NUNCA CUAJÓ LA FISCALÍA DE VERACRUZ

LAVADEROS

Por El Tlacuilo

NUNCA CUAJÓ LA FISCALÍA DE VERACRUZ

En el caso de la Fiscalía veracruzana, se aplica perfectamente el dicho de que “nos salió peor el remedio que el mal”; pues desde su creación no hemos tenido un Fiscal real a cargo de ella; cada uno de los que han usado la silla han carecido de autonomía, siguen jugando el mismo papel que tenían los Procuradores de Justicia, pero en muchas de las ocasiones incluso los Procus´mostraron más autonomía que los Fiscales y la Fiscala.

La era de los Procuradores se cerró con el faramalloso Amadeo Flores Espinosa; entonces comenzóla nueva épocade “independencia” en la procuración de justicia y de sana distancia con el poder ejecutivo estatal; a cargo estuvo Luis Ángel Bravo Contreras, quién fue electo para estar en el cargo nueve años, lo que significa que apenas debería haber cerrado su cargo hace poco; pero no, salió huyendo desbocado en cuanto hubo cambio de Gobierno. 

Luís Ángel Bravo era un personaje que gustaba (o gusta) de las bebidas alcohólicas y que la mayoría del día se la pasaba beodo, así obedecía las indicaciones de Javier Duarte. Ese gustito es parte de las pasiones de los seres humanos, por lo tanto no es reprochable; pero situar a un personaje con esas características en un cargo tan delicado es sumamente peligroso, y Duarte pagó muy caro su error.

Y si Bravo Contreras fue polémico, Jorge WincklerOrtiz lo superó por mucho, con la diferencia de que Winckler sí tenía el carácter bien puesto y a diferencia de Bravo Contreras no huyó a la primera, se echó a correr hasta que ya tuvo el agua hasta el cuello; es más, le tuvieron que dar madruguete blindando el edificio de la Fiscalía con fuerzas policiacas para no dejarlo pasar e ingresara la nueva Fiscala, Verónica Hernández Gladians, quien por cierto no ha elevado mucho el nivel de la Fiscalía.

Si alguien se fletó para que la Fiscala tomara posesión del cargo fue, Javier Gómez Cazarín, sin embargoen este momento en que tienen a Cazarín contra las cuerdas, la señora Verónica le ha dado la espalda, cosas también de la naturaleza humana.

La Fiscalía de Veracruz ha sido y sigue siendo una simulación, carece de autonomía y funciona como cualquier Procuraduría; y si Luis Ángel y Wincklerse vieron mal obedeciendo la voluntad de sus gobernadores, la actual Fiscala se ve peor actuando como la empleada de un segundón.

Es difícil dar vuelta atrás a la tendencia nacional y mundial de establecer Fiscalías, debido a que en la mesa y las letras la creación de esas entidades es para dar autonomía a la procuración de justicia, pero en la práctica siguen dependiendo del poder del Estado, con el riesgo y los vicios agregados de que sucede por debajo del agua.

No todo tiempo pasado fue mejor, pero la verdad eran mucho mejor los tiempos de los Procuradores, que en abierto tenían que obedecer al ejecutivo y que si no daban el ancho los corría, sin más preámbulos que una orden directa. 

LA COMISIÓN DE VIGILANCIA

En la Legislatura actual existe un dislate en la conformación de la Comisión de Vigilancia, ya que está en manos de un diputado afín al partido en el poder, Eric Domínguez Vázquez; que, aunque es un enemigo en casa, no deja de ser eso: “de casa”.

Sostenemos la tesis de que  le hace bien a la imagen de un gobierno que esa Comisión esté encabezada por un diputado de oposición; sucedió durante el sexenio de Fidel Herrera Beltrán en donde el PAN encabezó la presidencia de la citada Comisión, primero con Alfredo Grajales Jiménez y después con el mismísimo Miguel ángel Yunes Márquez; los diputados PANuchos devolvieron luego la cortesía durante el duenio trágico, situando al Papó LevetGorozpe como presidente de Vigilancia bajo las siglas del PRI.

