LA VERDAD Y JUSTICIA, SIGUEN PENDIENTES PARA LOS 43

60 SGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

LA VERDAD Y JUSTICIA, SIGUEN PENDIENTES PARA LOS 43

                Al final del día, ocho años han transcurrido del secuestro, desaparición y matanza de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y la verdad sigue sin conocerse aún y mucho menos se ha hecho justicia.

                Las escaramuzas escenificadas por las fiscalías, dedicadas a la presunta investigación al  momento  incurren en provocar una mayor confusión entre los estudiantes y para el resto de la sociedad mexicana.

                La comisión investigadora creada para lograr tales efectos, o no ha concluido sus pesquisas o sencillamente, los intereses son tan fortísimos que se les niega el término de una indagatoria a todas luces compleja, complicada y obtusa.

                Se integró una comisión para encontrar los hilos que pudieran llevar al amarre de una respuesta, la que esperaron ocho años para conocerla los normalistas de Ayotzinapa, y a la postre, aquellos encuentran que las cosas siguen igual de empantanadas que al iniciarse la indagatoria  desde la procuraduría general de la república y ahora las fiscalías creadas para poner sobre la mesa la respuesta que no satisface a los normalistas y tampoco a los padres de las 43 víctimas mortales.

                Hay un ex procurador de la república en la cárcel, pero éste dejó al término del sexenio presidente Peña Nieto, la llamada “verdad histórica”, la cual perduró en tanto concluyeran lo seis años del régimen priista, porque al arrancar gestiones el sexenio de AMLO, se subrayaría como compromiso inobjetable, esclarecer el crimen y castigar a los culpables, por supuesto policías, soldados, ex funcionarios edilicios, a quienes se acusa que continúan a salto de mata, en absoluta libertad.

                Consecuentemente, la verdad sigue a la espera y la justicia, continúa siendo una promesa, que no acaban de engullirse los alumnos de la escuela normal “Isidro Burgos”, así que han pasado ocho años y el paso del tiempo, como en el caso alusivo a la masacre estudiantil del 68, va borrando toda huella, sin que se sepa la verdad de lo acontecido  tanto en  el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, como en la hora actual.

                Mientras, los estudiantes  demandantes de justicia, continuarán su lucha en distintos frentes, atacando a instituciones, como lo hicieron ya en las últimas semanas, sin que se procediera a realizar la detención de ninguno de los autores de haber causado daños materiales cuantiosos a fortificaciones militares y otros efectos propios del estallido de la violencia, con que han venido actuando familiares desesperanzados de los 43 estudiantes sacrificados inútilmente.

                Padres de los afectados y el abogado que lleva la defensa de las víctimas mortales, repiten hasta el cansancio, que la verdad continúan sin conocerla,  acerca de lo ocurrido aquella noche del 26 de septiembre y la mañana del 27 del mismo mes y mucho menos, que  los  presuntos responsables del “crimen de lesa humanidad”, sean precisamente algunos de los detenidos, cuando  inesperadamente por un lado liberan a más de 120  detenidos y por otro, se libran 20 órdenes de aprehensión actualmente, contra presuntos responsables de la masacre, pero suspenden 15 y permanecen solamente 5 vigentes.

LA ENTRADA DE GRANADEROS DISPARANDO GASES LACRIMÓGENOS EN FILOSOFÍA UV, NO SE OLVIDA

                En la provincia también los estragos causados por las fuerzas armadas y policiacas, dependientes del estado, hicieron de las suyas, aunque afortunadamente sin la gravedad que cobró la matanza de estudiantes ocurrida en la plaza de las tres culturas de Tlatelolco, aquel 2 de octubre del 68.

                Aquí no hubo muertos, pero sí daños infligidos en la dignidad  personal  de estudiantes y académicos, por caso de la Universidad Veracruzana atacados por los granaderos  quienes ejerciendo todo su poder, disparaban gases lacrimógenos, al ingresar con violencia en el edificio de la antigua facultad de filosofía, allí sobre la calle de Juárez, a un costado de la escuela preparatoria “Salvador Díaz Mirón”.

                En el bunker despachaba el comité de lucha, conformado por líderes estudiantiles y maestros de las distintas escuelas y facultades tanto de esta ciudad, como las que operaban en el puerto de Veracruz, principalmente.

                En esa comisión de lucha, despachaban orquestando las estrategias a seguir en la contienda iniciada en el antiguo DF,  incluía al maestro Carlos Manuel Vargas, director de la facultad de filosofía, al antropólogo Roberto Williams y una docena más entre otros, Roberto Bravo Garzón y los dirigentes estudiantiles Rafael Arias y Ernesto Fernández Panes y el primer huelguista de hambre desde la plaza Lerdo José Manuel Rodríguez Prats, dirigente de la sociedad de alumnos de la facultad de Derecho.

