UN PACIENTE DE COVID PARALIZA EL TRÁNSITO Y LA GENTE HUYE

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

UN PACIENTE DE COVID PARALIZA EL TRÁNSITO Y LA GENTE HUYE

Los entornos del hospital civil doctor “Luis F. Nachón” ayer al filo de las 18:00 horas se transformaron en un espectáculo, que muchos tampoco habían visto, como aquellos que no creían, finalmente dieron fe de que el coronavirus no es un mito, que existe, y que para sacar a un paciente de una de sus áreas, paralizó el tránsito vehicular y a los caminantes los instaron elementos de la IPAX para que abandonaran el lugar.

                     Una ambulancia de la Cruz Roja fue estacionada en el frente del hospital y de esta descendieron dos paramédicos o enfermeros de estatura más alta que baja, corpulentos y camuflados rostro, ojos, boca, nariz y su bata blanca, en señal de que sacarían del hospital a un enfermo de covid 19, del cual se dijo que lo trasladarían al antiguo hospital del CEM, en donde recibiría el tratamiento de rigor.

                     Muchos nunca habían visto algo semejante. Oficialmente se dice que el civil no recibe a pacientes del coronavirus. La muchedumbre que día y noche acostumbra agolparse prácticamente en el entorno del nosocomio, estaba azorada, como si la espera a la salida de un enfermo o enferma, fuera a aparecerse el mismito demonio. Confiaba una señora que se vio cercada entre autos y policías y no pudo continuar con su camioneta cruzar la calle de Alonso Guido con rumbo a la calle de Bravo.

                     La gente, se sorprendía que la policía prácticamente tomara el tramo de la arteria pública de cara a la puerta principal del nosocomio, cerrando su acceso a peatones y automovilistas, porque un paciente sería sacado de una minúscula área- según se coló extraoficialmente, para trasladarlo a otro hospital.

                     El espectáculo llama a lo grotesco, al morbo o sencillamente a presenciar algo que jamás se habrían imaginado aquí y en cualquiera otra parte del país que sucedería algún día.

                     El remolino humano, fue contenido por elementos de la IPAX, para que no se acercara a la ambulancia de la Cruz Roja, menos a la puerta principal del hospital.

                     Un común ciudadano osó atravesar la calle, meterse a la boca del lobo, sin portar ninguna mascarilla, quizá se veía retador y los guardianes del orden público a gritos le exhortaban a que se retirara, como si aquel paciente de covid 19, a la distancia de seis u ocho metros, lo fuera a contagiar.

                     Esto a varios mirones, les hacía trasladarse a los tiempos en que la peste, la cólera y otras enfermedades provocaban que la gente huyera prácticamente de los enfermos, los médicos y los hospitales.

                     Un taxista detuvo la marcha de su automóvil, su pasajero, quedó varado también, pero se resguardó dentro del vehículo, pero encarando la fría realidad, se atrevió a confesar que  ya no le quedaba duda de que el covid si existe.

                     Por supuesto, que  nadie vio que salieran galenos del nosocomio, pero un viejo trabajador de la administración del mismo,  deslizó la especie en el sentido de que tal vez no fuera un paciente de Covid, que su enfermedad, fuera algo parecido y antes que atenderlo en el civil, a ese tipo de pacientes, los llevan a los pabellones del antiguo Centro de Especialidades Médicas, para iniciar su tratamiento, o bien  tratar de preservar su salud y el tesoro más valioso que  puede tener un ser humano, que es la vida.

EL PARQUE BENITO JUÁREZ Y LOS BERROS, SIGUEN CERRADOS

                     En los xalapeños auténticos la tristeza desgarra el corazón, sin duda. Los dos parques emblemáticos de la ciudad, continúan cerrados al público.

                     El parque Juárez y Los Berros, sin duda son los dos más grandes monumentos que la recreación, la sana diversión y el encuentro amoroso y con los amigos, fueron testigos mudos por decenas de años, hasta que llegó el pasado mes de marzo y cerraron sus accesos, entradas y corredores con la mira de evitar los contagios del enemigo invisible más poderoso a que se encuentre enfrentando la sociedad de todo el mundo.

                     Cuando apareció el doctor Hugo López Gatell-Ramírez las primeras veces en la pantalla chica de la televisión, la gente lo escuchaba con singular vehemencia, pues se trataba de un especialista, científico y galeno, al que el grueso de la población no conocía. Vio la fluidez en sus exposiciones para anunciar la llegada del coronavirus y de inmediato también, hacía las recomendaciones de rigor, para que el grueso de mexicanos tomara precauciones y cuidara de no enfermarse.

                     Las noches de octubre, para el romance y los días entrantes de la temporada de invierno los estudiantes de algunas de las facultades y escuelas de la Universidad Veracruzana, acostumbraban leer sus libros, realizar sus ejercicios y debatir con sus compañeros los temas del próximo examen, sentados en alguna de sus bancas, lo mismo en horario matutino que vespertino o por las noches. El clima era generoso- Y la seguridad pública, estaba más que probada. No había los asaltos ni los actos de barbarie que ahora se difunden por todos los rumbos.

