EL EX ALCALDE, NOMÁS AUTORIZÓ CAMBIO DE SUELO, PERO LLEGÓ LA TALA A LAS ÁNIMAS
|60 SEGUNDOS
RAUL GONZALEZ RIVRA
EL EX ALCALDE, NOMÁS AUTORIZÓ CAMBIO DE SUELO, PERO LLEGÓ LA TALA A LAS ÁNIMAS
El ex alcalde peor calificado de la ciudad, en los últimos 200 años, Hipólito Rodríguez Herrero, según una información publicada por este matutino en su edición del último jueves, administración correspondió únicamente autorizar el cambio en el uso del suelo, más no, de la construcción de una macro-plaza, como extraoficialmente se viene diciendo en esos linderos.
Es cierto, la primera devastación de miles de hectáreas de árboles y una vasta vegetación, que igual acabó con una infinidad de especies animales y disminuyó los caudales del agua que cruzaba la “selva” le decían lugareños de las Animas, inició con el presidente Carlos Salinas de Gortari.
El poderoso imperio que contaba entre sus propiedades, las miles de hectáreas dedicadas a la siembra y cultivo del café, sucumbió bajo la pala y pico, luego los trascabos y finalmente en su lugar se edificaría el primero de 2 fraccionamientos habitacionales, que con ellos suplieron una vasta región verde y que en buena medida, conforme a los investigadores y científicos, igual derivó en el cambio del clima de generoso a extremoso, que ahora respiran los vecinos de la ciudad capital.
Xalapa, no es asiento de industrias ni fábricas en este momento, existen agencias vendedoras de automóviles, que también padecen los estragos por la falta de refacciones y la fabricación de automóviles nuevos, como lo hacen constar sus salas de exhibición vacías.
La ciudad, luce abandono y pestilencias a sus cuatro costados, porque el número de barrenderos es insuficiente, los servicios de recolección de basura, objetivamente, enfrentan graves carencias y deficiencias. Las calles apestan y por doquiera resaltan los miles de profundos baches, hoyancos y hundimientos.
Si a ello le añade usted la apertura de plazas comerciales, a las cuales acceden clientelas de cuando menos doce municipios aledaños a la capital, provocando los tumultos que se forman de gente y unidades automotrices a las entradas de esos negocios, sin salidas alternas, las consecuencias no son las más halagüeñas.
Ocho de cada diez vecinos de los fraccionamientos de las Animas, rechazan siquiera la idea de que se vaya a construir otra plaza en el corazón del área que se conoce como Monte Magno, porque lo primero ya sobrevino, la tala o derribo de decenas de gigantescos árboles, con lo cual, también se aniquiló la vida de diversas especies animales.
Las entradas y salidas de tantos fraccionamientos habitacionales, se complica de tal suerte, que en una conflagración cualquiera, las consecuencias –según se calcula-serán funestas, porque las dos vías para cualquier huida no precisamente graciosa, que existen, normalmente, se congestionan ahora todos los días.
A estas alturas, seguramente el alcalde Ricardo Ahued debe estar analizando la penosa situación que se vive en las Animas, donde los establecimientos comerciales, la vendimia de frutas y verduras y garnachas, ha convertido el espacio elegido por miles de familias, porque creían en las bondades de un ambiente seguro y saludable, ahora, lo copta un monumental tianguis del imperio que ostentan las dos firmas, dueñas materialmente de la otrora Atenas de Veracruz. Esperemos.
QUÉ HARÍAN VILLA, ZAPATA Y OBREGÓN, ANTE INCIDENCIA DELICTIVA EN NUESTRAS CIUDADES
Ciudadanos y algunos avezados estudiantes coinciden en elevar una pregunta relacionada con la inseguridad, violencia y miedo que se experimenta en las calles de nuestras ciudades, sobre lo que harían los generales Pancho Villa y Emiliano Zapata y el también general Alvaro Obregón de cara a la era de violencia, que se produce en las ciudades las 24 horas del día.
Por supuesto que para analistas, historiadores y estudiosos de la ciencia social, la opinión que rinden al que esto escribe, destacan que la ley escrita sería rebasada, como lo hacen constar episodios protagonizados por el binomio de guerrilleros, a los cuales conociendo sus caracteres, cada que se presentaba una ama de casa para denunciar ante Villa, los embates de violencia de sus parejas, en aquellos ayeres ordenaba el exterminio del violador, feminicida o simple raterillo callejero.
Se cuenta lo anterior, porque son decenas de actos de violencia, asaltos a mano armada y violencia cometidos por distintas bandas y delincuentes individualmente, que provocan la inseguridad tanto para los peatones, amas de casa en los mercados de abasto alimentario, el usuario que se sube a un taxi, que el dependiente o empleado, que atiende desde atrás de un mostrador a sus clientelas.
