MÉXICO, OCUPA EL LUGAR 107 DE 108 EN LECTURA DE LIBROS EN EL MUNDO
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RAUL GONZALEZ RIVERA
MÉXICO, OCUPA EL LUGAR 107 DE 108 EN LECTURA DE LIBROS EN EL MUNDO
El porcentaje de lectores de libros, revistas y periódicos es malo y peor, porque antes que los mexicanos puedan dedicarse a la lectura, el país debe abatir los déficits que acarrea consigo la pobreza.
Por supuesto, que los pobres y en México es una mayoría aplastante, antes que buscar y adquirir un libro, deben buscar los alimentos que le sirvan para sobrevivir personal y familiarmente.
La pandemia ha dejado marcas increíbles relacionados con la ruptura de familias, la ola creciente de separaciones, divorcios y demandas de pensiones, se fueron a la alza. Los juzgados civiles de lo familiar tuvieron que mantener guardias con jueces comprometidos con su ejercicio y poder evitar así que se sigan amontonando las carpetas, que por obviedad se tardan horrores para ser resueltas.
Las librerías en Xalapa son las de siempre y particularmente las dos que se localizan sobre la calle de Xalapeños Ilustres, son visitadas constantemente por lectores y clientes de todos los tiempos, amén de que en una de ellas, es frecuente avistar el arribo de jóvenes estudiantes de las escuelas y facultades del área de humanidades.
Inclusive, en la más antigua librería, opera un grupo de lectores que se reúne una vez por semana para cruzar juicios, puntos de vista acerca de lecturas sobre diversas asignaturas. Sin embargo, algunos de los encargados de estas librerías se sostiene el criterio de que la compra de libros no es la misma que hace años.
Según el fondo de cultura que dirige Paco Taibo, el año pasado de 2021, pudo editar y colocar a la venta un millón de libros, cuyos costos no rebasaron los 10 y 15 pesos. Es decir que la lectura se está acercando al pueblo, solo que este prefiere trabajar para conseguir el sustento diario, amén de que el desempleo, aunque usted no lo crea existe y es muy penoso, porque existen los negocios que ofertan plazas laborales, pero no se acercan a éstos.
Hay los malvados que insisten en que el común de los jóvenes, es decir, una mayoría, no lee y se conforma con los apoyos sociales que percibe mensualmente y en la escuela secundaria y preparatoria, prácticamente si alguno lee, es el texto que más le gusta de las asignaturas que cursa escolarmente, pero en el campo de la cultura general, los lectores suelen ser los de siempre, ahora adultos mayores, inclusive.
En la universidad, ocurre algo semejante. En un ejercicio desarrollado en la materia de teoría del estado, en la facultad de Derecho, los alumnos fueron instados a cubrir una cuota de lectura que alcanzaba los doce libros de su elección, por semestre, lo que dio un excelente resultado, ya que puede haber abogados, expertos en penal o administrativo, pero sin el reconocimiento de que sean cultos, conforme a los apuntamientos que hace la OCDE en el escenario mundial.
Lamentablemente, en esta hora, México ocupa el lugar 107 de 108 países, en cuanto a la lectura de libros, revistas y periódicos, lo cual refleja una baja permanente que en este sentido por ende que marca a la nación azteca entre el resto de naciones de la escena global.
SI EL PRI SE SALE DE ALIANZA PAN –PRD, CAVARÁ SU TUMBA
No hay vuelta de hoja, Alejandro Alito Moreno está llevando con su actitud al PRI a su total extinción.
O es partido de oposición, o trata de mantener una imparcialidad que se le niega a mil kilómetros a la redonda.
Jala parejo con el PAN y el PRD o sencillamente, de manera descarnada, el viejo régimen se disciplina de forma abyecta a los morenistas.
Estas horas son cruciales, para mantenerse la alianza Va por México, o se deslindan los priistas y se van por el tobogán sin fondo.
Hay la sospecha entre asociados de los partidos de oposición, que Alito estaría vendiendo la camiseta del partido tricolor, con su apoyo a Morena en el conflicto legislativo y judicial que mantienen opositores en el seno del Congreso, sobre el tema relacionado con la figura de la prisión preventiva como medida cautelar con detenido o en su defecto, se va por la libre hasta su total extermino de la vida pública nacional.
Los priistas que quedan en activo, deben sopesarlo seriamente. Alito es fuertemente cuestionado por el régimen gobernante de turno, así como también enfrenta sendas denuncias de carácter penal y fiscal en lo personal y como ex gobernador del estado de Campeche, amén por supuesto, del conflicto que entraña su enfrentamiento con la actual gobernadora Layda Sansores, hija del negro Carlos Sansores, una vieja leyenda del priismo y la política de lo más representativo de la familia tricolor nacionalmente en toda una época de la vida pública a la mexicana.