                     El monumento a don Benito Juárez, instalado en el parque que lleva su nombre y la estatua erigida a don Miguel Hidalgo y Costilla, sobre la entrada de Los Berros, ambos pilares de los periodos históricos de la Independencia y la Reforma de este país, aparecen como guardianes eternos de los parques emblemáticos que los xalapeños de siempre han podido conservar como parte de su patrimonio cultural.

                     Cuantas gestas y sucesos históricos, reservan los días y años de ambos espacios creados en su oportunidad para el descanso y recreación de las familias xalapeñas. Sus ahuehuetes, siguen luciendo enormes y con abundante vegetación. Ambos sitios conservan el sabor de la provincia capitalina, y que por fortuna, jamás han sido utilizados en las protestas sociales ni los amagos de violencia de grupos específicos o gente del común, que gusta de provocar la inseguridad pública.

                     Los xalapeños de cepa, continúan a la espera de que reabran sus puertas. Se había anunciado la apertura de estos puntos de reunión de las buenas familias y los amantes de la naturaleza y el sano esparcimiento, la lectura de un buen libro y la charla amistosa, sin embargo, el parque Juárez y los Berros, continúan bajo el silencio absoluto, a que obliga su simbólico cierre, como será recordado una vez que el enemigo invisible se vaya para siempre. Ojalá así sea. Esperemos.

QUE QUEMEN VIVOS A MORENISTAS EN EL ZÓCALO, PIDE MARTÍN MORENO

                     En 2017 ya había hecho el pedido que hace una semana repitió en la ciudad de México. El escritor Martin Moreno, autor de cuando menos una docena de libros alusivos a la historia de este país, no se cayó, todo lo contrario, explicó porque de su exigencia, la cual elevó en un tono de voz poco usual en el  intelectual también mexicano.
                     Bueno, externó su punto de vista en relación a los hechos que vienen registrándose en linderos del partido Morena y la próxima elección de su dirigente nacional.

                     El show o espectáculo que brindan a la ciudadanía viejos y nuevos morenistas, cae como balde de agua fría sobre las espaldas de los propios militantes del movimiento en cuestión, porque hay señalamientos en el sentido de que se asemejan mucho a los correligionarios del PRD, el PRI y hasta el PVEM cuando en estos membretes se produjeron hechos de una singular virulencia, sobre todo cuando venían elecciones para designar a sus líderes nacionales.

                     En esta ocasión, toca su turno a morenistas, que a cuesta de todo pretenden obtener las chambas de líderes del partido, por aquello de que en 2021 se celebrarán elecciones en quince entidades del interior del país y por ende, manejarán candidatos, dinero en cantidades millonarias y ejercerán un poder, sobre otros poderes ciudadanos.

                     Cuando menos hay una treintena de tiradores a la silla de la futura presidencia de Morena. Va de todo como en los buenos tiempos del perredismo nacional, entre quienes destaca el politólogo Porfirio Muñoz Ledo, quien de esta forma cerraría el ciclo de su carrera política, ya que antes fue dirigente también nacionalmente del PRI y del PRD, y en esta ocasión ha prometido que va con todo, porque se considera como el más claro intérprete de las acciones presidenciales, para lograr la transformación del país.

                     Por supuesto que Gibran Ramírez cuenta con elementos para hacer valer su aspiración de dirigir a los militantes de la izquierda morenista, no obstante que 30 más de los tiradores al cargo de presidente de dicho movimiento, lo califican de político muy  verde, para jugar en las grandes ligas.

                     El resto, efectivamente son ampliamente desconocidos para el grueso de presuntos militantes del partido, porque sigue sin conocerse a ciencia cierta cuántos han registrado su nombre y firma en el padrón morenista.

                     No debe olvidarse, que en el caso del entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quienes lo hicieron ganar la elección del proceso electoral realizado en el año 2018 fueron ciudadanos sin partido, e inclusive se sumaron votando en su favor en las urnas de rigor socios priistas, militantes del PT, miles del PVEM y hasta panistas despechados y enojados con Vicente Fox, Margarita Zavala y Felipe Calderón Hinojosa.

                     En esta ocasión los sensatos, reflexionan en forma, sobre la expectativa de que sea Muñoz Ledo, porque del resto no hay uno sólo que pueda controlar a las masas morenistas, porque les faltaría capacidad, talento, tenacidad y vocación política, considerándose que hasta podría decirse, que son más de lo mismo, con antifaz de políticos con una sólida ideología de izquierda.

                     Lo que llama a nota, es que ninguno de los asociados de Morena o simpatizantes de esta sigla haya respondido, comentado, entrado en debate con el escritor Martin Moreno, para saber estos y lo pudieran difundir al resto del pueblo, porque el intelectual dijo que si pudiera quemaría vivos a todos los morenistas en la plancha del zócalo de la ciudad de México. Al tiempo.