Los diputados de Duarte por su parte prefirieron no correr riesgos y ubicaron a un priista en la presidencia de Vigilancia, correspondió entonces a Américo Zúñiga Martínez; sin embargo para la LXIV creció tanto la fuerza del PAN en el Congreso que los priistas tuvieron que cedérselas; entonces fue encabezada por Juan Manuel Unanue Abascal; así debía haber sido desde el principio.

La pregunta es: si ahora que está por conformarse la LXVI Legislatura, Vigilancia será encabezada por un diputado integrante de algún partido afín al Gobierno o por algún diputado de oposición.

La historia reciente demuestra que lo lógico y sano es que sea un opositor el que sea su presidente; veremos entonces si los futuros legisladores aplican el sentido común, que es el menos común de los sentidos.

LAS GRÚAS DE XALAPA

¿Ha tenido usted la mala fortuna de ser arrastrado por alguna grúa en la ciudad de Xalapa? Si bien ese hecho no tiene legalidad clara, surge por una falta nuestra, por lo que la mayoría de veces eso nos hace bajar las manos y no defender nuestros derechos. Así que una vez acarreado nuestro vehículo por los gruyeros tendremos dos caminos, uno será asistir mansamente a las oficinas de Tránsito para pagar la multa, junto con el acarreo, corralón y todo lo derivado del asunto; y la otra es presentar un amparo legal e iniciar un juicio en contra del acto de haber sido despojados de un bien personal sin un juicio previo; pero en fin “eso es otra historia” cómo diría la Nana Goya; en este espacio lo que queremos abordar es el mal “servicio” que brindan las grúas asociadas con Tránsito del Estado; los automóviles son llevados a corralones macuarros que no cuentan ni con las medidas mínimas de seguridad, tampoco con el cuidado básico de los vehículos; ignoramos si en algún momento Protección Civil municipal o estatal se han tomado el tiempo para conocer estos sitios, no lo creemos porque si así fuera sencillamente no estarían operando.

La mayoría de ellos están ubicados en terrenos improvisados o talleres mecánicos que están incursionando en un nuevo y jugoso negocio alterno, así que dobletean el uso de su propio taller.

Para muestra vamos a poner el “corralón” ubicado junto a la “pista de jabón” de Coatepec, se trata de un predio de terracería bardeado con láminas metálicas; ubicado en una peligrosa curva; el tramo impide la visibilidad clara tanto de quienes salen o entran al terreno como de los autos que van circulando de regreso a Xalapa por esa conflictiva carretera.

El lugar, a donde son llevados numerosos vehículos, es custodiado por un solo individuo que realiza las veces de vigilante, gerente, contralor y de “viene, viene”.

Por ese estilo son todos los demás “corralones” que operan para Tránsito estatal en Xalapa; sus instalaciones no corresponden a las elevadas sumas de dinero que les ingresan diariamente por andar asaltando a los automovilistas infractores que cometen el grave delito de estacionarse en lugar prohibido ¡Válgame dios!

Otro tema que tendría que ser revisado es el hecho de que cada una de las grúas; que son jugosos negocios particulares y generan ganancias mínimas al erario público, cuentan con el servicio de tiempo completo de un agente (o agenta) de Tránsito, cuyo salario es pagado con nuestros impuestos; el oficial a bordo no cumple otra función que la de cuidar los intereses del dueño de la grúa asignada, son prepotentes y van contra los ciudadanos con tal de defender a su patrón inmediato, que es el chofer de la unidad encargada de acarrear vehículos a los corralones ¡Que penilla!

Ahí está un encargo para la Contraloría del estado, para que luego no digan que se aburren porque no tienen nada que hacer. 

Si bien el hecho irregular de que nuestros vehículos sean secuestrados de las calles ya forma parte de nuestros “usos y costumbres”, que le sigan, pero que tan siquiera lo hagan decentemente ¿O no?