Y para los sagaces políticos de esta época, sobre todo de la oposición, el dirigente nacional está haciendo perder los estribos al partido octogenario, tan solo para salvarse de la borrasca que amenaza con llevarse de entre las patas al ex gobernador campechano, de quien ya se apuesta, que mucho antes, estaría dispuesto a hacer entrega de la estafeta priista para favorecer al partido en el poder y los legisladores, diputados federales y senadores, que maman del erario público gracias a su membrete partidario tricolor.
En cierta medida, los partidos políticos han perdido una clientela considerable, debido a las tibiezas con que han venido actuando sus dirigentes principales, lo que en el electorado no pasa desapercibido y si le lleva a presumir que son poco confiables, que van más a la conquista de un presupuesto abultado y de poder alcanzar las chambas públicas, sin importar las tantas escaramuzas y transas que deban hacer y superar, porque dirían a tono con el genial escritor Nicolás Maquiavelo, “el fin justifica los medios”.
No hay que descartar que los políticos, como en todas las épocas de la vida de la humanidad, la perversidad, es su signo y seguramente, los buenos ciudadanos, nunca se atreverán a operar sin escrúpulos, como lo hace una gran cantidad de nuestros servidores públicos en el ahora y el pasado.
LAMENTABLEMENTE MÉXICO NO ES EUA, DONDE SE RESPETAN EL REGLAMENTO Y SEÑALAMIENTOS VIALES
Es cierto, cualquiera de los automovilistas nuestros cuando cruza la frontera con el vecino coloso del norte, lo primero que es llenar el tanque de gasolina, calibrar sus neumáticos, que haya supervisado que el cinturón de seguridad funciona, que los faros del automóvil enciendan al cien, que su licencia de manejo esté actualizada y que respetará los señalamientos viales en sus calles y grandes avenidas.
Si algo de esto falla, júrelo que le van a caer, el sheriff, el agente de tránsito, la policía del FBI y hasta los representantes de la CIA y cuídese siquiera de intentar sobornar, o extorsionar al uniformado de rigor, porque además de suspenderle la licencia de conducir, de obrarle una fuerte multa en dólares, seguramente pasará algún tiempo detenido en alguna de sus cárceles. El policía vial, sencillamente justificará que cumplió con su deber.
Una realidad, que no pocos conocen a detalle, porque la han podido testificar en sus viajes a los diferentes estados de la unión americana.
Empero, un anhelo de las grandes mayorías, es la de poder cruzar la frontera que divide al México nuestro de la poderosa nación del norte, ya sea como turista en busca de recrearse con las exuberantes bellezas del país más poderoso del planeta tierra, o de trabajar y percibir los dólares, con los cuales poder comprar una casa, un coche y enviar dinero a sus familias establecidas sobre territorio mexicano.
Empero, el respeto a las normas que rigen la vida cotidiana de los gringos y quienes a su país llegan cotidianamente en búsqueda del sueño americano, es una muestra constante de que la vida en aquella nación se encuadra en una sola constitución que surgió hace más de 200 años y actualmente es la misma, o a la que le han hecho apenas siete enmiendas, pero no más.
Así que la obligada pregunta que se hacen mexicanos bien nacidos, por qué en ese sentido no aprendimos de las culturas inglesa-norteamericana, cuando históricamente carecen de los orígenes riquísimos de haber experimentado costumbres y formas de vida diferentes mucho más encomiables las de este lado de la frontera que las suyas.
Hay quienes inclusive aseguran que los gringos no impactaron en nuestras conciencias, y ellos aprendieron a conquistar el billete verde y forjarse verdaderas fortunas personales y que una mayoría aplastante de los auténticos gringos, vivan en espléndidas condiciones, sin faltarles los insumos y los distractores, para con ellos mismos y los suyos.
En tanto los mexicanos, en mayoría aplastante sobrevivan en la miseria, otros más en la justa medianía, se dice, a cambio de los contaditos que cuentan con riquezas de fábula, que los asemejan a cualquiera de los jaques árabes.
Frecuentemente, don Carlos Slim hace la recomendación que en boca de los políticos se conforma todo un discurso, en el sentido de que hay que abatir la pobreza, pero jamás ninguno de los estrategas que lo mencionan, le dicen al resto de compatriotas, cómo hacerlo, porque ahora los pobres son más pobres, los productos básicos se van a la alza y las percepciones salariales no alcanzan para satisfacer la dieta para mantenerse sana y a salvo de la hambruna, una familia de toda una abultada cantidad de connacionales. Es todo.