otros de jazz”.

¿Consideras que falta educación musical en nuestro país? “Sí, creo que falta una parte de educación musical y de la cultura. Pienso que la música debería estar incluida en la escuela para que más niños pudieran involucrarse en la cultura. Sería importante tener alguna materia enfocada a la música y al estudio de diversos instrumentos para entender la música como un arte”.

¿Realizarás algún recital pronto? “Sí, con mi maestro Joel estamos preparando un recital que, si la pandemia lo permite, esperemos realizarlo. Además, estoy componiendo otra obra para orquesta de cámara. Se llamará El expreso de Oriente y está basada en el libro Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie”.

¿La música te ha implicado sacrificar tu infancia? “No creo que sea así. También me gusta el ajedrez, andar en bicicleta, jugar con mi perrito y ver series. No hace mucho terminé The Mandalorian y con mis papás acabamos la película de Tom y Jerry. No sacrifico nada por la música, porque cuando la hago, la disfruto y porque mi pasión es lo que más me gusta hacer. No sacrifico nada. Además, me gusta viajar y habló inglés, francés, alemán y estoy estudiando italiano”, concluye el joven pianista.