SI PERSISTE ALIANZA ENTRE PAN, PRI Y PRD, VA A PERDER

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

SI PERSISTE ALIANZA ENTRE PAN, PRI Y PRD, VA A PERDER

                Tras de la derrota infligida ya por dos elecciones históricas, si los amos, dueños o líderes de los partidos PRI, PAN y PRD persisten en ir en alianza para el 2024, desde ahora se podría pronosticar el fracaso de semejante maridaje, sobre todo, porque dos partidos de los mencionados, están en vías de extinción, y si no al tiempo.

                El resultado obtenido por dicha alianza en 2018 repitió y de manera escandalosa, porque los priistas perdieron seis gubernaturas el último seis de junio y si continúan las cosas como hasta ahora, lo más cuerdo es que al menos los albiazules busquen otros socios, pero el partido tricolor como el partido de la revolución democrática, seguramente estarían por cerrar sus puertas definitivamente.

                Ahora bien, partiendo que en este país se carece de ideologías consagradas, porque no proponerse los socios priistas y perredistas, en buscar su incorporación ya fuera enlistarse con Morena o al partido blanquiazul. No hay que olvidar que el Movimiento de Regeneración nacional, se integra originalmente con asociados del viejo régimen que gobernó 80 años y más al país.

                Es la hora, en la cual los dirigentes ya sea el nacional y los estatales, de los partidos aliados al blanquiazul e inclusive, sí es posible de éste último también, deben estar presentando sus renuncias y permitir el paso a nuevas generaciones y se cumpla aquello que todos ellos hablan en el sentido de que lo que se hace hoy, es para el bienestar de los jóvenes en el futuro inmediato.

                México, es un país donde a cierta todavía no se puede afirmar que haya personajes de izquierda y de derecha, salvo honrosas excepciones. En su mayoría los aguzados han subido a los cargos de timoneles partidarios, pero buscando su personal provecho y beneficios.

                México no es Cuba ni Bolivia y menos los Estados Unidos de Norteamérica, en donde los partidos políticos están perfectamente definidos por una ideología, es decir, por una forma de pensar acerca de lo que más conviene a sus ciudadanos y habitantes. En los dos países mencionados inicialmente, los comunistas y socialistas, gobiernan a placer y con sus representados. En el caso del país del tío Sam, no hay más que dos filosofías, la de derecha y la de izquierda. Así han convivido tirios y troyanos en dichas naciones.

                Los mexicanos, han funcionado más pensando con los bolsillos que con el corazón. Por esto, cuando surge la izquierda de Cuauhtémoc Cárdenas con el Frente Cardenista y posteriormente el PRD; los liberales de este país presumieron que era la oportunidad para enfrentar al priismo, sigla, que jamás demostró consistencia con ninguna ideología. Un ciudadano común y corriente, casado con alguna forma de pensamiento político, difícilmente lo va a encontrar usted.

                Y es que sí dicha alianza va a continuar en el 2024, júrelo usted que va a perder los comicios desde ahora. Los Fox Quesada, Calderón Hinojosa y su asesor de lujo Diego Fernández de Cevallos, deben respirar profundo y elevar al cielo una auténtica reflexión, si es que pretenden participar en el juego de la democracia en serio. Esperemos.

XALAPA, NO LEVANTA NEGOCIOS NI DE MILAGRO NI CHOCHOS

                Con la amargura brotándole por todos los poros de su humanidad, don Macario Hernández, vecino de Xico, pero que se mantiene con un modesto puesto en el que expende verduras, frutas y yerbas, asegura que ni con chochos o un milagro, la ciudad pareciera que se va a recuperar, porque el cierre de establecimientos comerciales se repite todos los días, con grandes y pequeños establecimientos.

                Esta es la visión de un hombre que no percibe ninguna pensión institucional y sobrevive de las migajas que le pagan sus clientelas en uno de los entornos del mercado la Rotonda, el cual a saber también se ha venido abajo, las ventas en sus alacenas no son las mejores del año y la disminución de los productos que allí se expenden, es notable.

                Sicólogos y terapeutas, han advertido voz en cuello que la salud emocional de los mexicanos, se encuentra en un tris de perder los estribos y la esperanza de aspirar a tener una vida mejor. En efecto, una mayoría de comerciantes, gente de bien, profesionales, choferes de taxi y el del servicio urbano, denotan cotidianamente un carácter más agrio, que alegre o de satisfacción. La pobreza amaga con barrer las clases medias e inclusive la clase alta, al no haber los negocios seguros.