                Quien esto escribe, fue encargado de la comisión de prensa, en representación de nuestra querida facultad de periodismo, desde donde se distribuían los boletines con información de lo que acontecía en las ciudades veracruzanas, con el respaldo de estudiantes a la lucha, se sumaban cotidianamente en la justa protesta contra el régimen presidencial, autoritario y criminal..

                En ese tenor, dos periódicos El Tiempo de Rafael Zúñiga Martínez y El Imparcial, de Fernando Lescieur, se solidarizaron con la lucha estudiantil, brindando los espacios suficientes en las páginas de los dos diarios, para dar cabida a las notas, declaraciones y entrevistas que se hacían fluir a los medios, que más cabida dieron para informar con pormenores los hechos del histórico movimiento del 68.

                Ernesto Fernández Panes, aquel 2 de octubre, alertaba a que los granaderos podrían entrar al edificio de la facultad de filosofía-mientras asesinaban a estudiantes en los edificios de Tlatelolco-pero a su vez alentaba al grueso de líderes, que no temieran, porque la universidad era autónoma y no se permitiría semejante salvajada, lo cual si ocurriría en aquella fecha,  entró un comando de fusileros disparando gases lacrimógenos, detuvieron a una veintena de dirigentes y los que pudimos, escapamos corriendo por los corredores del bunker hasta salir a la calle de Juárez y perdernos entre la gente del pueblo, padres de familia y comerciantes solidarios con esta gesta, que se agolpaba en las inmediaciones del comité de lucha.

                Ese mismo 2 de octubre, pero más tarde, se sabría de la detención y confinamiento en el cuartel de San José de maestros y estudiantes, a los cuales el gobernador Fernando López Arias a través del secretario general de gobierno Rómulo Campillo Reynaud, leería la cartilla, diciéndoles que no habría torturas en su contra, que saldrían pronto en libertad del mencionado cuartel en aquel entonces ocupado por el 21 batallón de infantería, del ejército mexicano.

También el régimen priista anunciaría que se respetaría la vida de los detenidos, en tanto, la matanza ensombrecía al país y era del dominio internacional, porque lo sucedido en Tlatelolco, marcaría para siempre al régimen genocida del presidente Gustavo Díaz Ordaz y su secretario de gobernación Luis Echeverría Alvarez.

BOLSONARO LLAMA A LULA DA SILVA, “MENTIROSO, RECLUSO Y TRAIDOR”

La América Latina de nuestros días, seguramente atraviesa por una de sus peores etapas, ya que no pocos de los países enclavados en dicha región, deben recurrir a los viejos y caducos políticos y de nueva cuenta ungirlos en sus gobernantes.

A diferencia de los países desarrollados, naciones otrora reconocidas por sus luchas en contra de los gobiernos encabezados por dictadores, disfrazados de demócratas, hasta pareciera que están testificando que los valores políticos están muy escasos, que deben repetir las recetas del pasado, atrayendo a políticos en desuso.

Lo ocurrido el último domingo en Brasil, confirma lo sustentado en amplia región de este lado del mundo, al ganar una primera vuelta en las elecciones presidenciales el señor Inacio Lula da Silva, quien ya fue presidente, posteriormente procesado por ilícitos cometidos supuestamente durante su gestión, los cuales pagó con cárcel, quedó libre y va de nuevo a la búsqueda del mando político carioca en una moderna elección.

Para el grueso de brasileños, cabe la presunción  de que no hay  más  personajes dedicados a buscar los huesos públicos de su país y que tuvieron que ir a sacar de su residencia al señor Lula, cuando de sobra fue conocida su gestión como mandatario nacional, pero ahora seguramente más curtido, más rencoroso y vengativo, conforme a los dichos de sus adversarios y que están pidiendo que repita como tal el señor Bolsonaro.

A propósito, el presidente Bolsonaro en la última comparecencia como candidato, dio como características de Lula, que es un mentiroso, un recluso y traidor a la patria carioca.  Sin embargo, en la elección celebrada el último domingo, Lula obtuvo la victoria con más del 40 por ciento de los sufragios emitidos en las urnas electorales por los ciudadanos brasileños, lo cual no fue suficiente, así que deberán someterse a una segunda votación, conforme lo marcan los ordenamientos jurídico-electorales.

El ejemplo impuesto por Brasil, se asemeja a lo ocurrido en Venezuela, Cuba, Nicaragua, también en El Salvador, países en los cuales pareciera que no existen más valores políticos, o los huesos públicos, son para los mercenarios que buscan el botín una y otra vez, siendo que se trata de naciones muy importantes en los rubros de lo económico y social, pero ahora con el sello del retroceso, frente a  la  avanzada que a la par registran otras naciones justamente democráticas y plurales.

Lula, no se duda, en su momento, lució colocando a Brasil en la altura de los países desarrollados o del primer mundo, empero, su tiempo pasó, ya se verá si se confirma su victoria electoral, conforme trascienda el tiempo. Es todo.