EL SUR ES ASOLADO POR LA VIOLENCIA, LOS ASESINATOS, LA POBREZA Y EL MIEDO

  •  “Si yo fuera diputado, votaría en contra de la Reforma eléctrica”: Porfirio Muñoz Ledo.

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

EL SUR ES ASOLADO POR LA VIOLENCIA, LOS ASESINATOS, LA POBREZA Y EL MIEDO

Gran parte del sur de Veracruz se lamenta su actual estado de cosas, porque la creciente ola de la violencia, el crimen, la pobreza y el miedo que siente la gente, se asemejan a los escenarios de las películas de terror, que dejaron de infundirlo en la conciencia de sus asiduos, porque en el sur la situación está que arde, la realidad supera a la ficción y no hay para cuando se le vea el final feliz que todos quisieran.

                En Acayucan, todos los días se registra un difunto, derivado de la violencia. La gente que salía por las tardes al parque principal del pueblo, ya no lo hace. La tensión eleva su temperatura y lo mismo da que sean las horas del día que de la noche. El adversario es el miedo que provoca la violencia y la inseguridad.

                En la municipalidad de Isla, igual desapareció la tranquilidad que antaño respiraba una sociedad feliz. El frigorífico que en tiempos del gobernador Agustín Acosta Lagunes procesaba los productos cárnicos para gran parte del sur del estado, ya no lo hace, cerró sus puertas. Todavía hay quienes extrañan la mano siempre dadivosa para los ganaderos de la región, de don Pedro Rivera Pavón, ganadero de cepa, antes que haber sido un confiable director de ganadería estatal, por espacio de dos sexenios.

                No se diga el antiguo puerto México, ahora Coatzacoalcos, punto clave de la industrialización del mismo sureste, y que ahora enfrenta los estertores de un final que se afianza conforme trascienden los días y los años. El abandono de la ciudad es prácticamente absoluto. Cerraron ya establecimientos de todos los giros comerciales y de profesionales. Y el boulevard, que fuera orgullo de los avecindados en dicha municipalidad, hoy luce desierto. El punto de reunión familiar para el paseo dominical o tomar el fresco por las tardes, ya no existe.

                Edificios cerrados herméticamente, apartamentos y locales comerciales sin clientes, porque cerraron sus puertas y la ola de mendigos y pedigüeños, en el corazón de la ciudad, asemejan a una de las ciudades de los estados del medio oriente, que más padecen los efectos de las guerras injustas.

                Por supuesto, que la petrolera ciudad de Minatitlán, igual enfrenta los síntomas de una grave etapa de la descomposición social, lo que provoca que una gran parte del sur de la entidad, tenga que testificar que muchos de sus habitantes huyan hacia otros rumbos del país, en busca de un mejor ambiente que les permita sobrevivir con paz social y la armonía, perdida.

                El emporio que fuera para muchos la industria del oro negro, con sus liderazgos en la asignatura y que hacían gala de una riqueza descomunal, ya no se da. Los líderes del sindicato charro de la industria en cuestión, igual, emigran hacia otros lares, o se han recluido para perderse de la vista de sus adversarios.

                Su recuperación no se ve para pronto ni en mediano plazo, lo que provoca que decenas prefieran llevar a cabo la graciosa huida hacia los Estados Unidos y Canadá, países a los cuales solamente el estado de Veracruz ha aportado más de un millón de hombres, mujeres y adolescentes, en búsqueda del milagro de poder encontrar el empleo que aquí no obtuvieron en países del primer mundo. Al tiempo.

NOMENCLATURA DE CALLES Y AVENIDAS EN FRACCIONAMIENTOS Y COLONIAS, UN FIASCO

                Increíblemente, la Atenas veracruzana a diferencia de otras capitales de estados del interior del país, padece de una nomenclatura en sus calles y avenidas, en las colonias populares y las residenciales, que deja mucho que desear y la pregunta que nativos se hacen, porque nos trajeron nombres propios de supuestas personalidades de otras entidades, si aquí también hay mitos, hitos y héroes o como usted les quiera llamar, si se les quiere reverenciar.

                Olvide usted el corazón de la ciudad, porque los nombres de Juárez, Carrillo Puerto, Primo Verdad y de momento Enríquez y Xalapeños Ilustres, tienen que ver o encuentran alguna sintonía con etapas o episodios del movimiento de la Reforma, vaya hasta el porfiriato o porque con algún personaje de la Revolución Mexicana y lo peor, ya de la etapa posrevolucionaria y entrado el régimen emanado de Manuel Avila Camacho, el general Lázaro Cárdenas y don Adolfo Ruiz Cortines. Aunque la ciudadanía, ignore realmente qué hicieron por el país y menos que sepa diferenciar los tiempos, salvo honrosas excepciones.

