Tres lecciones de Trump para políticos mexicanos
|HISTORIAS DE REPORTERO
Carlos Loret de Mola
Tres lecciones de Trump para políticos mexicanos
Al momento de cerrar esta
columna, Estados Unidos está en proceso de franca mexicanización: sin
resultados oficiales que los respalden, los dos candidatos a la Presidencia se
proclamaron vencedores.
En contra de lo que se esperaba, no fue Donald
Trump el primero que sacudió el tablero, sino su rival, Joe Biden. Frente a la
total incertidumbre por falta de resultados contundentes y a pesar de que en
ese momento iba segundo lugar en los conteos en la mayoría de los estados
clave, Biden salió a decir que iba en ruta a ganar la elección. Trump no se
aguantó y tuiteó, con faltas de ortografía, que querían robarle la elección.
El asunto empieza a descomponerse después de
varias horas en que los actores políticos y mediáticos se comportaron con una
inesperada mesura ante un esperado guion: una elección competida, realizada en
condiciones desafiantes e inéditas, una noche larga y que terminara el martes
electoral sin un ganador declarado. En la costa este de Estados Unidos concluyó
el martes, y en la primera hora del miércoles salió Biden y le respondió Trump.
Y así, el escenario más probable… se complicó.
A estas alturas, ya hay algunas lecciones que se
pueden desprender del resultado.
1.- Gobernar mal puede no ser tan grave. A Trump
le está yendo mucho mejor de lo esperado. Aun cuando pierda la elección, frente
al desastre en la gestión de la pandemia, es asombroso que no haya sido
derrotado estrepitosamente.
¿Qué hace que un votante refrende su confianza
en un hombre que ha demostrado incapacidad para resolver la crisis más
importante de su Administración? ¿Cómo es competitivo un hombre que ha
despreciado la peligrosidad de un virus que ha matado a 250 mil personas? Era
para que le pusieran una paliza.
2.- No solo basta ser el “anti”. No solo basta
con enarbolar el “no” a lo que hay, sino que es necesario explicar el “sí” a
qué. Hay que tener un buen candidato que entusiasme, una oferta de futuro que
despierte esperanza. Capitalizar el enojo contra un Mandatario no basta, tratar
de posicionarse en política solo por ser el “anti” no garantiza un resultado
holgado aun cuando exista insatisfacción con el Gobierno.
3.- No es electoralmente rentable apostar por
solo un sector de la población. Quizá sea la última vez que atestigüemos que
Texas sea el bastión republicano. Lo cerrado de la votación en esta entidad es
fruto de la diversificación de la población, particularmente por la importante
cantidad de latinos que viven en la frontera con México.
Un electorado diverso es algo que solo va a crecer con el tiempo.