El empuje de la delincuencia va en aumento, la secuela de la incidencia delictiva, no cesa, pero la mayoría de estos actos contrarios a la ley, no son denunciados, porque el común ciudadano desconfía de los ministerios públicos, de los fiscales y de allí en adelante del aparato judicial. La justicia contrariamente al dicho de que debe ser pronta, imparcial y expedita, en la realidad para las mayorías, no es así.
Hoy día, el comercio cierra sus puertas todavía cuando empiezan a caer las primeras horas de la tarde-noche, porque el miedo agobia a los dueños y encargados de realizar las actividades conforme al gro comercial que representan.
A una estilista, sugiere la propia policía que cierre un negocio temprano, porque no les daría tiempo a sus elementos correr y prevenir un ataque o atrapar al o los culpables de un atentado semejante. A la propietaria de una importante mercería, con más de 60 años, con puertas abiertas, sostiene que la sensación de inseguridad que percibe es de inseguridad, peligro y debe estar alerta, como nunca había sucedido.
El ulular de las patrullas policiacas, sobrecalienta el ambiente, porque en los lugares donde se registran hechos delincuenciales, generalmente, arriban cuando ha pasado el suceso, mientras en las calles, se pregunta la ciudadanía, porque tantas unidades automotrices corriendo a altas velocidades en una ciudad de arterias angostas y cortas y muchos caminantes, lo que provoca que el stress que resiente una aplastante mayoría, vaya en aumento, conforme a los registros que se reservan en los nosocomios públicos y consultorios privados.
Seguramente, a la falta de instituciones de atención a la intranquilidad, que causa estados de crisis nerviosas en la gente, los guerrilleros Pancho Villa y Emiliano Zapata y el propio general Obregón, ordenarían un estate quieto a la incidencia delictiva, con los métodos que utilizaron para pacificar al país y que trascendieron e hicieron historia de aquellos dos guerrilleros, generadores de la revolución de 1910.
HAY 51 MIL MÉDICOS GENERALES, SIN PLAZA QUE SUELEN ABANDONAR SU PROFESIÓN EN EL PAIS
A la par de lo dicho por uno de los prestigiados médicos especialistas de corte nacional, quien asegura que hay 51 mil galenos sin poder obtener su plaza, el doctor José Ramón Cossío, ex ministro de la Corte, enlista los requisitos que deberán cubrir los médicos cubanos, una vez que arriben a suelo mexicano.
El personaje, dice en un twit hecho público a través de las redes sociales que de acuerdo con la legislación vigente un extranjero no puede trabajar como doctor en México, sin antes realizar un proceso de homologación o revalidación de estudios y obtener una cédula profesional.
Al respecto, sostiene que los secretarios de salud y educación, carecen de facultades para avalar la documentación antes destacada. Además, confirma que un galeno cubano requiere una visa para poder laborar.
Y remata su comentario, al precisar que al pagarles su sueldo el pueblo mexicano a esos médicos cubanos, aquellos deberán tributar ante el SAT, como cualquier profesional de la salud.
Cómo se ve, el ritual que deberán cumplir los 500 médicos de origen cubano, no será nada sencillo y menos que a la vuelta de la esquina, lo hayan cubierto.
La especie contagia la preocupación que ahora tienen miles de familiares, padres, hijos, hermanos y abuelos de los médicos aztecas, porque su porvenir resulta un tanto incierto, siendo que por caso un especialista tiene que estudiar y prepararse cuando menos en un lapso de diez, once o catorce años, amén de que son profesionales, que nunca abandonan los libros, en el resto de su vida profesional.
Un médico que egresa de alguna de las 123 facultades de medicina que se localizan en el país, tras de asistir a las aulas durante cinco años, deberá cubrir después un año de internado y otro año de servicio social. Al concluirlo, podrá presentar el examen de admisión en alguna de las ramas o disciplinas de especialización en que se divide la medicina, que puede ser, a manera de ejemplo, dos años de pediatría, tres de cardiología infantil y uno de ecocardiografía. En cada una presentará un examen, y deberá gestionar su correspondiente cédula profesional, que ampare su ejercicio, por cada especialidad y subespecialidad.
En el caso de los médicos que trabajan en el país, según el INEGI hay poco más de 300 mil médicos, el 67 por ciento son médicos generales y el resto especialistas. De los médicos generales, al no haber plazas en donde desempeñarse, sobre todo en nosocomios públicos, se perfilan para atender consultorios dependientes de las farmacias privadas, aunque no pocos de ellos, abandonan la medicina y se dedican a otras actividades laborales, distantes de la mencionada anteriormente.
Cabe precisar, que de cada cinco mil médicos generales, que sustentan el examen de admisión en alguna de las especialidades del universo que les ofrece la medicina, solamente aprueban 165 y quedan fuera casi cuatro mil aspirantes. Es todo.