LA PLAGA DE LAS MOTOCICLETAS
|LAVADEROS
Por El Tlacuilo
LA PLAGA DE LAS MOTOCICLETAS
El incremento del parque vehicular de motocicletas en las ciudades se ha incrementado a partir de la pandemia del Coronavirus; esto en gran parte porque los repartos a domicilio se han vuelto un “placebo” para que mucha gente intente prevenir los contagios; les ponemos la etiqueta de “placebo” porque realmente nadie supervisa que los repartidores cumplan las normas sanitarias, así que la mayoría de las veces corremos más riesgos con ellos que en las tiendas.
Existen repartidores que no pertenecen a ninguna marca comercial, sino que sus negocios están diseñados para trabajar específicamente entregando productos de cualquier otra empresa. También vemos circulando por las calles a repartidores de tortillas, pizzas, y de muchos otros productos; la mayoría de ellos carecen de capacitación.
El problema no es la nueva modalidad, sino la falta de regulación, porque ni las oficinas de Comercio municipales, ni las de Tránsito del estado han puesto atención en la correcta operación de estos vehículos comerciales, tampoco lo han hecho con las motocicletas privadas, ambos circulan violando el reglamento de tránsito en todas sus modalidades; además muchos vehículos carecen de placas y sus conductores de licencias de manejo.
La gran mayoría de los motociclistas tienen la maldita costumbre de circular en medio de dos carriles, modalidad peligrosa que está perfectamente reglamentado que no está permitida, pero que nadie sanciona.
Muchos operadores de motos conducen de manera temeraria, rebasan por la derecha, lo hacen hastapor la orilla de la banqueta: además la mayoría exceden los límites de velocidad; en fin, su manera de desplazarse pone en riesgo su propia vida e integridad física, así como también la de los automovilistas y los peatones; las motocicletas se han convertido en una plaga, no tanto porque han aumentado en cantidad de manera importante, sino por el comportamiento irresponsable de sus operadores.
Urge meter orden en esos vehículos; desde lo fundamental como es que cumplan con su documentación, hasta lo de fondo como es la necesidad de que las empresas las rotulen de manera muy visible con sus logotipos y con un número de quejas, porque hasta el momento son anónimos; en el caso de los particulares deben contar con su placa visible y quizás un número extra de identificación.
Hace falta mucha cultura vial; los accidentes de motociclistas son el pan nuestro de cada día, gran parte de ellos son generados por la temeridad de los mismos tripulantes de esos vehículos, las estadísticas de muertes en ese tipo de accidentes es alarmante; desde luego que a muchos automovilistas también les hace falta cultura vial porque no respetan a las motos, incluso en su mente no las ven como un vehículo, prueba de ellos es que en el “uno por uno”, no toman en cuenta el paso de las motocicletas.
Insistimos, las motos se han vuelto una plaga, y una plaga peligrosa en muchos sentidos, porque las lagunas legales que hacen anónimos a esos vehículos han permitido que sean la herramienta perfecta para delinquir.
Si usted es de los motociclistas que sí saben respetar el reglamento y no anda haciendo “malandreses”, por favor no se ponga el saco de todo lo dicho.
LA SELVA LACANDONA EN XALAPA
El Ayuntamiento de Xalapa no puede con las áreas verdes, lo que antes eran esplendorosos parques públicos, camellones y glorietas decorativos, ahora son vil monte, campo de cultivo para la fauna nociva.
En ocasiones la maleza no solamente da mal aspecto, sino que también representa un peligro porque impide la visibilidad tanto de los peatones como de los automovilistas.
Es claro que el personal de Parques y Jardines no es suficiente; por eso y por mucho más es lamentable que la actual administración municipal,que navega con bandera de austeridad, haya elegido engrosar la nómina administrativa de manera grosera y grotesca, y no haya reforzado áreas fundamentales como lo es esta.
Es importante entonces que aceptemos nuestra realidad, si no le pueden dar mantenimiento al pasto y a las plantas de ornato de los camellones, que les metan adoquín o cemento; es mejor que reduzcan las áreas verdes a que las dejen sin atención; si usted es ecologista no ponga el grito en el cielo por esta sugerencia, lo importante para ayudar al medio ambiente es que haya árboles, no que tengamos pasto crecido con yerbas.
La ciudad de Orizaba es un ejemplo de esto, la mayoría de sus camellones ya no tienen vegetación, lo que ayuda a conservar un aspecto pulcroen la ciudad, además de que de una manera práctica se evita el gasto constante y permanente de su mantenimiento.
Desde luego que las áreas verdes son bonitas, pero es un lujo que en este momento no podemos darnos debido a que nuestras autoridades municipales carecen de capacidad, a que la desatención oficial da a la ciudad un aspecto de deterioro, ineficacia y descuido.
Veremos que decide Ricardo Ahued ahora que empiece a administrar, porque al alcalde que se va le quedó grande la yegua y a Xalapa le faltó jinete.
EL BACHE NUESTRO DE CADA DÍA
Nunca habíamos visto las calles de la capital del estado con tantos baches, tampoco habíamos observado tanta negligencia para atenderlos. Para muestra con un bache basta; el que apareció hace unas semanas en el paso a desnivel de la Araucaria, sobre Lázaro Cárdenas; se trata de un hoyanco que durante varios días fue reportado por los ciudadanos a través de las Redes Sociales; sin embargo las autoridades municipales ni vieron ni oyeron a sus gobernados; hasta que el méndigo bache causó un accidente, una carambola de varios vehículos, y aun así todavía tardaron en repararlo.
Sabrá Dios quién pagó los daños de los vehículos involucrados en el citado accidente, pero el Ayuntamiento (tenga usted por seguro) no fue; como tampoco ha pagado las llantas ponchadas, ni las suspensiones dañadasde los vehículos que han caído en sus baches que parecen cráteres lunares o socavones poblanos que no son reparados porque el Ayuntamiento tiene mucho cinismo y poco chapopote.
Pero los agujeros no son propiedad exclusiva de Hipólito, también lo son de quienes representan a Xalapa en el Congreso, todos ellos aspirantes a la alcaldía; pero que desde sus curules solamente se dedican a cobrar sus quincenas de manera puntual y a chuparse sus jugosas compensaciones, a hacerse guajes para no meterse en controversias; tienen nombre y apellido, se trata de Ana Miriam Ferraez, Rosalinda Galindo; desde luego también de los plurisxalapeños, Sergio el Bailador y Omar Miranda; todos ellos fueron y son cómplices del deterioro y del abandono de Xalapa; juntos los cuatro nos cuestan una millonada anual en salarios y privilegios, pero solamente sirven para “dos cosas”, la primera es para nada y la segunda luego se las decimos.