“La armonía conduce a la esperanza”

VIVIR CON ESPERANZA

Por Jacinto Rojas Ramos

“La armonía conduce a la esperanza”

La armonía de la esperanza es importante en tiempos de crisis y agobio, cuando el mundo nos da a entender que estamos rodeados de malas noticias, violencia, pérdidas o malas rachas, vale la pena pensar en que hay también opción de encontrar esperanza, fortaleza, espiritualidad y reafirmar nuestra armonía con equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu.

Considerando que los seres humanos somos un compuesto de alma y cuerpo, vale la pena fortalecer la parte espiritual. La espiritualidad es parte del ser humano independiente de sus creencias, es la llama que nos impulsa a buscar un ser superior. Tarde o temprano nos preguntamos quienes somos, a donde vamos y que buscamos.

Muchos lo demostramos de distintas maneras, como en el arte, en la fe o en el pensamiento.

La armonía es Ley de la Vida en todas sus manifestaciones, aun cuando, por falta de conocimientos no sea apreciada. Y en los planos y dimensiones espirituales superiores, todo es completamente armónico; porque, en ellos reina el Amor, que es fuerza armonizadora por excelencia, y, por ende, la base de una perfecta relación armónica entre los seres que en ellos habitan y actúan; así como la fuerza de la perfecta relación entre los diversos mundos del espacio infinito.

La armonía es consecuencia natural del amor y de la actitud mental positiva. No está en armonía, ni podrá estarlo, quien se aparte de la Ley del Amor, manteniendo sentimientos negativos como los de egoísmo, envidia, rencor, malquerencia, celos, etc., y no ejercite control sobre sus pensamientos. Porque, esos estados afectivos con una actitud mental desordenada, sin control, generan fuerzas psíquicas desarmonizantes en alto grado, que inducen a cometer errores.

La armonía se obtiene por la “virtud” -decía Platón-. Y ¿qué es la virtud?, sino la observancia de las leyes naturales y espirituales. Porque, es actuando dentro de las leyes que rigen la Vida, en su aspecto humano y en su aspecto espiritual (moral) que podremos mantenernos armónicos. Y esto es de suma importancia para el progreso espiritual, que es el verdadero objeto de las vidas humanas.

Todas las desarmonías en la vida, con sus discordias, asperezas y amarguras, tienen su origen en el individuo mismo, por falta de control sobre sus pensamientos, sentimientos y emociones. Son consecuencia de la desarmonía creada por esos estados mentales y afectivos. Los pensamientos y sentimientos elevados mantendrán en armonía a todo aquel que los sustente, ya que ellos están dentro de la Ley del Amor, que es armonía perfecta; mientras que los pensamientos y sentimientos bajos; ruines, conducen irremisiblemente a la desarmonía mental-emocional, que amargan la vida.

Llenemos nuestra vida de armonía y comenzaremos a vivir cada día en esperanza.

rrjacinto_9@hotmail.com