¿Es cierto que beber té caliente provoca cáncer de esófago?
|- El peligro es mayor para quienes también consumen bebidas alcohólicas.
Nunca olvidaré a un amigo que conocí durante mi especialización en oncología en The Johns Hopkins Hospital en Baltimore. Era un cirujano de los Emiratos Árabes Unidos y a él fue la primera persona a quien vi tomar té caliente. Su té no era solo caliente, ardía.
Mientras estudiábamos, yo lo observaba como hervía el agua en la tetera, después que sonaba el silbato avisando que estaba lista, él lo dejaba otro rato más: “para que esté todavía más caliente”, decía. Dejaba pasar solo treinta segundos después de verter el líquido hirviendo sobre las hojas de té y lo comenzaba a beber. Hacía ruidos con la lengua, los labios, deglutía rápidamente. En cuestión de cuatro a cinco minutos ya se había tomado aquella taza de té.
Perdí el contacto con él. No sé qué habrá sido de su vida, pero cada vez que leo evidencia científica que enfatiza el vínculo entre el consumo de bebidas calientes y el cáncer del esófago no puedo evitar acordarme inmediatamente de mi amigo.
Recientemente, los resultados de un estudio realizado entre personas de 40 y 75 años, avivaron el debate sobre el peligro de consumir bebidas extremadamente calientes. La investigación demostró que quienes toman más de dos tazas de té a una temperatura mayor de 60 grados centígrados (140 grados Fahrenheit) tienen casi el doble de posibilidades de desarrollar cáncer del esófago en comparación con aquellas que lo toman a una temperatura menor.
¿Por qué las bebidas calientes pueden causar cáncer de esófago?
Se piensa que de dos maneras. Una de ellas es mediante el daño térmico crónico. El calor causa inflamación aguda de la delicada mucosa del esófago y, en personas susceptibles, desemboca en cáncer.
La otra manera tiene que ver con el consumo de tabaco y alcohol. Se estima que el daño causado por el alcohol y las sustancias cancerígenas del tabaco en el delicado revestimiento interno del esófago se refuerza al añadir líquidos a altas temperaturas. Un estudio, publicado en el 2018, demostró que el riesgo de cáncer del esófago fue de dos a cinco veces mayor en personas que, además de tomar bebidas calientes, también tomaban alcohol (más de un trago al día) y fumaban cigarrillos.
El esófago es un órgano delicado en toda la extensión de la palabra. Además de la fragilidad del tejido, es como con una carretera de una sola dirección, desde la garganta al estómago. Es por eso que cuando el contenido ácido del estómago sube “contra el tráfico” causa una severa irritación del esófago, llamada esofagitis. Cuando el reflujo esofágico es crónico está relacionado también al cáncer del esófago.
La cantidad y la frecuencia también determinan
La International Agency for Research on Cancer de la Organización Mundial de la Salud, reunió, en mayo del 2016, a veintitrés científicos para que hicieran una revisión de todo lo investigado sobre la relación entre bebidas muy calientes y el cáncer del esófago. Su reporte fue muy claro, existe una relación muy directa entre la temperatura del líquido que se consume, la cantidad y la frecuencia con que se toma.
En el reporte se consigna también que el cáncer del esófago es más frecuente en los países sudamericanos donde se consumen altas cantidades de yerba mate; una infusión energética muy popular en Uruguay, Paraguay y Argentina. Concluyendo que el consumo de bebidas muy calientes es un factor probablemente causante de cáncer.
Después de evaluar la evidencia científica, te recomiendo que si tienes la costumbre de consumir bebidas calientes, y lo has hecho durante muchos años, veas a tu gastroenterólogo para que te haga una endoscopía y te examine el esófago.
Recuerda, antes de consumirlo, deja enfriar tu té o café. Prevenir, es siempre mucho mejor que lamentar.