EL CIUDADANO

 Ser pobre es un estado mental”. MIKE TODD

¡LA VIDA ES BELLA!, lo aseguro, que así es. Espero que disfrute este martes 30 de agosto del 2022, continuemos con el cuento de ISLA DE LOS NAUFRAGOS y déjeme decirle amable lector, que, ante la situación reinante, de vez en cuando, Enrique, el menos partidista, sugiere una unión en la isla para presionar a Oliver, ya que sólo la unión puede acabar con el gran peligro de esclavitud ante el que se encuentran, ¿No lo creen ustedes? Pues bien, si ellos le dieron existencia al aceptarlo con su sistema monetario, también resulta evidente que ellos mismos pueden acabar con su sistema que los está envenenando. Lógico es que, Ningún abusivo se puede mantener ante un grupo de isleños que se muestran Unidos y con conocimiento. Oliver por su parte intentará hacer todo lo posible por envenenar sus mentes y para ello idea utilizar su pequeña prensa que llevaba consigo y que utilizó para fabricar el dinero, para publicar como estrategia dos folletos semanales: El Sol, para los rojos; “El Heraldo, para los azules. El Sol dice: Si ya no eres dueño de tu país, es por esos conservadores que lo han vendido todo a esos grandes empresarios. El Heraldo dice: La ruina en los negocios y la deuda es culpa del grupo rojo, los liberales. Y los dos grupos que se habían formado, es decir, los rojos y los azules, se pelean cada vez más, olvidando que el verdadero forjador de cadenas, el controlador del dinero, es Oliver.

Un día Tomás el geólogo, descubre encallado en una ensenada, al otro lado de la isla y cubierto por altas hierbas, unos restos de canoa de salvamento, sin remos, vacío, pero con un baúl al fondo en buenas condiciones. Abrió el baúl y entre los objetos, encontró un librito que llamó su atención: “De un régimen de deuda a la prosperidad”. Entre sus páginas Halló una publicación de Crédito Social. Curioso, Tomás se sentó y comenzó a leer el volumen. Su interés creció y su rostro se iluminó. “Bueno, ¡miren esto!, gritó. Esto debía haberlo sabido hace mucho tiempo: EL DIENRO OBTIENE SU VALOR, NO DEL ORO SINO DE LOS PRODUCTOS QUE ESE DINERO COMPRA.

“En pocas palabras, el dinero debería ser como un sistema contable con créditos que, pasando de una cuenta a otra, entre compradores y vendedores. El Total de dinero depende del total de la producción. A cada aumento en la producción, toca un aumento en la cantidad de dinero. Nunca debería pagarse intereses por este dinero nuevo. El Progreso no viene en un aumento en la deuda pública sino del reparto de un dividendo igual para cada individuo…Los precios se ajustan al poder adquisitivo general por un coeficiente de precios e ingresos. Crédito Social…”.  Pero Tomás ya no pudo contenerse más. Se levantó y corrió con el libro en sus manos, para compartir ese glorioso descubrimiento con sus cuatro amigos de aventuras.  Tomás se convirtió en el maestro. Les enseñó a los demás lo que aprendió en esa publicación enviada del cielo sobre Crédito Social. “Esto- dijo-, es lo que podemos hacer sin depender del banquero abusivo con su barril de oro y sin contraer una deuda, pongan atención por favor: “Abro una cuenta a nombre de cada uno de ustedes. La columna derecha son los créditos que aumentan tu cuenta; la izquierda son los débitos que se le restan”. “Cada uno necesita 200 dólares para comenzar. Muy bien. Escribimos 200 en el crédito de cada uno: Tienen inmediatamente 200 dólares”. “Francisco compra bienes de Pablo por 10 dólares. Deduzco de 10 dólares de Francisco, dejándole 190 dólares. Agrego 10 dólares a Pablo y ahora tiene 210 dólares”. Jaime compra de Pablo la cantidad de 8 dólares. Entonces, deduzco de Jaime 8 dólares, dejándole con 192. Pablo ahora tiene 218 dólares”. “Pablo compra madera de Francisco por 15 dólares. Así que deduzco 15 dólares de Pablo, lo dejo con 203 dólares y agrego 15 dólares a la cuenta de Francisco, cuya cuenta aumenta a 205 dólares y así vamos de una cuenta a otra, como los billetes de papel van del bolsillo de un hombre a otro. Se nos ha acabado el tiempo, en la próxima publicación concluimos. Hasta la próxima y bendiciones.   

Estar en la ruina es una situación temporal.