Nada he podido hacer, para salvarme de un día de lluvia
|Jaime Pasquel Brash/In memoriam
Tú, muchacha hermosa, solitaria,
eres llena de luz, como si la bebieras
al tiento de sorbos de luz celestial,
pretendo describirte en un día tarde de lluvia,
humedades en torno mío, me saludan,
sueños realidades de que eres lo exacto,
lo que mi ser pedía,
encuentro en ti, que has sido lo que deseaba,
las aguas de esta lluvia ligera pertinaz,
el helado sentir del aire, las humedades,
todos, en estas fuentes, las conversaciones,
los paseos, siempre estarán dentro nuestro,
porque la alegría se encuentra unida al reflejo
del olor perfumado de una flor o, al sentir ilusionado
de una palabra cargada de ternura, jubilosa de amor.
Estas aguas, son las mismas que un día humedecieron
mis poemas escritos para ti, también en otra mañana
de este cielo mojado de alegrías y bendiciones celestiales.