                Empero, donde muchos se preguntan el porqué de la nomenclatura en los fraccionamientos de las animas, en donde hay uno con los nombres de profesionales de la medicina, pero ninguno originario de Xalapa, sino de la vecina entidad de Puebla de los ángeles. Concretamente el fraccionamiento Valle Rubí Animas. Los nombres de sus calles obedecen a un grupo destacado seguramente de médicos de profesión, pero nativos y realizados profesionalmente en la entidad vecina de Veracruz.

                No es rechazo-comentan varias de las familias que radican en el rumbo- pero preguntan sobre la identidad de quienes llevan el nombre de sus arterias, y nadie absolutamente sabe algo de aquellos. No los identifican. Si en verdad se pretendiera un acto de justicia, porque no los constructores de la zona habitacional en cuestión, escudriñaron que en los años 30-40 si se trataba de rendir homenaje al gremio médico- en Xalapa, en la época en que solamente ejercieron siete galenos, los únicos, egresados de la escuela de medicina de la UNAM, porque la UV todavía no se fundaba y aquellos regresaron a su tierra natal para abrir sus consultorios y ofrecer sus consultas a los xalapeños.

                La historia revela que aquellos siete médicos, practicaron la medicina privada, vieron por la salud en general de chicos y grandes, cuando inclusive todavía no abrían puertas el IMSS ni el ISSSTE y por otro lado, había los médicos, según se cuenta, que ni si quiera cobraban sus consultas en dinero, porque había gente muy pobre, que pagaba en especie, con gallinas, patos, litros de leche, frijoles, frutas, entonces la siembra y cultivo de productos  agrícolas, se daba en grandes extensiones de tierra en la localidad.

                En otro sector de las Animas, nadie entiende a quién se le ocurrió imponerle a otro fraccionamiento Nueva Europa, por ejemplo, siendo que ya quisieran inclusive varios de los países europeos de occidente, el área verde y oxigenada, como es la que se respira en esa importante zona ahora habitacional del Xalapa construida ya en este siglo XXI.

BEISBOLISTAS, QUEDARON SIN ESPACIOS NI PARQUES, DÓNDE JUGAR LA PELOTA

                Ahora que el régimen federal promueve el béisbol, como uno de los juegos que más divirtieron a los jóvenes y los adultos de todas las épocas, en el reciente pasado, Xalapa con el desmedido crecimiento urbano y las construcciones bajo marcada irregularidad, gracias a la corrupción, se puede decir que habiendo contado muchos “diamantes”, quedó con uno solo, que es el parque deportivo Colón.

                El rey de los deportes, quedó huérfano y se acierta a reconocer que algún día volverá por sus fueros a ser el deporte preferido de los xalapeños, en primer lugar.

                Nomás, para que usted fanático o pelotero, de la edad que quiera se pueda percatar de lo que los asiduos a los juegos que tienen lugar por televisión en la gran carpa de los Estados Unidos de Norteamérica, no se equivocan, a bote pronto, hacen un recuento de como se jugaba el béisbol en un pasado y ahora no ocurre así.

                Los peloteros infantiles, juveniles y los mayores contaban con un parque de béisbol en el barrio de san Bruno, otro en terrenos que ahora ocupa la USBI, en la Escuela Normal Veracruzana, se jugaba béisbol y en terrenos de la unidad habitacional del IPE; en el barrio de Pípila, igual. No faltaban a su cita los fines de semana los encuentros entre novenas de primera, segunda, tercera, cuarta y quinta fuerza, y todas incluían un listado largo y numeroso de jugadores.

                Por supuesto, el parque deportivo Colón quedaba reservado hace medio siglo para los choques entre equipos de la liga invernal, en la que siempre tuvo una activa e importante participación el equipo de “Chileros de Xalapa”, con jugadores en su roster de la liga mexicana y en ocasiones verdaderos trabucos que habían participado en ligas mayores, así como en equipos de la liga del Pacífico y el Caribe.

                La afición al béisbol, sigue rumiando porque vuelvan los encuentros de carácter profesional, y por otro lado, coinciden en que ahora el presidente López Obrador está empujando para que el rey de los deportes, vuelva por sus fueros, a ser una de las actividades que más atraían a los niños y los jóvenes, sin embargo, en la ciudad capital, otrora beisbolera por excelencia, hoy carece de espacios o áreas para su práctica y el parque deportivo Colón, suele ser destinado inclusive para realizar eventos políticos y religiosos, pero del juego de los batazos, nadie se acuerda, o al menos, esa pareciera ser la tendencia no de la fanaticada, sino de las autoridades municipales, en dicha asignatura.

                Inclusive, ahora se dirá que la pandemia ha evitado que inicien las clases y prácticas en las escuelitas que se dedicarían a la práctica del béisbol, teniendo diversas plazas en el país, pero se habría dicho que una de ellas, operaría precisamente en el vecino puerto de Veracruz.

                Un pasado, de grandes novenas beisboleras, fueron las que patrocinaron la escuela preparatoria Juárez, la escuela Normal Veracruzana y la fábrica de hilados y tejidos de San Bruno. Sus choques conseguían la asistencia de miles al terreno de juego, para aplaudir a sus equipos favoritos. Es todo.