LA GENTE NO CREE EN LOS POLÍTICOS Y TAMPOCO CONFÍA EN LOS PARTIDOS
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RAUL GONZALEZ RIVERA
LA GENTE NO CREE EN LOS POLÍTICOS Y TAMPOCO CONFÍA EN LOS PARTIDOS
Hoy por hoy, la sociedad mexicana está en duda acerca del papel que juegan realmente los partidos políticos, ya que entre otra de sus irregularidades se cuentan los chapulines, por los cuales inclusive sufragó en ánforas algún elector y a la hora de asumir su chamba de edil o legislador, anuncia que se volvió “independiente” o de plano, como llegó por un mini-partido político, ahora se alista para ser parte de las familias partidarias clásicas.
Entonces la gente, o el común ciudadano, realmente hace una reflexión sin tener que hurgar en grandes profundidades, para saber que los membretes o siglas se prestan para hacerla de cirqueros.
Esta moda de los tránsfugas, la emprendieron los propios priistas. Inclusive en su arranque esta práctica, fue duramente recriminada por los amos y señorones que ostentaban las chambas políticas más importantes de la administración pública o los eternos dirigentes de la sigla que se ufanaba de aglutinar verdaderos paladines de la democracia. Por supuesto, que nada de esto a la postre se afirmaba más que como una trama engañosa.
Inclusive, después de la histórica votación registrada en favor de AMLO en los comicios de 2018, con los 30 millones de ciudadanos que sufragaron en urnas electorales en su favor, en las mayorías, que no acudieron a cumplir con su deber de ciudadanos, dieron color para que la gente bien enterada cayera en la cuenta justamente, de que los partidos políticos dejaron de ser las trincheras confiables de otros tiempos y que los políticos, suelen estar muy lejos de las aspiraciones de un pueblo grandemente dañado en la emoción social y perjudicado por aquellas políticas PÚBLICAS que lo mantienen pobre y sin expectativas del verdadero cambio.
Si los membretes partidarios, son cosa del pasado, que en este momento la gente se niega a revivir y mucho menos en confiarles su voluntad y apetitos de ciudadanos libres, quizá es que haya los legisladores y alcaldes que se anteponen el san Benito de que son independientes o que cambiaron de sigla o membresía, porque la que los llevó al triunfo electoral o a asumir una chamba ya no la quieren, renuncian y se pasa a otra, total que una ideología sostenida no existe en ninguna línea partidaria.
Los estados contemporáneos de la Europa Occidental, nos demuestran que las membresías son sólidamente respaldadas por un conjunto de ideas, con que se identifican liberales, demócratas y hasta las corrientes más recalcitrantes de la dictadura.
Es en América Latina y particularmente en este país, en cuyos países, lamentablemente en este arranque del siglo XXI, sus ciudadanos, dejaron de darle crédito a las agencias de colocaciones políticas, aún las más antiguas, como las de reciente estreno, pero con el gran ayuno de seguir en duda acerca de su presencia a satisfacción de los electores.
Cuando cayó el régimen octogenario, muchos presumieron que igual iba a ocurrir con el grueso de familias partidarias de la mal llamada oposición, sin embargo, las trincheras de novedad difícilmente convencen a los ciudadanos, porque queda claro, que el triunfo electoral del 18, se debió a un solo nombre y con apellidos propios. El resto, se fue a la cargada, pero de eso a convencer de su talento, eficacia, respetabilidad y ascendencia, nones, la gente no les confía más allá de recibir algún beneficio, pero hasta allí. Esperemos.
CUANDO LOS PRIISTAS ATACARON A DON JESÚS REYES HEROLES, FIRMARON SU FINIQUITO
En los dinosaurios del viejo régimen, todavía queda fresco en la memoria, el episodio aquel cuando en pleno edificio de su partido, el tricolor, allí en el crucero de Moreno y Ruiz Cortines, los jóvenes, pero corruptos jóvenes que ya probaban las mieles de succionar las nóminas del erario público, se condenaron, al atacar cobardemente por la espalda al jurista e ideólogo auténtico del priismo, don Jesús Reyes Heroles.
El gobernador Rafael Hernández Ochoa, abrió las puertas de Veracruz a un puñado de muchachos, todos ignorantes de la cuestión pública, pero soñadores de que había llegado la oportunidad de subirse al caballo de la revolución, no obstante, que ninguno, a ciencia cierta sabía algo de los héroes que con base en las armas, dieron al país su libertad y una tenue enseñanza de lo que sería la sobrevivencia de los mexicanos en una democracia.
Hasta antes del 68, los jóvenes habían estado vedados para ocupar cargos públicos e inclusive se creía que así estaba mejor, que llegaran a ocupar las áreas del poder los políticos corroídos por la experiencia, las mañas y las trampas, que solo podían darse en los viejos y nunca en los inexpertos, cuyas edades fluctuaron en los 20 y 30 años.
Cuando Hernández Ochoa, arriba a Veracruz, sus acompañantes, eran precisamente hombres igual que aquel, maduros, expertos en todo, pero ajenos a las cuestiones de ver por las necesidades de la sociedad en su conjunto, además de que todavía el régimen tenía que restañar las heridas heredadas por la masacre estudiantil del 68, así que hubo que involucrar en las tareas que iniciaban a una camada de muchachos, estudiantes la mayoría de aulas universitarias, los cuales fueron improvisados en el manejo de la cosa pública.
Y lo consiguieron de alguna forma, porque pronto aprendieron las artes maquiavélicas de engañar con demagogia, utilizar la oratoria como herramienta para convencer a los incrédulos y dejarse las uñas largas, para poder aplicar el azadón, sin ver por los demás. Al correr de aquellos años del sexenio Hernándezochoista, un pequeño puñado de jóvenes, bajo la mascarilla de universitarios y políticos, aprendieron a realizar la chamba política, pero ausentes y pobres de cultura, vocación para servir, y menos para solidarizarse con los demás en desgracia.
Don Jesús Reyes Heroles, vino a tierras veracruzanas, elevó la alerta acerca del derrumbe que ya presagiaba de su partido y de cara a los líderes y funcionarios priistas de aquellos poderosos días de la corriente partidaria en cuestión, el politólogo, intelectual, escritor, académico y analista juicioso, les diría textualmente: “El PRI se renueva o muere”.
Por supuesto, los bárbaros del priismo socarrón, la voz e imagen del jerarca, les había incomodado hasta hacerlos cimbrar, no de emoción social, sino de las ganas terribles de acribillarlo a tomatazos, lanzándoselos sobre sus espaldas, provocando que don Jesús trastabillara, y lanzara una mirada de lince, pero ya no les dijo nada, quizá hizo la interpretación de dejarlos hundir en su miseria humana.
UN EDIL QUE QUIERA A XALAPA, EL VIEJO ANHELO DE HABITANTES Y LOS VISITANTES
Xalapa, podría tenerlo todo, para ser competitiva con el resto de capitales de los estados del interior del país, desarrolladas, como es el caso de Puebla de los ángeles y Querétaro, de las cuales se habla del orden, limpieza, atractivas por sus recursos naturales y el entorno verde que las rodea y sus calles bien alineadas y pavimentadas y empedradas.
Frente a la falta de playas y ríos, a las cuales pudieran acudir los amantes de la naturaleza y el agua, los atractivos de la ciudad que Humbold, el historiador, poeta y promotor de la cultura universal, a su paso por laciudad, tuvo tiempo para conocerla y saborear sus riquezas culinarias, y finalmente, al partir de ésta, la bautizó como “Xalapa, ciudad de las flores”. Y es que su zona arbolada y jardines y parques, bien atendidos, podían competir con los más bellos escenarios de las ciudades catalogadas en lo que se reconoce como un primer mundo.
Sin menoscabo de quienes advierten que el abandono de la ciudad, es parte cierta, cabe destacar los espacios que vale la pena que fueran objeto de una amplia difusión, con vistas a atraer la visita y simpatías de mexicanos de otras entidades y del exterior, como ocurrió en un pasado no lejano, en que llegaban visitantes europeos y de los Estados Unidos, preferentemente.
Un museo de antropología, que alberga en sus salas de exhibición las riquezas arqueológicas de los olmecas, es único en el país y quizá en América Latina y el resto del mundo.
La USBI, su biblioteca, el auditorio y sus campos de dicados al béisbol y el futbol, marcan un hito, en lo que hace a instalaciones, aledañas a las instalaciones universitarias.
Es una lástima, que los vasos del lago del Dique, bellísimos, como corresponde a su naturaleza, se encuentren tan gravemente contaminados por basuras y residuos derivados de las aguas negras y la acumulación de hojarascas y que pese a haberse anunciado oficialmente, que serían limpiados, la comuna que se va, optó por no hacerlo, aduciendo que le faltaban recursos financieros para pagar semejante obra.
Los parques de la ciudad, confortables y añorados por las familias buenas de la ciudad, sin duda, requieren de una jardinería permanente y no solamente que se haga su chapeo, porque viene la temporada del zica, el dengue, la chikungunya, la influenza y el propio virus de la covid 19.
Xalapa concentra construcciones, que a ciencia cierta, las instituciones públicas siguen sin poder explicar, porque a las de fachadas antiguas, las convirtieron en modernas supuestamente, pero sin poder ser consideradas como coloniales, pasando a formar largas filas de cajones, sin seguir un orden, una estética, haciendo a un lado panorámicas y efectos de lo que fue el pasado, que la memoria ligera de los urbanistas, pasaron a un segundo plano.
Alguien puede dudar que el cerro de Macuiltépetl, es decir la alta montaña desde la cual se puede apreciar el total de la ciudad, al margen de operar una parte como nido de águilas y halcones, constituye uno de los paseos al natural, más confortables para el espíritu e inspiración de los poetas y los músicos.
El teatro del estado, la Orquesta Sinfónica de Xalapa, el antiguo centro recreativo xalapeño, sin temor a equívocos, conforman los gratos motivos para presumir que la otrora Atenas veracruzana, debiera ser la meca de todas las corrientes de la educación, la cultura, la música y la poesía.
Claro con calles limpias, pavimentadas o empedradas, un servicio de limpia pública de fondo y permanentemente y ajena su población civil de la violencia y la prepotencia de los influyentes de cara a la realidad que cotidianamente experimentan miles de xalapeños. Al tiempo.