“Mi padre murió de COVID; se contagió en la CEAPP y lo obligaron a renunciar”; hijo de trabajador señala a directivos de abusos laborales y absoluta indiferencia

  • CEAPP ejemplo de explotación laborar, indolencia e incumplimiento.
  • “Me gustaría confirmar que, en efecto, el licenciado Gallardo Resendez contrajo la infección de Covid-19 al estar laborando en la CEAP, lugar en el cual no existen las medidas de protección adecuadas para la prevención de la infección. incluso, el personal que había sido infectado no tenía el periodo de incapacidad adecuado y era obligado a volver, siendo un riesgo y foco de infección.
  • Cuando los directivos de la CEAP se enteraron de que mi señor padre tenía la infección lo despidieron, obligándole a firmar su renuncia, la cual un servidor fue a entregar a las oficinas ya que mi padre no podía salir; no le pagaron más que la parte proporcional de su salario con respecto a los días que llevaba el mes. Posteriormente no se recibió apoyo y la indiferencia por parte de dicha institución fue absoluta hasta el fallecimiento de mi padre.”

Xalapa

Desgraciadamente la actitud de descuido, indolencia y desatención a las medidas sanitarias, trajo ya lamentables consecuencias; falleció un trabajador de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), en Veracruz, a causa de Covid-19 y al menos 7 más se confirmaron como positivos en lo que va de la pandemia y a pesar de ello, la Comisión sigue sin aplicar los protocolos ni tampoco informa al personal sobre esta situación, lo que ha colocado al resto de los integrantes en alta vulnerabilidad al virus.
La CEAPP, que recientemente ha sido criticada con dureza por diputados al no cumplir con su única función de proteger y salvaguardar a los periodistas veracruzanos, tampoco ha tomado las medidas necesarias para proteger a su personal del Covid-19.
Debido al manejo irresponsable de la pandemia por parte de este órgano autónomo, tanto con los periodistas del Estado como con su personal a cargo, en la CEAPP ha resultado contagiado de Covid-19 el 20% de su personal operativo, es decir, al menos 7 trabajadores.
Uno de ellos, quien laboraba en la Contraloría Interna de ese organismo, fue quien falleció recientemente, apenas la semana pasada y pese de ello, no se han aplicado pruebas al personal de esa área que mantenía contacto directo con su compañero.
Además, familiares cercanos de trabajadores de la Comisión también han fallecido como consecuencia del virus pandémico y a ellos tampoco se les ha otorgado la facilidad para una prueba que descarte contagio antes de regresar a laborar, de manera que han asistido tal como les corresponde y con una posible exposición del virus.
Aunque, tanto el secretario ejecutivo, Jorge Morales Vásquez, como la presidenta, Ana Laura Pérez Mendoza, tienen conocimiento de los contagios, no se han tomado medidas estrictas para proteger al personal, ya que, en lugar de privilegiar el trabajo a distancia y el escalonamiento en las diferentes áreas, los trabajadores laboran simultáneamente en espacios reducidos y sin guardar la sana distancia, lo que contradice las circulares en las que supuestamente implementaban medidas de prevención.
Tratando de mantener los casos de contagio ocultos para al resto del personal, lo que les impide tomar las medidas para proteger su salud y su vida.
Todo lo anterior, ha sido confirmado por el hijo de la persona que falleció, a quien solamente se le había identificado por sus iniciales G. A. G. R; ahora se sabe “respondía al nombre de Gil Arturo Gallardo Resendez y era mi padre”, comentó su hijo de nombre Carlos Arturo Gallardo Hernández.

Así mismo Carlos Arturo manifestó que:
“Me gustaría confirmar que, en efecto, el licenciado Gallardo Resendez contrajo la infección de Covid-19 al estar laborando en la CEAP, lugar en el cual no existen las medidas de protección adecuadas para la prevención de la infección. incluso, el personal que había sido infectado no tenía el periodo de incapacidad adecuado y era obligado a volver, siendo un riesgo y foco de infección.
De igual forma, cuando los directivos de la CEAP se enteraron de que mi señor padre tenía la infección lo despidieron, obligándole a firmar su renuncia, la cual un servidor fue a entregar a las oficinas ya que mi padre no podía salir.
Es importante mencionar que no le pagaron más que la parte proporcional de su salario con respecto a los días que llevaba el mes. Posteriormente no se recibió apoyo y la indiferencia por parte de dicha institución fue absoluta hasta el fallecimiento de mi padre”, acentúo.

Por lo que finalmente, Carlos Arturo Gallardo Hernández, hizo un enfático llamado a las autoridades correspondientes para que no se repita esta situación.