LA COSA PÚBLICA REALMENTE INTERESÓ A LOS ESTUDIANTES A PARTIR DEL SIGLO XXI

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

LA COSA PÚBLICA REALMENTE INTERESÓ A LOS ESTUDIANTES A PARTIR DEL SIGLO XXI

                Cuando fuimos a la escuela secundaria y el bachillerato y posteriormente a la universidad, al grueso de estudiantes importaba un comino quiénes se repartían el pastel presupuestario, cómo se celebraban comicios electorales, si un único partido político hacía las veces de juez y parte en la rebatinga de los huesos públicos.

                La política era un juego del que los propios padres de familia alejaban a sus hijos, diciéndoles que esa era cuestión de unos cuantos, que debían ser políticos, aunque en definitiva nadie sabía si debían existir condiciones, características, o si de verdad era cosa de los predestinados.

                 A tal grado ocurría, que en las escuelas primarias y en el sistema de enseñanza media cuando se abordaba el tema de la política y los políticos, se dirigían sus maestros con singulares muestras de respeto y consideración. Los padres de familia, advertían que el presidente Adolfo López Mateos además de ser un caballero, era un maestro en toda la extensión de la palabra.

                No se diga del general Lázaro Cárdenas, “El tata” a quien se atribuían condiciones salvador de la patria, debido a la aplicación de su política agraria y la división de los sectores, en que descansaba el uni-partido tricolor popular, obrero y campesino, no obstante, que de igual forma se estaba marcando la diferencia de clases sociales en este mágico país.

                Ni siquiera en el 68, cuando se produjo el estallido del movimiento estudiantil, los jóvenes disputaron a los hombres del poder nada. Cierto, inició la necesidad de escribir, opinar y forjar un pensamiento posrevolucionario, pues el México del siglo XX, no podía seguir pensando que la guerrilla de 1910, habría sido la mejor solución. Por el contrario, se zanjó la ida de los mexicanos y la revolución quedó interrumpida, diría el historiador Adolfo Gilly, en alguna de sus magistrales obras literarias.

                A los muchachos les inquietó en alguna forma la cosa pública, cuando el presidente Luis Echeverría Alvarez, con afanes de tranquilizar las aguas nacionales, con motivo de haber ejecutado la matanza de Tlatelolco, invitó a su gobierno a un puñado de estudiantes universitarios de la ciudad de México, los cuales, habrían de transformarse en los políticos de nuevo cuño, pues la familia en el poder, sexenio con sexenio, conservaba los mismos nombres en las chambas políticas.

                Contrario a que se piense que los políticos influyeron en la formación del pensamiento estudiantil, adhoc, con la forma de gobernar al país, sexenalmente, la universidad pública se mantuvo en la distancia del poder, hizo lo suyo, educando y forjando a los profesionales que desde sus distintas disciplinas y trincheras sirvieron al pueblo y el grueso de la sociedad azteca.

                O por lo menos, jamás en nuestras escuelas de periodismo y en la de Derecho, jamás un académico inclinó la balanza por una u otra ideología, aun cuando se escuchaba que el mundo andaba unos países en la izquierda y otros en la derecha, al común de universitarios, eso y nada le era igual, como suele ocurrir inclusive en estos días. Esperemos.

AQUÍ NO PASA NADA, FRASE FAVORITA DEL ÚLTIMO RÉGIMEN PRIISTA EN LA ENTIDAD

                Lacónica pero contundente, seguramente fue la frase que acuñó el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, cada que se acusaba a su régimen de cometer algún acto de barbarie o asalto a la conciencia ciudadana, que bien puede aplicar en el momento que corre, sin dejar lugar a duda alguna.

                Apenas la semana pasada vino a Xalapa y después viajó al reclusorio de Pacho Viejo, el senador Ricardo Monreal, con el fin de exhibir un verdadero acto o felonía cometida por instancias judiciales, las cuales ordenaron la detención y confinamiento desde hace cuatro meses de seis jóvenes denunciados o acusados de cometer ultrajes a la autoridad.

                Los jóvenes fueron detenidos en una plaza comercial, por uno de los comandos policiacos que gustan de exhibir toda su fuerza, con 30 o más elementos, metralla en mano, montados en motocicletas o viajando en las patrullas, para someter a un menor de edad o  arremeter contra un viajero que está de paso por la ciudad y como no se deja atracar entonces le quitan su automóvil, lo llevan al corralón más lejano y a su dueño, si pueden cargan con él a las mazmorras del cuartel de San José, en donde siguen jurando sus autoridades que ya no se tortura a ninguno de sus detenidos.

                Bueno, algo semejante ocurrió con aquellos seis jóvenes, que vino a defender el senador Ricardo Monreal, de quienes dijo que era arbitraria su detención, que no cometieron delito alguno y que la justicia debía llegar, para ponerlos a salvo de la cárcel, en la cual, no dudó el senador, en destacar que seguramente hay otros tantos en el reclusorio y que son inocentes.

                Sin embargo, aquí no pasa nada. En una ciudad con más de tres mil abogados, defensores de oficio y otros personajes del mundillo jurídico, el caso sigue siendo del conocimiento del senador Monreal y de nadie más.

 Se ignora, si los jóvenes fueron liberados y si son inocentes, porque así se comprueba, ahora a quién corresponde librar la orden de aprehensión y dictar el castigo a los malos elementos policiacos, porque si actuaron con arbitrariedad y exceso de autoridad, no pueden ni deben quedar en la absoluta impunidad.

                Cuando el gobernador Javier Duarte, sentenciaba que aquí no pasa nada, la razón  se la dieron los hechos, algunos de su gobierno, cuando después de que un numeroso grupo de pensionistas del IPE, durante una protesta pública contra su régimen, en la plaza Lerdo, se apersonaron elementos de la SSP y con toletes eléctricos, pistolas y metralletas, procedieron a golpear a destacados académicos e investigadores de la época, en varios de los cuales causaron lesiones y cicatrices de por vida en sus  humanidades, empero, jamás fueron detenidos ni llevados a juicio, lo que a la fecha, no pocos recuerdan todavía con algunas marcas de indignación, porque aquí no pasó nada, conforma al dicho favorito del ex gobernador JDO.

JÓVENES, CONTRA VACUNAS QUE LES PROHIBEN SALIR DEL PAÍS, PORQUE EN EL EXTERIOR LAS RECHAZAN

                Jóvenes de diversos estratos sociales y económicos, se muestran bastante molestos, porque naciones del mundo desarrollado y los Estados Unidos de Norteamérica, no reconocen en mayorías las vacunas que les están siendo aplicadas, cuando es decisión de aquellos ir al extranjero para continuar estudios de posgrado, radicarse porque encuentran que su país les niega las oportunidades o simplemente porque turísticamente les atrae recorrer países europeos y otros.

                Ahora que los adultos mayores, se encuentran recibiendo la vacuna Astra Séneca y que Europa no acepta y Estados Unidos la rechaza, se considera que el régimen está castrando las aspiraciones de jóvenes que no aplican para ninguna, porque sus edades fluctúan entre las que no están permitidas en aquellas naciones, lo que presumen que es injusto y no le encuentran ninguna aparente solución.

                Hay que decirlo, la afluencia para vacunarse los adultos mayores, disminuyó sensiblemente, no obstante que se trata de una vacuna de refuerzo. Empero, en los jóvenes cunde un ambiente de zozobra y enojo, porque a decir suyo, les están cortando las alas, para poder salir del país, conocer otras latitudes, en las cuales, suelen realizar estudios de posgrado, o realizarse en negocios y otros rubros de la vida económica del momento, en el resto del mundo.

                El gobierno yanqui, ha prohibido la aplicación de vacunas, que no sea la que ellos producen y envasan, pero no solo eso, que si los jóvenes particularmente, fueron inoculados con una que no sea la Pfizer, quedan a la deriva, sin la posibilidad de internarse en el país del tío Sam, al no ajustarse a las restricciones sanitaria que dicta el coloso del norte.

                Y es que ciertamente, el país tiene más de 60 millones de mexicanos en extrema pobreza, pero hay otros 40 millones que pertenecen a las distintas clases medias en que se encuentra dividido el país. Empero, dentro de estas, se suma una cantidad importante de jóvenes que aspiran a cursar una especialidad o un doctorado, en alguna de las casas de estudio más reconocidas en países de Europa Occidental y de la Unión americana.

                Otros tantos, se encuentran en la búsqueda de mejores oportunidades de empleo, pues hay que recordar que los doce millones de migrantes aztecas, que se van a Estados Unidos y Canadá lo hacen por hambre, ya que su país de origen, les niega tal expectativa. Por supuesto, una migración como la que sucede en México, se presta también para que México registre anualmente un mayor número de casos de desintegración familiar y la constante de actos de violencia intrafamiliar. Es todo.