                Los gerentes de plazas comerciales o departamentales, se duelen, que la gente llega, recorre sus pasillos y corredores, se estaciona de cara a los establecimientos expendedores de ropa y calzado, pero se resiste a ingresar en sus interiores y hacer las compras, que le van a pulverizar los fondos obtenidos con su pensión, su salario quincenal o la ayuda de sus progenitores del joven que se conforma con mirar y no comprar. Terrible drama diario.

                El cierre de negocios, cobra cotidianamente con otro local, una alacena o un edificio completo, como lo revelan los letreros alusivos a su venta o renta. La falta de circulante ahoga las economías domésticas y la ausencia de políticas públicas, que coadyuven a aliviar un tanto la carencia de finanzas en los negocios, que deben cerrar de manera definitiva.

                Nacionalmente, se calcula que más de un millón de usuarios, han devuelto sus tarjetas de crédito a las instituciones bancarias, que se las autorizaron antes, con el fin de que aquellos no se embarquen en más adeudos, de los que comúnmente enfrentan con las firmas expendedoras de ropa y calzado y que mantienen las supuestas ofertas bajo el sistema de otorgarles créditos a sus usuarios y clientelas.

                Y es que la enorme cantidad de negocios, no puede continuar pagando rentas y servicios de luz eléctrica y agua caros, así que sus dueños y gerentes, ante la imposibilidad de contar con clientelas carentes de recursos, en mayoría aplastante, deben clausurar y liquidar a los empleados, que ya conforman verdaderos ejércitos en la calle, como desempleados. Algunos reciben una beca del gobierno federal, pero juran que no les alcanza ni para medio comer tres veces al día. Esperemos.

CARSO, DE DON CARLOS SLIM, FIRMA RESPONSABLE DE CAÍDA EN LINEA 12

                No se necesita ser ingeniero noruego, sino un modesto profesional de la ingeniería civil, forjado en las universidades públicas, para identificar que una falla estructural, de origen, en la construcción del puente por donde transitaría la línea 12 del Metro, provocó la caída que segó la vida de 26 personas, 78 lesionados y daños materiales por algunos millones de pesos.

                Se ha difundido ampliamente que media docena de empresas constructoras podrían estar involucradas en la construcción de la línea 12, a cuya cabeza se ubica Carso, propiedad del empresario Carlos Slim, el hombre más rico de México, razón de peso, para que el dictamen que habrá de salir en breve, tenga el cuidado mayúsculo de evitar un roce siquiera con el poderoso empresario.

                Sin duda lo más doloroso y fuerte de esta caída del puente en cuestión, es la pérdida de vidas humanas. Se dice fácil que murieron 26 personas y que otras 78 fueron canalizadas para ser atendidas de sus lesiones a los hospitales de la ciudad de México, pero alguien tiene que pagar materialmente y con alguna sanción, semejante vicio o irregularidad oculta.

                Se ha querido acusar que el ex jefe de gobierno Marcelo Ebrard y la actual jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, aparezcan en la escena como autores intelectuales de este siniestro, sin embargo, cabe recordar que ambos uno anteriormente y otro ahora, los jefes de gobierno, no los constructores ni vigilantes personalmente de la obra, cuando su creación.

 Es menester contar con un ejército de encargados y auxiliares, que vigilen directamente la construcción y a sus jefes inmediatos intermedios que dieron fe de la obra y finalmente, informarían al jefe político, que podía ser inaugurada, como ocurrió en su oportunidad. Nadie, con certidumbre que iba a esperar que algún día se cayera y menos que matara a tantos seres humanos.

                Sin embargo, Carso, si deberá responder seguramente a las demandas civiles y denuncias de carácter penal, sobre la responsabilidad que sus ingenieros y constructores, pudieran enfrentar en el porvenir inmediato. Se trata del accidente, cuya trascendencia e impacto destaca de entre otros más que se han suscitado en las vías que sirven al servicio del Metro, que atiende una demanda de cuando menos seis millones de usuarios diariamente en la CDMX.

                Seguramente un diagnóstico o dictamen del siniestro, deberá involucrar  en primer lugar a la firma constructora que hizo la obra, el resto toca a los ex funcionarios del presente y el pasado, que por mandato de sus encargos, debieron y cuidar celosamente a cada aviso acerca de las irregularidades de la obra a sus inmediatos superiores, en este rubro, hay servidores públicos de confianza y otros más de “confianza”, responsables directos de que hayan anunciado previamente de las potenciales fallas y daños materiales, y que las constructoras de rigor, no hayan atendido ninguna voz oficial de alerta en su momento.

                Seguramente el hombre más rico del país, va a quedar a salvo, pero de sus bolsillos, saldrán varios millones de dólares, para cubrir las indemnizaciones de rigor a los familiares de las víctimas mortales y de los lesionados, que continúan siendo atendidos por los médicos en los hospitales, donde se encuentran recluidos. Es todo.