De la ola como una trenza de luz
|Josué Vega López
Una ola se repliega. Antes del instante en el que está dispuesta a extender su furia de huracán, se queda quieta como una meditación de orillas oscuras. Superficie de mármol azul en el agua y en la mente. Hay algo en esa suavidad que hiela, maniata, impele a observar la infinidad contenida en la promesa de un latigazo de tiempo y líquido. Pero quietud. Hondura. Lentitud. Palabra y labio largos, tenues. Respiración. Y entonces, las garras bien fijadas al manto vibrante del mar se tensan. Y la ola salta. Y ruge. Avanza. Devora. Rompe contra el acantilado. Su espuma hierve en el terror, en la rabia, antes de penetrar ―”himen de la costa”― cada poro de la tierra.
Así Los designios del agua: serie de poemas vitales, en permanente movimiento, cada uno en búsqueda de algo singular, propio, pero unido a los demás por el hilo que piel y lodo y líquido forman.
En este poemario se encuentran derrumbes de luz que atraviesan la puerta que es el mar; peces; nubes; hombres-peces de madera, percusiones y rutas del tambor; gaviotas; grafías del agua; pleamares; paradojas; mujeres confundiéndose con corrientes internas, profundas, oceánicas acrobacias de sí mismas.
Y más: aves que cifran y ojos que descifran, lagunas, sextantes, precipitaciones, bocanadas, eternidades (porque “el mar también es una cárcel”, nos dice la propia autora de estos versos), migraciones, dioses con sed en medio del naufragio de su creación, ríos, pulsaciones y acertijos.
Es éste un libro para encerrarse en uno mismo y liberarse; para descubrir imágenes luminosas y oscuras, e iluminar los ojos; para descubrir que la poesía y la piel tienen ecos marítimos, humanos, permanentes, rítmicos…
Internarse en estas páginas es intuir, suponer, recurrir a la maleza para, al contrario del popular dicho, no querer ver el todo, sino el fragmento, la pulsación, la parte, cada arista y hueco y esquina de un viaje hacia ese lenguaje que resuena como en la concha de una caracola: a humana y turbia pero cristalina profundidad.