OLVIDO
|Ángeles Netzahualcóyotl*
Hoy mi madre está muerta,
mañana despertará con resaca
por la tormenta que pasó en su velorio.
La cubrieron con su aliento y luego la metieron
en un ataúd seco.
Recuerdo sus cabellos
que desafiaban al tiempo.
Recuerdo sus enojos,
retumbaban ventanas
y se escondían pájaros sin alas.
Mi madre está muerta y sólo yo lo recuerdo.
La casa está vacía, nunca fue habitada.
Tlaxcala, 1992. Estudió la licenciatura en Literatura Hispanoamericana en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT)