LLAMA IFIGENIA MARTÍNEZ A LA UNIDAD DE TODOS LOS MEXICANOS

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

LLAMA IFIGENIA MARTÍNEZ A LA UNIDAD DE TODOS LOS MEXICANOS

De extracción partidaria de izquierda, la actual senadora Ifigenia Martínez, cuenta cuna larga trayectoria en las lides políticas, intelectuales y la academia.

                Primera mexicana graduada como doctora en economía en la Universidad de Harvard, fue también la primera directora de la facultad de economía de la UNAM. Siempre dedicó su vida a realizar actividades políticas colores de la izquierda, compañera de trabajo político en la conformación de la corriente democrática que dio lugar a la fundación del PRD y después de Morena, de los politólogos Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

                La doctora Ifigenia, acompañó en campaña al ingeniero Cárdenas, cuando contendió hasta por tres veces consecutivas por la presidencia de la república. Y siempre alentó la lucha política con una filosofía política de izquierda.

                En su discurso, al recibir la presea “Belisario Domínguez”, durante la sesión que sostuvo el Congreso de la Unión, la doctora Ifigenia llamó a la unidad de los mexicanos, debido a que una polarización como es la que está dándose en el país, no es conveniente.

                En este contexto, es del dominio de la gran masa popular de México, que las cosas no están más para calentar los bollos. Pareciera en este país, que todos están en contra de todos, en una situación que no se daba desde los días álgidos de la revolución de 1910, claro sin luchas armadas.

                Inclusive durante los días terribles de la matanza de estudiantes en el 68 con motivo del acto genocida ordenado por el presidente Gustavo Díaz Ordaz, el grueso de aztecas se contuvo en esa ocasión y no salió a las calles de la nación, para elevar una sola protesta, después de disparar el ejército mexicano la metralla sobre la humanidad de centenares de estudiantes, abatidos, sobre la plancha de la plaza de las tres culturas de Tlatelolco.

                En este momento, sin que se identifique accesiblemente las filosofías de Morena, PRI y PAB principalmente, los odios y rencores, están a la orden del día. Y si bien la confrontación no es bélica, está tardando demasiado el entendimiento entre los actores políticos, lo que provoca en el grueso de la población estadios de zozobra, temores y enojos, que pueden y deben ser inútiles.

                Así que el llamado que eleva la senadora Ifigenia Martínez, goza de una gran oportunidad y si ha sido condecorada o premiada con  el galardón, que lleva el nombre del senador Belisario Domínguez, lo más congruente debiera ser, que las distintas fuerzas políticas, si bien deben  definirse y no prestarse a montajes ni simulaciones, igual, el llamado debe ser interpretado como la actitud de doblar banderas y dar paso al entendimiento, que igual, permita al pueblo en su conjunto reconocer que las cosas no deben salirse del carril  de la pluralidad de ideas, sí, pero con altas miras hacia el porvenir, que es lo que debe más importar a este país.

                 De lo contrario, estas celebraciones, que deben ser históricas, lo mejor que les ha de pasar que queden solamente como todos los actos públicos del régimen caído del PRI, que se vayan por el túnel del recuerdo, no más. Al tiempo.

¿QUÉ  HACER CON TANTOS CANES EN LA CALLE              Y UN REGLAMENTO, QUE NO SE APLICA?

                En aras de las epidemias que afectan la salud de la humanidad, no pocas son las voces que se manifiestan en el sentido de que nuestras calles y avenidas apestan, están repletas de las heces fecales que van dejando las mascotas y véalo usted bien, para el grueso de esos dueños de los canes que sacan a pasear, en absoluto les interesa o se deciden por mantener las rúas sin tales consecuencias como se dice anteriormente.

                Lo mismo se registran las camadas de mascotas en las zonas mejor urbanizadas, que en las colonias populares. El fenómeno de la pestilencia, es la misma. Los hedores que se registran todos los días se destacan sobremanera en temporada de calores y de corrientes de agua que arrastran piedras, lodo y heces fecales y desembocan en las atarjeas que no permiten su flujo, porque se tapan y provocan las inundaciones en no pocos de los rumbos de la ciudad.

                Este fenómeno, obviamente, se multiplica con motivo de estarse registrando la pandemia, porque no pocos adultos y menores de edad se hicieron de su canes, salen con ellos a la arteria pública, empero, salvo algunos ciudadanos conscientes de que el ambiente se pervierte, lo que deriva en las tantas afectaciones que pueden provocar malestares y recrudecimiento de otros en las personas, levantan las  heces fecales, más no así las mayorías, a las cuales vale un comino que  les digan que hay un reglamento que contempla sanciones económicas y serias restricciones a quienes de plano, desoyen cualquier llamado a mantener un control sanitario con sus mascotas.

                Lamentablemente, la autoridad encargada de aplicar los correctivos de rigor, no lo hace, aun cuando les asiste un reglamento, que está dedicado a ver por el cuidado de las mascotas y cómo deben ser conducidas sobre nuestras arterias públicas, como lo hace constar la cantidad de desechos fecales no solo en las banquetas, sino también en los arroyos de circulación vehicular, provocando fétidos olores y que se tapen las atarjeas.

                Una adecuada orientación en torno al tema canino, no la imparte ninguna instancia y, por otro lado, la cifra de mascotas sobre la calle, aumenta rápidamente, bajo el criterio de que el perro es el mejor amigo del hombre, como muchos lo confirman, al preferir una caminata acompañado de su mascota, mucho antes que con un familiar o un amigo.

                Una pregunta, que se hace constantemente la gente que no tiene paciencia con las mascotas, pero que su jardín , banqueta y pórtico de su casa se convierte en sanitario de aquellas, pregunta ante quién puede exponer su problema y que en verdad reciba el apoyo del ayuntamiento municipal o el sector salud, con el consejo  y el exhorto a los dueños de los canes, que son sacados a la calle, tan solo para que inunden de pestilencia y desechos fecales las rúas construidas exprofeso para los caminantes. Por favor.

PEDRO, UN VOLUNTARIO QUE VIGILA DE NOCHE Y DÍA SU CALLE Y COLONIA

                Hay algunos ciudadanos que no buscan el aplauso de nadie, tampoco aspiran a obtener huesos públicos, porque a decir suyo, le aterra tan solo pensar que lo van a calificar de ladrón porque así suele ocurrir con los políticos, pero que cuidan su calle, están alertas ante el arribo de rostros ajenos, patibularios y anden asomando narices casa por casa, en actitud sospechosa.

                Este es el ejemplo, que impone un modesto hombre, que lleva por nombre el de Pedro, 1.68 de estatura, delgado, melena gris-blanca y de caminar un tanto encorvado.

                Nació y ha vivido sus 70 años, en la calle de Miguel Negrete, de la colonia Ma. Esther, en la cual afortunadamente heredó de sus progenitores, un pequeño patio de vecindad, lo que le permite sobrevivir no con holgura, pero el pan, el agua y la sopa las tiene seguras. Alguna vez, incursionó incluso en la facultad de Comercio, pero abandonó la carrera cuando apenas llevaba unos meses de haberse inscrito.

                Por esta razón, aunque se muestra un tanto parco, tampoco es ajeno a la existencia sin mostrar alguna importancia por el bienestar de su calle y colonia. Prácticamente no duerme- está plenamente demostrado- por alguna irregularidad en su organismo, que lo mantiene despierto 20 de 24 horas que tiene el día. Es soltero, nunca emparentó con ninguna pareja y tampoco tuvo hijos, ahora menos, cuenta entre risas.

                Pedro, es del conocimiento de sus 43 inquilinos y el resto del vecindario. Está atento al toque de campana del camión recolector de basura y con un cuidado extremo, hace la sugerencia de rigor al vecino que deposita su bolsa de basura, cuando ni siquiera amanece el nuevo día. Una vez que circuló el camión recolector de la limpia pública, toma su escoba y barre la esquina, hasta donde el resto del vecindario hace el depósito de sus basuras.

                Hace dos semanas, un solícito empleado del ayuntamiento, hizo el reparto en la colonia Ma. Esther de un aviso, cuyo texto advertía que el ayuntamiento ha instalado varios cientos o miles de lámparas del alumbrado público en la ciudad, que el servicio es gratuito y alertaba a que ninguno de los vecinos del rumbo entregara dinero a posibles rateros vestidos de burócratas municipales.

                Sin embargo, Pedro se percató que su calle, sigue con el alumbrado de hace siete décadas y que si bien, alguna autoridad instaló desde hace meses postes de concreto y varilla corrugada, no es menos verdadero, que allí, en dicha arteria, ni el Ayuntamiento municipal, ni la CFE han suplido el antiguo alumbrado, y los postes lucen como monumentos abandonados, sin cables ni conexión alguna con un transformador, o alguna otra pieza por el estilo.

                La tenue luz que irradian las viejas lámparas, apenas si satisface el entorno de un metro a la redonda, así que la calle, permanece y se transforma por las tardes-noches, en una boca de lobo-se dice- ya que la anunciada modernización allí es letra muerta.

                Don Pedro, no se arredra, así que fue a palacio municipal, con su queja y alguien de la regiduría del ramo le pidió que lo mismo hiciera en una oficina de alumbrado público, que se encuentra anexa a la central de abasto. Hasta allá fue y en respuesta a su escrito y queja, por un alumbrado como el del resto de la otrora Atenas veracruzana, le recomendaron que no ceje en su presión, porque ya los ediles se van y luego aseguran que hicieron todo lo prometido en campaña, lo cual, allí mismo le recalcaron, resulta que no fue así como en su calle, la de don Pedro, el vigilante de 24 horas y de gratis, que permanece igual que hace 70 años, gracias a los colonos que habitan la misma. Es todo.