SIOP pide “moches” para otorgar obras: AMIC

  • A las constructoras les piden registrarse para simular concursos, señala Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción en Veracruz
  • Francisco Germán Revilla Aguilera, presidente de la AMIC; lamentó que se mantenga la corrupción, cuando el 50 por ciento de las constructoras de Veracruz están despareciendo

Xalapa

La Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas, a cargo de Elio Hernández Gutiérrez; asigna contratos a empresas sin capacidad ni perfil y pide «moches» a los constructores, acusó Francisco Germán Revilla Aguilera, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción en Veracruz (AMIC).

Dijo que supuestamente cuando les entregan el anticipo les exigen entre 10 y 15 por ciento.

Además, les pagan con retraso y las verdaderas constructoras del estado no se encuentran dentro del padrón de la SIOP.

Insistió en que las licitaciones de la SIOP no son transparentes y presuntamente piden moches.

El verdadero constructor no tiene trabajo en el Estado de Veracruz. Además, a las compañías les piden registrarse para que se puedan simular los concursos.

Lamentó que se mantenga la corrupción, cuando el 50 por ciento de las constructoras de Veracruz están despareciendo.

Y es que es inexplicable que compañías sin perfil ganen los concursos de infraestructura y obra pública.

Esta declaración se registra 8 meses después de que el titular de la dependencia, Elio Hernández Gutiérrez, compareciera ante el Congreso de Veracruz, en el marco de la glosa del tercer informe del gobernador Cuitláhuac García.

En noviembre pasado, Elio Hernández habló de la realización, durante 2021, de 300 obras, con una inversión de más de 4 mil 200 millones de pesos.  Dijo que en el gobierno de la 4T se acabó la práctica de los «moches»- seriamente cuestionada por el presidente de la AMIC)-; e indicó que a nadie se le pide dinero para participar en los procesos de licitación de obras.

Sin embargo, una cosa es que alguna empresa participe en las licitaciones; y otra diferente es que se le asignen contratos, porque a decir del constructor Francisco Revilla, si no hay «moches», tampoco hay anticipos de obras.

Es un tema que la Contraloría General del Estado debe investigar a fondo; aunque se observa muy poco probable que las quejas como la de la AMIC prosperen, sobre todo por lo complicado que resulta probar los señalamientos.

Se crea una espiral descendente, ya que los constructores a quienes asignaron contratos de la SIOP o de cualquier otra dependencia estatal no denuncian por temor a perder sus beneficios; y los excluidos de las licitaciones difícilmente se quejarán, por miedo a cerrarse las puertas en la dependencia que tiene la posibilidad de asignar el presupuesto.